viernes, 20 de marzo de 2015

AVARICIA Y MEDIOCRIDAD DIVIDEN Y DEBILITAN OCCIDENTE

Como consecuencia de la crisis económico-financiera del 2007 en el Mundo occidental  han aflorado una serie de problemas que están siendo utilizados para justificar el ataque ideológico y político, y según parece con éxito, al modelo político, social y económico que surgió a partir de la IIGM. El Mundo occidental sufre una era de decadencia, en la que se han perdido importantes valores y han surgido intereses económicos contrapuestos que están provocando división y debilidad. Debilidad, no tanto real sino de reacción, que provoca, como nunca  había ocurrido antes, que  las sociedades occidentales se vean sometidas de forma colectiva al chantaje realizado por el terrorismo islamista y los grupos políticos occidentales que lo apoyan.

Muchos de los problemas que padecen las sociedades occidentales hoy  son debidos al gran fracaso que ha supuesto lo que se conoce como la globalización económica. Las políticas liberalizadores del mercado y la deslocalización están destruyendo el tejido productivo de muchos países desarrollados, generando desempleo y generando actividad económica en sectores en los que el empleo es de muy peor calidad. La globalización económica ha permitido que mejorara notablemente el nivel de vida de las sociedades en vías de desarrollo pero ello se ha producido hasta ahora únicamente a costa de una reducción del nivel vida en las sociedades de países desarrollados, reducción que lógicamente no ha afectado todavía a las elites dirigentes.

Todos los países desarrollados son hoy mucho más ricos que hace 15 años, a pesar de ello el empobrecimiento aumenta, los ciudadanos pierden poder adquisitivo y las políticas sociales y los servicios públicos se reducen o pierden calidad. Algunas de sus causas son bajos salarios, para mejorar la competitividad frente a las economías de países emergentes, elevada desigualdad económica, cada día el capital, la riqueza, está concentrada en menos manos, lo que reduce la actividad económica debida al bajo consumo interno, y un excesivo porcentaje de inversión en el exterior, por ejemplo, en economías emergentes buscando altas rentabilidades a corto plazo. En el caso de España, hay grandes empresas que se están expandiendo enormemente en el exterior adquiriendo  un elevado endeudamiento, deuda que soporta la economía española. Un caso significativo es el de Telefónica. Telefónica se ha marcado grandes objetivos,  muchos de ellos ya fracasados, asumiendo una deuda actual  de alrededor de 50.000 millones de euros. En la actual coyuntura económica internacional Telefónica ha sido  incapaz de reducir su  deuda, y ha tenido que refinanciarla una y otra vez, lo que repercute de forma muy negativa sobre la economía española, pues es una deuda que soporta el sistema bancario español pero genera actividad económica en el exterior.  Telefónica se marca grandes objetivos pero estos son muy costosos para la sociedad española.

Se podrían citar numerosos ejemplos de cómo la tendencia a un libre comercio, sin ningún tipo de control y sin valorar sus consecuencias para las economías nacionales, está destruyendo la industria de la UE, pero voy a citar uno que tiene profundas connotaciones simbólicas, el de la producción de acero, por tener la UE su origen en la antigua Comunidad Europea del Carbón y del Acero. La producción  de Acero en la UE ha caído de forma importante en los últimos años, en beneficio del incremento en países como China. Según la Comisión Europea dicho sector ha perdido en los últimos años 40.000 puestos de trabajo. La principal multinacional del acero no es hoy europea sino india, ArcelorMittal, para más inri con sede en Luxemburgo, siendo India un país que hasta hace poco recibía importantes ayudas al desarrollo de países europeos.  

Con el  modelo político, social y económico que surgió de la IIGM, los países occidentales han disfrutado en mayor o menor medida, dependiendo de la situación política nacional, de décadas de estabilidad, paz, desarrollo y progreso, es decir, se ha demostrado que el modelo es bueno, a pesar de ello hoy está siendo atacado considerándolo de forma injusta el responsable de los problemas que padecen las sociedades occidentales de nuestra época. Ocurriendo algo insólito, que las verdaderas causas de los problemas que sufren las sociedades occidentales de nuestra época están siendo propuestas como solución para ellos, como por ejemplo, incrementar sin ningún tipo de control el libre comercio.

Occidente sufre un fuerte proceso de descomposición  y debilitamiento. Proceso con fuertes y negativas  repercusiones a nivel local sobre la economía y la seguridad. Y curiosamente ello no es debido a que el actual Gobierno de la Federación Rusa esté intentando imponer por la fuerza su política exterior internacional, sino debido a que ha surgido una nueva generación de dirigentes demasiado mediocres y avariciosos, que ven progreso donde la realidad nos dice ya que solo hay decadencia.

Un claro ejemplo de lo anterior lo tenemos con el hecho de que Reino Unido, Alemania, Francia e Italia, es decir los principales países de la UE, hayan decidido participar en el Banco Asiático de Inversión en Infraestructuras (AIIB), en contra del criterio de defendido por Washington. El AIIB tendrá como misión financiar proyectos de infraestructuras en Asia. En el 2014 los países que constituyen lo que se conoce como los BRICS crearon el Nuevo Banco de Desarrollo (NBD)  cuyo objetivo será movilizar recursos para inversiones en proyectos de infraestructuras a realizar en economías emergentes. Ninguno de estos entes, AIIB Y NBD, se dedicaran a invertir en proyectos a realizar en lo que se conoce como el mundo desarrollado. Muchos analistas interpretan la creación de estos nuevos bancos como un ataque a instituciones occidentales nacidas en Bretton Woods, en concreto el FMI y el Banco Mundial, instituciones que desde la crisis han tenido que reducir la inversión en las economías emergentes para dedicarse más a solucionar los problemas de las economías de países desarrollados.

Según Khandekar (analista de FRIDE) “Se está dando un verdadero giro hacia un nuevo orden mundial, en el que China emerge como líder en el diseño de un nuevo sistema económico que rivalice con Breton Woods” Que China se acerque a Occidente, que su economía y su sociedad se occidentalicen, evidentemente, es bueno también  para la sociedad  occidental, pero que Occidente se acerque a China favoreciendo su hegemonía, y haciendo que las economías occidentales se parezcan cada día mas a la china es muy negativo, pues  provocara empobrecimiento y pérdida de derechos en el mundo laboral. Siendo importante recordar que mientras  entes como FMI y BM tienen como objetivo contribuir al desarrollo, a ayudar, allí donde lo consideren conveniente, el AIIB y Nuevo Banco de Desarrollo surgen para financiar proyectos en países entre los que no se encuentran los Estados miembros de la UE. Evidentemente, ello se debe a que hay una notable falta de liderazgo por parte de la Administración Obama y un avaricioso, mediocre y equivocado liderazgo europeo. La política económica no es un compartimento estanco, va estrechamente unida a otras importantes políticas como la de defensa, de tal forma que intereses enfrentados en temas económicos producirán también intereses enfrentados en temas militares. La cuestión es ¿Habrá dinero para tanto banco en un momento en que las economías emergentes han disminuido su crecimiento, Brasil incluso ya está en recesión?  ¿Quién va  a financiar el Plan Juncker si los gobiernos europeos prefieren financiar proyectos en Asia, acaso China?

La avaricia y la mediocridad están provocando la descomposición y el debilitamiento de las sociedades occidentales, generando inestabilidad e inseguridad. Debilidad que está  provocando que Occidente se vea sometido al chantaje realizado por el terrorismo islamista y los sectores políticos occidentales que lo apoyan. Se está produciendo un fenómeno muy curioso, los gobiernos occidentales evitan identificar al enemigo, al terrorismo islamista, es decir, se evita identificar  quien da las ordenes, que Estados lo financian, su localización geográfica, que sectores políticos occidentales lo apoyan, argumentando de esta forma que es imposible combatirlo, y a la vez intentan utilizar la existencia de un enemigo común como elemento favorecedor de una globalización política, que permita unir lo unible, sociedades política, religiosa, y culturalmente muy diferentes. Por ejemplo, el Estado Islámico, algo que todavía no está claro que es, quien lo financia, apoya, compone y sobre todo porque se le ha dejado crecer, está siendo utilizado para forjar extrañas alianzas, incluso entre enemigos. El Gobierno de los Estados Unidos, muy debilitado debido a  los apoyos con que ha logrado ganar las elecciones, y a cosas como que la Fundación Clinton está recibiendo donativos de Gobiernos árabes, algo que seguramente debe ser ilegal, ha permitido que fuerzas militares iraníes entren en territorio de Irak para combatir eso que llaman el Estado Islámico.

Parafraseando al expresidente  ruso Mijaíl Gorbachov  “El que no aprende las lecciones de la historia corre el riesgo de tener que repetirlas”. Las nuevas elites dirigentes europeas han olvidado el dramático y no muy lejano  pasado de Europa, y por tanto no ven peligro donde si lo hay. Por ejemplo, no ven peligro en el hecho de que ceder ante el chantaje del terrorismo islamista pueda hacer que las sociedades europeas se radicalicen. O no ven peligro en el hecho de  que la ruptura del vínculo atlantista debilitara militarmente la UE y además, puede provocar una  nueva división de una  Europa cada vez con menos vínculos. Y también oportuno recordar una cita del expresidente David Eisenhower “Un pueblo que valora más sus privilegios que sus principios pierde pronto los dos” De forma clara, la Administración Obama está renunciando a importantes principios para defender los privilegios de concretos sectores de la sociedad americana, evidentemente lo mejor que puede hacer en este momento Obama, no solo por su país sino por Occidente, es dimitir.

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