domingo, 13 de diciembre de 2015

CAMBIO CLIMÁTICO: UNA VEZ MAS "AGREEMENT", PERO ¿PARA QUE?

Tener un mínimo conocimiento de la historia es importante por muchas y diferentes razones. Una de ellas porque es fundamental para poder valorar lo que está ocurriendo a nivel político. Los grandes pactos, de transcendencia internacional, importantes por lo acordado y por ser duraderos, que ha habido a lo largo de historia siempre se han dado entre un número pequeño de países representativos de la esfera internacional. En nuestra época se ha puesto de moda, no tiene otra explicación, que se cierren pactos entre un numero grande de países, a nivel mundial, a nivel UE, etc., que luego no se respectan o simplemente no se traducen en nada importante y duradero. Un claro ejemplo es el  denominado  acuerdo universal de lucha contra el cambio climático que se cerró ayer la Conferencia Mundial del Clima celebrada  en Paris, sumándose a él 195 países, entre ellos países que tienen graves problemas de contaminación, como por ejemplo, China.

Un titular del periódico El País resume y  describe de forma clara el acuerdo, dice: “Una meta global ambiciosa pero sin objetivos de emisiones vinculantes”. El acuerdo fija una meta global, que la temperatura media a finales del siglo no supere los 2 grados respecto a los niveles preindustriales, pero no fija los objetivos nacionales a alcanzar para logarlo. Cada país deberá elaborar y presentar su plan de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, fijando su techo nacional de emisiones, y como y cuando decide alcanzarlo. El acuerdo fija que los techos deberán alcanzarse lo antes posible, estableciéndose que los países desarrollados deberán ser los primeros en reducir sus emisiones, teniendo los países denominados en transición más tiempo, aunque en ninguno de los dos casos se fija un año en concreto. El significado del acuerdo viene a ser algo así como si a la entrada de una ciudad apareciera una señal que dijera  "Reduzca la velocidad lo antes posible. Los que tengan mayor renta que reduzcan antes su velocidad”. Lo único que deja claro el acuerdo es que los países desarrollados deberán de financiar la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero de los países con economías en transición, para ello se creara un fondo a partir del 2020 al que los países desarrollados deberán aportar cada año 100.000 millones de dólares. El acuerdo es un verdadero absurdo, carece de fuerza legal, y es  negativo para los países desarrollados.

El acuerdo climático es un verdadero absurdo. Carece de fuerza legal a no fijar objetivos nacionales, ni en cuanto a reducción de emisiones ni en cuanto a fechas. Los expertos dicen que con los planes nacionales de reducción de emisiones presentados ya por 187 países no se alcanzar el objetivo general, pues la temperatura subirá en 3º. El plan es muy negativo para las economías de los países desarrollados. Primero, porque deben de contribuir económicamente a la reducción de emisiones de países en transición. Segundo, porque provocara la pérdida de competitividad de economías de países desarrollados, los cuales tendrán que someter a sus economías antes que otros países a  unas normas medioambientales que incrementaran cotes de producción, contribuyendo así, sino se adoptan medidas, a favorecer todavía más su desindustrialización.

El Protocolo de Kioto (1997) sobre el cambio climático es un acuerdo internacional que tenía  por objetivo reducir las emisiones de gases de efecto invernadero durante el periodo 2008-2012 con respecto a 1990. La UE en su conjunto ha logrado cumplir los objetivos marcados por el Protocolo de Kioto, pero algunos países como España no. A cada país se le otorgó un margen distinto en función de diversas variables económicas y medioambientales según el principio de «reparto de la carga», de manera que dicho reparto variaba entre un  -21 % para Alemania hasta un +27 % para Portugal. España, que se comprometió a aumentar sus emisiones un máximo del +15% en relación al año base, lo ha sobrepasado hasta llegar al +23,7%, aunque gracias a la crisis ha podido maquillar el resultado ya que en el 2004, España emitía un 53% más que en 1990. Pero según los expertos el cumplimiento de Protocolo de Kioto ha provocado una fuerte pérdida de competitividad de la UE y contribuido a su desindustrialización, entre otras cosas porque ha provocado que subiera el coste de la energía.

Un claro ejemplo de la pérdida de competitividad de la industria debido al incremento del coste de la energía lo tenemos con la crisis del acero. El coste energético en Europa relacionado con las industrias que utilizan intensivamente la energía, como es el caso del acero, es mucho más alto que fuera de la UE, en países que no han cumplido con el Protocolo de Kioto. Es decir, el establecimiento de normas medioambientales ha hecho caer la industria de la UE, como es el caso del sector del acero, produciendo despidos masivos, y varias plantas de la UE han tenido que reducir su producción o cerrar.

El nuevo acuerdo mundial contra el cambio climático nace condenado al fracaso. Los países desarrollados que decidan adoptar medidas para cumplir el acuerdo contra el cambio climático estarán condenando  a su industria a desaparecer, al perder esta competitividad frente a países que decidan no adoptar dichas medidas, es decir, no reducir la emisiones de gases de efecto invernadero, o retrasar su reducción.  Par que el acuerdo contra el cambio climático fuera eficaz, no afectando de forma negativa a las industrias de los países industrializados, debería haber fijado objetivos a alcanzar en fechas concretas, no solo a nivel nacional sino también por tipo de industria, medios de transporte, etc.,  es decir debería contemplar un conjunto de normas  de obligado cumplimiento a nivel global, de tal forma que una empresa de un país respetuoso con el medioambiente, deseoso de cumplir el acuerdo de ayer, no vea reducida la competitividad de su industria respecto a otro con una regulación medioambiental más lasa, al tener que estar sometida la industria de  todos los países a las mismas normas internacionales. Ante  el acuerdo contra el cambio climático los países desarrollados tienen tres alternativas: Condenar su industria a desaparecer, cumpliéndolo. No cumplirlo. Y tres, imponer aranceles a los productos provenientes de países con una regulación medioambiental con menor exigencia en cuanto a reducción de emisiones. En mi opinión, la lucha contra el cambio climático requiere no absurdos acuerdos sino invertir mucho más en investigación y desarrollo de tecnologías destinadas a capturar, almacenar y eliminar el CO2 y una regulación global sobre emisiones, vinculante e igual para todos los países.

La lucha contra el cambio climático es utilizado por muchos grupos para atacar el sistema capitalista occidental, y por tanto es entendible la alegría que manifestaron  ayer al firmarse el acuerdo, pero y la euforia de los gobernantes de los países desarrollados occidentales ¿A qué se debe? “Agreement” ¿Para qué? ¿Qué se esconde detrás del acuerdo contra el cambio climático? ¿Qué intereses, económicos  ideológicos, etc.,  lo han hecho posible? No creo que el actual acuerdo contra el cambio climático pueda contribuir a frenar el porcentaje de emisiones de gases de efecto invernadero, como mucho puede provocar  que unos países las reduzcan, incrementando el coste de la energía y reduciendo su industria,  mientras otros aumentan  su producción industrial, con energías de bajo coste y muy contaminantes. En este sentido el comercio de derechos de emisión de COva a favorecer que unos países decidan renunciar a su industrialización a cambio de vender sus derechos de emisión a países industrializados, los cuales en beneficio de una mayor competitividad no desean reducir las emisiones producidas por su industria, como ya está pasando con algunos países de la actual UE, pertenecientes a lo que se conoció como  Europa del Este. Pero lo más preocupante no es el acuerdo de ayer sino  las numerosas similitudes que se están dando entre los últimos años de la Administración Clinton y los de la actual Administración Obama. Al final de la era Clinton se firmó el Protocolo de Kioto, ahora se ha firmado el actual acuerdo contra el cambio climático, ¿Coincidencia o algo más?

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1 comentario:

Anónimo dijo...

ECO me has dejado pasmado/a no sé ni lo que comentar a todo eso, lo único que se me ocurre con esa coincidencia entre el protocolo de Kioto con Clinton y la cumbre de París con Obama (ambos demócratas)que sea la antesala para efectuar todos los cambios necesarios para empobrecer el hemisferio norte y enriquecer el hemisferio sur, o sea, dar una imagen falsa de los ricos menos ricos y los pobres menos pobres, o algo así.