A pocos meses de haber ganado las elecciones el Partido
Popular, diferentes líderes de partidos políticos de la oposición y algunos líderes
de opinión ya cuestionaban que el PP tuviera mayoría absoluta. Afirmaban que
la sociedad desilusionada por las medidas adoptadas por el Gobierno del
presidente Rajoy ya había vuelto a cambiar de voto, y lo argumentaban basándose
en las continuas movilizaciones sociales que se producían, las cuales disfrutaban de una intensa, amplia y repetitiva cobertura mediática, a pesar de
que solo representaban a un sector minoritario de la sociedad española. Una
amplia cobertura mediática que transmitía a la
sociedad española una visión sobredimensionada y falsa de lo que estaba ocurriendo, de las movilizaciones
sociales, realizada especialmente por
cadenas de televisión privadas, entre las que destacaban Intereconomía, La Sexta, 13Tv, etc., algunas
de las cuales han tenido ya graves problemas económicos, Intereconomía ha
dejado de emitir a nivel nacional, y La Sexta ha sido absorbida por Antena3.
Los medios de comunicación españoles le dieron al
movimiento 15-M, (2011) y demás movilizaciones organizadas por los mismos
grupos, una cobertura informativa poco
rigurosa y falaz, sin precedentes en las democracias occidentales, intentando
manipular a la opinión pública, calificándolas de fenómenos espontáneos, cuando
en realidad eran movilizaciones organizadas por el comunismo internacional, al
estilo de lo que se ha denominado las primaveras árabes. Pero de repente, a
principios del 2014, surgió la luz, los
dirigentes e impulsores de las movilizaciones sociales que habían comenzado en
Marzo del 2011 decidieron darse a conocer organizando un nuevo partido
político, Podemos, cuyo líder sería un conocido tertuliano, Pablo Iglesias. De
forma inesperada Podemos logra en sus primeras elecciones, en las elecciones al
Parlamento Europeo de Mayo del 2014, en torno a 1.500.000 votos, 5 eurodiputados. A partir de entonces Podemos
se da a conocer, aportando visibilidad sobre sus raíces y crecimiento. Todos
sus dirigentes habían participado en las movilizaciones del 15M y tenían vínculos con grupos residuales del
comunismo español, con cosas como Izquierda Anticapitalista, y algunos de ellos
como Pablo Iglesias, además, habían tenido vínculos de diferente índole con
países como Irán. El exdiputado Pablo Iglesias el cual como profesor de la
Universidad Complutense de Madrid ya se dio a conocer con ocasión del incidente
terrorista del 11M, siendo según él uno de los organizadores, entre otras cosas,
de la concentración realizada en la calle Génova frente a la sede del PP. No sé
a qué fue allí, tal vez únicamente a saludar a uno de sus patrocinadores, el
entonces presidente Aznar, el cual le había dado varias becas, públicas y a
través de Caja Madrid, dirigida por su amigo Miguel Blesa.
Hoy lo que se ha denominado el fenómeno Podemos, está claro.
Medios de comunicación televisivos privados españoles, el 70% de los españoles
se informa principalmente a través de la televisión, realizaron una campaña de
marketing político y manipulación informativa para lanzar Podemos e impulsar el
liderazgo de sus principales dirigentes, principalmente de Pablo Iglesias. Dicha
campaña no ha sido gratuita, algún grupo de poder la ha tenido que pagar. Es
evidente que detrás de Podemos está el comunismo internacional, cuyas elites
han financiado la campaña mediática de apoyo a Podemos a través de corruptos
sectores de las elites dirigentes españolas, en concreto de la derecha española.
Irán es otro de los países que se sabe que también está apoyando a Podemos,
como mínimo financiando el programa La Tuerka, de Pablo Iglesias. Pero el crecimiento
de Podemos no se debe únicamente a contar con un fuerte apoyo mediático, recordemos
que los dirigentes de Podemos hasta Mayo del 2014, elecciones europeas, tenían
muy poco apoyo social, y menos todavía se debe a sus ideas y propuestas, sino también a que otros partidos políticos le
están cediendo votos utilizando su influencia social. En próximas elecciones,
como las de la Comunidad Autónoma de Andalucía, allí donde baje el PP subirá
Podemos. La cuestión es ¿Por qué y para que sectores de las elites dirigentes
de la derecha española están ayudando a un partido político como Podemos para
que sus dirigentes puedan llegar a gobernar?
Podemos es un partido de ideología comunista, populista y
personalista. Los dirigentes de Podemos,
autodefiniéndose como ni de izquierdas ni de derechas, buscan canalizar hacia
su formación política los votos de sectores de la sociedad española
descontentos con la forma de gobernar de los partidos tradicionales, PP y PSOE,
no es algo nuevo, para entender su táctica política nada mejor que un párrafo
del libro Pensar en el Siglo XX, de Tony Judt: El marxismo es un modelo
histórico propulsado por el motor del interés y la acción proletaria. ¿Qué pasa
cuando el proletario deja de funcionar como motor de la historia? “En manos de
los artífices de los estudios culturales y sociales de la década de 1970, la
maquina todavía podía seguir funcionando: simplemente había que remplazar
trabajadores por mujeres, o estudiantes, o campesinos, o negros, o finalmente,
gais, cualquier grupo que tuviera sólidas razones para sentirse insatisfecho
con el poder o la autoridad de aquel momento".
Pero Podemos, y en concreto su secretario general, Pablo
Iglesias, no deja de sorprender. Hace
unos días se confundió de país, y fue a los Estados Unidos en busca de ideas
para su programa económico, en vez de ir a países más de su órbita, Grecia, Irán, China. El pasado lunes, otra vez, el
eurodiputado Pablo Iglesias se volvió a confundir, y en vez de reunirse con
alguno de los embajadores de países de su órbita ideológica, se reunió con el
embajador de los Estados Unidos, James Costos.
El ex presidente Aznar nombro a su amigo Miguel Blesa
presidente de Caja Madrid. Luego Caja Madrid, por decisión de Miguel Blesa, compro un banco judío en
Miami, el banco City National of
Florida. Entre otras cosas, hace unos días el ex presidente Aznar ha dado un
discurso en la Conferencia Anual del Comité de Acción Política Americano-Israelí.
Lo que es la amistad, ¿verdad? ¿Quién ha
abierto las puertas de la embajada de los Estados Unidos en Madrid a Pablo
Iglesias? Recientemente, el Banco Popular ha comprado Citibank España ¿Apoya el
Banco Popular a Podemos, o el embajador James Costos ha recibido a Pablo
Iglesias por amistad, porque comparte con él cosas, por ejemplo que ambos son
licenciados en Ciencias Políticas? ¿Se abran reunido para hablar de Marx, del
comunismo internacional, de Irán?
Si Podemos hubiera surgido en Estados Unidos como partido
político, en este momento el FBI ya le hubiera abierto una carpeta a cada uno de sus
dirigentes, aun mas, si algún político americano hubiera tenido contactos
frecuentes con miembros de un partido político comunista como Podemos seguramente el FBI también le hubiera
abierto ya una carpeta. ¿Le ira a abrir
el FBI una carpeta al embajador Costos, o les grabaron la conversación? ¿A que
estamos jugando, a que juega el embajador de los Estados Unidos? ¿Que está
ofreciendo la Administración Obama a Irán
para logar un acuerdo sobre su programa nuclear, acaso también el apoyo a
Podemos en España? ¿Está la Administración Obama, como hizo la Administración
Clinton, alimentando una nueva guerra con sus acuerdos y concesiones?
Si repasamos la historia observamos que aunque Marx y
Engels difundieron su doctrina, sus
ideas, con total libertad en diferentes países de Europa, esta solo se impuso
en Rusia. Numerosos intelectuales, como Eric Hobsbawm, defendieron el comunismo
en diferentes países europeos, sin tener nunca que vivirlo ni sufrirlo,
disfrutando de unas libertades que no tenían los intelectuales que vivían en
países con gobiernos comunistas. ¿Está ocurriendo ya algo parecido con Podemos?
¿Están el Parlamento Europeo y la Casa Blanca apoyando al partido político
comunista Podemos para que gobierne en España? Si España fuera un país serio,
con un Gobierno leal al pueblo y defensor del interés general, alguien ya le
hubiera dicho al embajador estadounidense “Costos, no nos toques los cojones”, lógicamente,
en lenguaje diplomático.
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