martes, 24 de noviembre de 2015

UN DETONANTE MAS, TURQUÍA DERRIBA AVIÓN MILITAR RUSO.

El Ejército de Turquía ha derribado hoy un avión militar  ruso, tipo SU-24. Según comunicado del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Turquía, un avión de nacionalidad desconocida violo 10 veces el espacio aéreo turco, y dos F-16 turcos que se encontraban en el área le dispararon derribándolo. El Ministerio de Defensa ruso ha confirmado el incidente, pero ha negado que el avión violase el espacio aéreo turco. Los dos pilotos rusos han logrado saltar en paracaídas del aparato, pero se desconoce hasta ahora su situación actual.

Estamos pasando una época que se caracteriza por la existencia de un contexto internacional con una enorme complejidad, confusión, e incertidumbre. Una época con intereses entremezclados internacionalmente, en la que no está claro quién es aliado de quien, en la que no se respectan los compromisos, y en la  que  es difícil saber que va  a pasar mañana

Turquía es desde 1954 miembro de la NATO, pero no está claro que tipo de aliado es. Tres consideraciones al respecto. Uno, en el 2003 el Gobierno de Turquía negó la autorización al  Ejercito de los Estados Unidos y sus aliados para que pudieran atacar por tierra Irak desde su territorio. Dos, Turquía no tiene una posición clara en la lucha contra el Estado Islámico, ni siquiera en el denominado conflicto de Siria. Recientemente, el Ejército turco utilizo una falsa mayor  implicación en la lucha contra el EI para atacar a las milicias kurdas (PKK), milicias que defienden a la población kurda, tradicionalmente asentada en la zona, contra los ataques del nuevo Estado Islámico, y digo nuevo, porque debemos de  recordar que un elevado número de combatientes del EI son extranjeros. Coincidiendo con dicho hecho, se sospecha que debido al ataque contra las milicias kurdas,  los gobiernos de Alemania y Estados Unidos han anunciado que a principios del 2016 retiraran de suelo turco las baterías de misiles Patriot que tenían desplegadas allí desde el 2013. Tres, el actual Gobierno de Turquía es uno de los actores responsables de que una  ola descontrolada de inmigrantes-refugiados este golpeando a la UE provocando desunión, inestabilidad e inseguridad. Los inmigrantes llegan a través de Grecia a territorio de la UE porque el Gobierno de Turquía lo permite y favorece. No solo eso, Turquía quiere utilizar de forma clara la denominada crisis de refugiados para chantajear a la UE, exigiendo apoyo económico, nada más y nada menos que 3.000 millones de euros, y la eliminación de visados para los ciudadanos turcos.

Cuando surge un conflicto, soy de la opinión, de que  es importante tener en cuenta el siguiente principio: “No estaremos, ni debemos estar,  donde al enemigo le interesa, sino donde nuestros valores, principios,  intereses, y alianzas determinen”. Turquía no es un aliado fiable. Pero ello no es algo nuevo, no lo es desde que en 1974 invadió Chipre (Operación Atila) en contra de todo lo que defendía la NATO entonces, en contra de sus valores, principios y estrategia. Turquía invadió Chipre, sin respetar la legalidad internacional, aprovechándose de una situación de debilidad que sufría dicho país causada por una guerra civil, creando la República Turca del Norte de Chipre. Estado, o mejor dicho ente extraño sometido a Turquía, que todavía no cuenta con el reconocimiento de la comunidad internacional. En mi opinión personal, Turquía no debería están en la NATO. ¿Pero que es la actual NATO? Como todo lo de nuestra época es una organización decadente, en la que sus valores y principios no están claros, teniendo muy poco que ver con los contemplados en el Tratado de Washington. La actual NATO, lamentablemente, poco tiene que ver con conceptos como la defensa colectiva, la seguridad indivisible, y  la defensa de los derechos humanos y el Estado de Derecho, países como Turquía lo impiden. Y si por el contrario, mucho con la defensa de intereses concretos de determinadas familias, grupos, que la controlan o logran ejercer influencia sobre sus decisiones. Organización, la NATO,  en la que el  nivel de compromiso que  hay entre sus miembros tampoco está claro. Tal vez por ello el presidente de Francia, F. Hollande, que considera que su país está en guerra, todavía no ha pedido una reunión de los miembros de la NATO ni ha manifestado su intención de solicitar de forma oficial que se active el artículo 5 de defensa mutua. El incidente ocurrido con el avión militar ruso puede convertirse en el detonante que contribuya, obligue, a poner sobre la mesa de la NATO las cartas boca arriba, y dejar claro quién es aliado de quien en pleno  siglo XXI.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Siempre me ha parecido que desde Turquía se ha querido islamizar, con todas sus consecuencias, a Europa, nunca me ha hecho gracia que quisiera entrar en la UE, tampoco me he creído que el laicismo de ese país durara mucho tiempo y los hechos lo están demostrando.