jueves, 22 de octubre de 2015

¿POR QUÉ HA CRECIDO EL INDEPENDENTISMO CATALÁN?

Sin saberse todavía si se podrá  o no formar un nuevo Gobierno en Cataluña, si releemos la historia de España comprobamos que hoy España, salvando las distancias de carácter político, económico, social, tecnológico, y en conjunto de desarrollo, que existen, vive una situación similar a la vivida en 1640, cuando se produjo la denominada “Revuelta de los Catalanes”. En 1626 el Conde-Duque de Olivares, valido de Felipe V, para hacer frente a las obligaciones contraídas por la Monarquía de la Casa de Austria durante la Guerra de los Treinta Años, presento el proyecto político denominado Unión de Armas. Proyecto que consistía en que todos los Reinos, Estados y Señoríos de la entonces denomina Monarquía Hispánica debían contribuir en hombres y en dinero a su defensa, en proporción a su población y a su riqueza.  Para el Principado de Cataluña dicho proyecto suponía, entre otras cosas, aportar 16.000 hombres. Las elites catalanas se negaron, dando lugar a la denominada Revuelta de los Catalanes, lo cual provoco la guerra entre la Monarquía de la Casa de Austria y el Principado de Cataluña. El resto de  entes territoriales de la Monarquía aceptaron la Unión de Armas, lo cual suponía, por ejemplo, para el Reino de Valencia aportar 6000 hombres. Hoy las elites gobernantes de Cataluña también desean romper sus compromisos con España, entre otras cosas alegando que entregan al Estado español, mucho más de lo que reciben. De igual forma otras autonomías, que también tienen una balanza fiscal respecto al Estado negativa, no desean romper con el resto de España.

En el libro ¿Cataluña Independiente? de Xavier Vidal-Folch, dice que en una encuesta en la que se preguntaba ¿Por qué ahora se habla más de independencia y se cuestiona la relación entre Cataluña y el resto de España? El 70,5% de los encuestados contesto que porque “La crisis económica lo cuestiona todo”. En mi opinión, el independentismo ha crecido en Cataluña por numerosas razones, identitarias, económicas, políticas, etc., pero principalmente debido a dos. Primera, desde el 78 el poder económico de las elites dirigentes catalanas ha crecido enormemente, extendiéndose por el resto de España. Pero en cambio el poder de las elites dirigentes de otras regiones de España, o mejor dicho por utilizar un concepto más de moda, el poder de las elites constitucionalistas, no ha crecido en Cataluña. Un principio básico en política es el de “Si quieres gobernar no busques crecer en votos sino en estructura, busca incrementar tu poder e influencia en la sociedad y los votos vendrán luego solos”. Las elites dirigentes constitucionalistas han ignorado dicho principio, han preferido invertir en otras regiones de España o incluso en el extranjero antes que en Cataluña,  de tal forma que ninguno de los partidos que ha gobernado España, Partido Popular y PSOE,  han tenido, ni tienen hoy, suficiente apoyo social  para gobernar  en Cataluña. La segunda razón es que las elites dirigentes catalanas ven como mediante una abusiva utilización del concepto de solidaridad territorial, con su dinero, se hacen ricas las elites dirigentes de otras regiones de España y logran gobernar aplicando políticas que representan un derroche de recursos públicos, derroche que hoy Cataluña debido a la crisis no se puede permitir. Evidentemente, las elites dirigentes de otras regiones de España como la Comunidad Valenciana, Baleares, etc., también en la actualidad  con fuertes problemas económicos y con una balanza fiscal respecto a la Administración central negativa, no se quejan, no se revelan porque, parafraseando a John Elliott, tienen fuertes lazos con elites dirigentes de otras zonas de España.

Pocas veces en la historia de España un “No” había tenido tantas e importantes consecuencias, como el que le dio el presidente Rajoy al presidente Mas el 20 de Septiembre del 2012,  cuando este le solicito un pacto fiscal similar al Concierto Económico del País Vasco. Como consecuencia de ese “No”, no sabemos qué hubiera pasado si el presidente Rajoy hubiera dicho “Si”, el presidente Mas convoco nuevas elecciones en el 2012, anuncio la convocatoria de un referéndum independentista, el cual luego acabo en una consulta el 9N del 2014, convoco unas elecciones plebiscitarias, y ahora España está pendiente de que Más se atreva o no a hacer una declaración unilateral de independencia.


Cataluña representa en todos los aspectos, a groso modo,  en torno al 20% del  Estado español, e independientemente del método que se utilice para calcular las denominas balanzas fiscales entre las autonomías y la Administración central, independientemente de que la balanza fiscal de Cataluña sea deficitaria en 16.000 millones de euros como dicen los expertos de la Generalitat, o en 8.000 millones de euros  como dicen los expertos  del Gobierno de España, lo que está claro es que Cataluña aporta al conjunto de España mucho más de lo que recibe. En mi modesta opinión, de simple ciudadano Español que no es catalán y que no habla catalán ni en público ni en privado, España necesita un sistema de financiación autonómica, de redistribución interterritorial de los de recursos públicos, más justo y equitativo. No puede ser que en regiones más pobres de España las elites dirigentes, políticas,  se permitan lujos, derroches, que no se pueden permitir las elites políticas de regiones más ricas, como por ejemplo, de Cataluña. Derroches que muchas veces solo tienen por objetivo que dichas elites se puedan enriquecer para luego invertir en el exterior o perpetuarse en el poder, no repercutiendo dicho gasto ni en mejorar los servicios públicos ni en mejorar la  calidad de vida para los ciudadanos.

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