jueves, 12 de febrero de 2015

CAOS POLÍTICO EN MADRID: NOSOTROS PERDEMOS, PERO ELLOS NO GANAN.

CAOS POLITICO EN MADRID: NOSOTROS, LOS CIUDADANOS, PERDEMOS, PERO ELLOS, LAS ELITES, NO GANAN. 

Tania Sánchez era  diputada de Izquierda Unida  por la Comunidad de Madrid desde el 2011. En Noviembre del  2014 fue elegida por su partido, en primarias abiertas, como candidata a presidenta de la Asamblea de Madrid. Hace unos días, después de llevar varios años en Izquierda Unida y haberse presentado a las primarias, decidió  que no le gustaba cómo funciona el partido y pidió la baja, según ella con la intención de crear otro nuevo partido político con el que presentarse a las próximas elecciones de  la Comunidad de Madrid, aunque se sospecha que acabara integrándose en Podemos, partido con el que mantiene intimas relaciones, no solo políticas sino también sentimentales, pues es novia de su secretario general Pablo Iglesias.

Ayer, el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha destituido al secretario general del Partido Socialista de Madrid (PSM), Tomas Gómez, alegando que no ha dado suficientes explicaciones sobre el asunto del sobrecoste del tranvía de Parla, asunto investigado por la fiscalía, a pesar de que el Tribunal Supremo ya se pronunció a principios del 2014 diciendo que no consideraba que Tomas Gómez hubiera cometido ningún delito. Tomas Gómez no ha aceptado su destitución y se ha apresurado en declarar ante los medios de comunicación que considera un error la decisión de la  dirección del PSOE, y que espera que rectifique Pedro Sánchez,  y que en el caso de no hacerlo acudirá a los tribunales. Algunos líderes del PSOE, como Carme Chacón, han manifestado ya públicamente su apoyo a Tomas Gómez.

Podemos es un partido político de reciente creación, entro en la vida política española hace más o menos un año. No tienen programa y carece de suficientes dirigentes, cuadros,  para confeccionar las diferentes listas electorales con las que presentarse a las elecciones, a pesar de ello diferentes  encuestas sobre intención de voto  sitúan  a ese partido entre las tres fuerzas políticas más votadas en las próximas elecciones generales, algunas incluso dan a Podemos como partido que obtendría mayor número de votos. Su secretario general, Pablo Iglesias, dice que Podemos se va a presentar a las próximas  elecciones generales como alternativa al Partido Popular, y ha pedido al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que convoque elecciones ya, algo insólito, que da a entender una de dos cosas: Que Pablo Iglesias considera que los ciudadanos españoles tienen una muy baja cultura política, tan baja que votaran a Podemos sin importarles ni su programa ni quienes compongan las listas electorales, o que es conocedor de un pacto secreto entre sectores de las elites dirigentes españolas para permitirle obtener un resultado más que satisfactorio en las próximas elecciones genérales.

El caso Gürtel, el caso Nóos, el caso de los ERE,s de Andalucía, el caso de los cursos de formación en Andalucía, la quiebra  de las Cajas de Ahorros, la manipulación de las cuentas de Bankia, el asunto de las tarjetas negras de Bankia, la gestión realizada en el ayuntamiento de Rivas, cuentas anuales de numerosas empresas maquilladas que nadie controla, como por ejemplo las de Pescanova, y un sinfín más de casos de delitos económicos, todos ellos relacionados de alguna forma con la corrupción política, ponen en evidencia la permisividad y falta de controles del Estado frente a la corrupción política, es decir frente a la realización de delitos. Delitos económicos que pueden parecer poco trascendentales, pero que no lo son, pues no representan únicamente que alguien se esté enriqueciendo de forma ilegal, sino que los  delitos de corrupción política en las democracias  suelen representar en muchos casos los móviles que provocan  en el mejor de los casos que los gobernantes apliquen políticas que perjudican los interese de los ciudadanos, y en el peor, que desde los poderes e instituciones del Estado se orden abusos, como pueden ser represión policial y judicial, detenciones ilegales, violaciones de los derechos humanos, abusos médicos, o abusos más sutiles, como inspecciones de Hacienda, retraso intencionado en los tramites de la Administración, etc., etc., etc.

Para intentar entender lo que está pasando en España es conveniente leer  “El Fin del Poder” (2013) de Moisés Naím. Según el autor vivimos una época en la que la  degradación y fragmentación del poder, en concreto del poder político, que es el que nos interesa a los ciudadanos, se hace notar provocando efectos  negativos para las sociedades democráticas. Cito  textualmente algunos de esos efectos que me han parecido importantes:

“El poder político está en declive. La fragmentación del poder genera limites cada vez mayores a la actuación de los líderes políticos, lo que provoca que cada vez sean más frecuentes las elecciones”
“La degradación del poder, que hace que todos los actores importantes puedan vetar las iniciativas de los demás pero ninguno de ellos pueda imponer su voluntad, es un peligro tan grave para el sistema político y la sociedad de un país, o para cualquier comunidad o incluso una familia, como para el sistema de naciones”
“La degradación del poder puede crear inestabilidad, desorden, y parálisis ante problemas complejos”
“Han surgido nuevos micropoderes que para triunfar: Desgastan, obstaculizan, socaban, sabotean y son más agiles y rápidos que los grandes actores”
“Las democracias comienzan a perder eficacia a medida que las decisiones necesarias, y hasta las más urgentes, que debe tomar el Gobierno se ven impedidas, diluidas o pospuestas como resultado de la fragmentación del poder”
“En algunos países el Poder Judicial se ha transformado en un beligerante actor político”

Los síntomas de la degradación y fragmentación del poder están claros, pero sus causas son mas difíciles de identificar, pues aunque sus efectos se estén notando precisamente ahora son consecuencia de decisiones, políticas y comportamientos de las elites dirigentes que han venido produciéndose durante años. En mi modesta opinión ,entre otras, hay tres claras causas. Primera, lo que se conoce ya como la dictadura de las minorías. Cambios demográficos han dado más poder en los Estados democráticos a minorías culturales, raciales, religiosas, e incluso ideológicas. Segunda, la globalización económica que surgió a partir de la caída del Muro de Berlín, y el aperturismo político que la acompaño, se llegó a hablar del fin de la historia, del fin de las ideologías, etc., favoreció y permitió que en las democracias occidentales surgieran  micropoderes nacionales gracias a contar con apoyo y financiación exterior, en concreto de todo lo que engloba el comunismo internacional y de países del mundo árabe-musulmán, Irán, Arabia Saudí, etc., etc., etc. Tercera, la época de expansión económica que precedió a la crisis del 2007 ha generado una nueva generación de dirigentes políticos muy ambiciosos, para los que el deseo de poder es superior a la  fuerza de la ideología, cuando la tienen, y quieren incrementar su poder, gobernar, a  cualquier precio, pactando con quien sea. Ha surgido una nueva elite de dirigentes políticos que creen que tienen derecho a mandar, a gobernar, a entrar en política, simplemente por el hecho de estar preparados para ello, no aceptando muchos de ellos que la democracia sea el gobierno de los más votados en vez de ser el de los mejor  preparados, el de los que tienen mayor titulación, el de ellos,  y por tanto ven en la fractura del poder, en la fractura del sistema, en la ruptura con  las reglas de juego propias de la democracia, una forma de acceder rápido al poder.

Pero volvamos a España, a casos concretos. España es un claro ejemplo de país en el que se está produciendo una importante degradación y fragmentación del poder, en concreto del poder político. Y con  unos partidos políticos débiles es evidente que es imposible que haya un Estado fuerte, pues los partidos políticos cuando gobiernan trasladan su debilidad a las instituciones y poderes del Estado.  

Lo que ha ocurrido con Tania Sánchez en IU está claro y evidencia dos cosas. Izquierda Unida es en este momento un partido muy débil, incapaz de obligar a sus dirigentes a respetar los compromisos contraídos con el partido, para más inri en el caso de Tania Sánchez hace solo unos meses. Un partido político que no tiene fuerza para controlar a sus dirigentes difícilmente la tendrá para controlar los poderes e instituciones del Estado. Por otro lado, el comportamiento de Tania Sánchez solo tiene una explicación posible, una desmesurada ambición que la lleva a romper compromisos contraídos para intentar subirse a un carro con más posibilidades de ganar, como  es según las encuestas en este momento Podemos.

Las tertulias políticas televisivas, en mi opinión, están haciendo mucho daño a la vida política española al crear liderazgos basados únicamente en una intensa propaganda televisiva. Falsos liderazgos basados no en las cualidades ni las ideas de la persona sino en su capacidad para comunicar y actuar ante las cámaras, y la política no es simplemente actuar sino, y sobre todo, solucionar. Tania Sánchez, como ocurrido con el hoy eurodiputado Pablo Iglesias, es un claro ejemplo, a pesar de ser una más de tantos políticos que hay en la sociedad española, sin que hasta ahora haya sobresalido por nada especial que conozca la opinión pública, sale mucho en las tertulias televisivas para decir una y otra vez las mismas cosas. Hasta hace no mucho para poder participar en una tertulia política televisiva era necesario tener previamente un reconocido prestigio y una alta credibilidad en la sociedad española, hoy no, dándose la circunstancia de que mediocres políticos, como Tania Sánchez, como Pablo Iglesias, como otros muchos más, comparten tertulia con periodistas líderes de opinión, con una alta reputación en la sociedad española. ¿Por qué se produce este fenómeno?  ¿Por qué las tertulias televisivas se han convertido en rampa de lanzamiento de productos políticos? ¿Por qué las tertulias televisivas se han convertido en creadoras de falsos liderazgos, buscan únicamente aumentar su audiencia, o se debe a oscuros intereses, económicos, políticos?  Evidentemente, las cadenas de televisión privadas españolas, compuestas de un accionariado muy dispar ideológicamente hablando,  no hacen propaganda política  gratis, unos políticos participan en las tertulias televisivas y otros no porque las cadenas de televisión obtienen de ello un beneficio económico.

Sin ser militante del PSOE, lo que  está ocurriendo con el PSM, me preocupa y me parece muy grave. La destitución de Tomas Gómez abre tres escenarios posibles: Uno, Tomas Gómez es llamado por la justicia a sentarse en el banquillo de los acusados. Dos, Tomas Gómez sigue haciendo política integrándose en Podemos o creando un nuevo partido político. Tres, Tomas Gómez deja la vida política, pero no es imputado.

Si próximamente Tomas Gómez no es imputado su destitución habrá sido consecuencia de luchas internas dentro del PSOE, y pondrá  en evidencia que Pedro Sánchez no tiene el control del PSOE, pues de tenerlo la destitución la hubiera realizado de forma más oportuna y no tan pública. Si Pedro Sánchez tuviera el poder en el PSOE, Tomas Gómez se hubiera ido con un típico “Dejo la política por motivos personales”, sin espectáculos, sin  desafíos ni amenazas ante los medios de comunicación. Además, dicha destitución dejaría claro que el funcionamiento del PSOE es poco democrático, pues es poco democrático convocar primarias y luego no respectarlas sin que haya una razón de peso para ello. Y un partido no democrático difícilmente va a defender el respecto a la democracia en otros ámbitos de la sociedad española. Si por el contrario, Tomas Gómez es imputado, el liderazgo de Pedro Sánchez se fortalecerá  ante la opinión pública, pero quedara totalmente desacreditado el funcionamiento del Poder Judicial, y por tanto de la democracia española,  ya que a principios del 2014 el Tribunal Supremo se pronunció diciendo que no apreciaba ninguna irregularidad por parte de Tomas Gómez en la gestión de la construcción del tranvía de Parla. Si ahora Tomas Gómez es imputado quedara en evidencia que el Tribunal Supremo con el deseo de influir en el devenir de la vida política española no vio en su momento lo que debía haber visto en el asunto del tranvía de Parla.

Sobre el denominado fenómeno Podemos hay poco que comentar y menos todavía que analizar. Desde hace tiempo se percibe que sectores de las elites dirigentes de la derecha española, aunque no solo, por lo que ha ocurrido en Madrid  no sé si también el sector del PSOE de Pedro Sánchez,  están realizando  una oculta operación política encaminada a impulsar el liderazgo de Pablo Iglesias. El comunismo internacional no solo está comprando en España apoyo mediático para hacer propaganda a Podemos, por ejemplo a través del Grupo Planeta,  sino que también está comprando votos a través de corruptos sectores de las elites dirigentes de la derecha española, afines al Partido Popular. Hasta tal punto que en próximas elecciones es de prever que allí donde Podemos crezca el Partido Popular bajara en votos, algo de fácil comprobación, no mediante encuestas, sino analizando los resultados de las diferentes mesas electorales. La cuestión es ¿Qué cree el comunismo internacional y las elites españolas que lo apoyan que puede lograr Podemos?

La elevada corrupción política que hay en España, que en España no se respecte la legalidad vigente, que España sea hoy un país fascista en el que  se cometen flagrantes, sistemáticas, e impunes violaciones de los derechos humanos,  tiene una de sus principales causas  en la degradación y fragmentación del poder, la cual hace que  el Estado sea incapaz de poner freno a comportamientos políticos inaceptables en toda democracia. Ocurriendo, por ejemplo, que los corruptos tengan más poder que aquellos  cuya obligación es luchar contra la corrupción.

Por tanto, no nos dejemos engañar, ni manipular, por esa nueva generación de dirigentes  políticos que a pesar de deberle todo lo que tienen y son a lo que se conoce como el sistema, ahora proponen que quieren fraccionar el poder y romper el sistema, por ejemplo el bipartidismo, para así resolver los problemas de la sociedad y progresar. No nos dejemos engañar ni manipular por mensajes políticos vacíos con los que se busca únicamente defender intereses personales. Como por ejemplo el de una nueva forma de hacer política. Una nueva forma de hacer política que tiene de nuevo únicamente el uso de nuevas tecnologías de la comunicación y un nuevo protocolo a la hora de vestir, poco elegante, sin corbata, no sé si ellas también han renunciado a llevar bragas, pero que en realidad es una política vieja, arcaica, rancia, basada en ideas retrogradas, poco democráticas, por ejemplo, partidaria de que gobiernen los que tienen más titulación. Ideas políticas muchas de las cuales han dado ya nefastos resultados allí donde se han aplicado. Leamos todos más El Fin del Poder, para poder elegir el camino acertado, pues nosotros, los ciudadanos, perdemos, pero ellos, las elites, no ganan.

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