domingo, 6 de diciembre de 2015

DÍA DE LA CONSTITUCIÓN: ‘LO QUE FUE NO ES LO QUE ES’.

El Día de la Hispanidad, o también llamado el Día de la Fiesta Nacional, 12 de Octubre, y el Día de la Constitución, 6 de Diciembre, desde siempre son dos fechas cuya celebración por las elites dirigentes despiertan en mí una especial atención. Todos los años, por diferentes motivaciones,  sigo con interés tales celebraciones. El Día de la Hispanidad, principalmente,  porque es un día especialmente militar, en el que unidades de  las Fuerzas Armadas de España realizan un desfile presidido por la Casa Real, por el Jefe de Estado, hoy el rey Felipe VI. Porque es el único día en el que un ciudadano común tiene la oportunidad de ver desfilar a sus Fuerzas Armadas, de ver desfilar a un Ejército que rinde honor a las elites dirigentes españolas, pero que todos los españoles pagamos con nuestros impuestos. El segundo, el Día de la Constitución, porque siendo una celebración  en la  que al igual que en la anterior participan representantes de las principales instituciones del Estado, y  de los sectores con más poder de la sociedad española, está presidida no por el Jefe del Estado, el rey Felipe VI, sino  por el actual poder político democráticamente elegido, es decir, es una celebración en la que no participa la Casa Real. Algo que siempre me conduce a la misma pregunta ¿No participa la Casa Real porque no celebra el día de la Constitución o por qué? Pregunta que  todavía tengo sin  respuesta.  

Me suelen gustar los discursos del presidente del Congreso de los Diputados, Jesús Posada, principalmente porque es claro, le da importancia a la historia, y los priva de connotaciones de índole partidista. El que ha hecho hoy con ocasión de la celebración del 6-D también me ha gustado. El presidente Posada ha comenzado sus discursos haciendo un relato histórico, luego ha hecho algunas propuestas, como la de la necesidad de fortalecer el Estado de Bienestar y reformar las instituciones del Estado, para así reducir la desafección de los ciudadanos hacia las mismas. Luego  ha resaltado la importancia del pacto contra el terrorismo  yihadista, invitando a que se sumen aquellos, partidos políticos etc.,  que todavía no lo han hecho,  ha alertado sobre algunos peligros que percibe, como el de la conflictividad territorial, como el de una nueva división del pueblo español, y por ultimo ha querido renovar  el llamamiento a la concordia que hicieron en el 78 las elites políticas de la época. El presidente Posada ha hecho un  relato histórico,  recordando lo que significó para España, para la sociedad española, la aprobación de la Constitución de 1978, afirmando algo a mi parecer importante y cierto, que creo que es conveniente repetir  “La Constitución del 1978 fue un gran éxito colectivo”. Y  también a través de su discurso ha recordado palabras de discursos del gran ausente, la Casa Real de Borbón, o sea la Jefatura del Estado.

Me gusta la Constitución del 78, nunca antes el pueblo español había tenido una Constitución que reconociera a los ciudadanos tantos derechos y libertades. La Constitución del 78 es equiparable a la de las principales democracias occidentales. Salvo pequeños detalles, como puede ser el Titulo II, de la Corona, no creo que necesite reformarse. Aquellos dirigentes que proponen incluir en la Constitución más derechos para los ciudadanos, o tienen deseos utópicos o únicamente están intentando manipular a la opinión pública con fines electorales. Como bien ha dicho el presidente Posada “La Constitución del 1978 fue un gran éxito colectivo”.
 
“La Constitución del 1978 fue un gran éxito colectivo”, es innegable, pero una cosa es el pasado y otra muy diferente el presente, una cosa es lo que fue y otra lo que es. Y es lo que es, precisamente, lo importante, aquello por lo que debemos juzgar la España actual. La España actual es muy diferente a la del 78. Entonces España avanzaba, buscaba democratizarse, progresaba, se integraba en la esfera de las principales democracias occidentales, mejoraban los servicios públicos, mejoraba la calidad de vida de los ciudadanos, y las elites dirigentes  buscaban la concordia, buscaban una convivencia pacífica entre todos los españoles. Hoy España retrocede en todos los ámbitos, político, social, económico, y también en el ámbito de los derechos y libertades. España se empobrece, aumentan las desigualdades sociales, se vuelven a  elegir  equivocados aliados en la esfera internacional, y las elites promueven el incremento de la conflictividad social. Hoy en España muchos ciudadanos viven en un ambiente de total hostilidad y continuas amenazas. La España de hoy es muy diferente a la del 78, la concordia se ha roto, y ya no es un fin a logar por las elites dirigentes.

La celebración de hoy tiene una importante peculiaridad, se ha observado que la elite política admite como un éxito consumado que el mapa político español se haya fraccionado en cuatro partidos políticos, PP, PSOE, Ciudadanos y Podemos, habrá que esperar al próximo 20-D para saber si la ciudadanía lo percibe también así, o no  y en qué proporción.  Además, al estar próximas una nuevas elecciones generales, la celebración del Día de la Constitución de hoy tiene un especial interés, en concreto los comentarios efectuados ante los medios de comunicación por los principales lideres políticos. Pudiéndose agrupar en dos grandes grupos. Los líderes de PSOE, Ciudadanos y Podemos, respectivamente Sánchez, Rivera e Iglesias,  creen que en mayor o menor medida se debe de reformar la Constitución. Por el contrario el líder del PP, el presidente Rajoy, dice que cree que no es lo prioritario en este momento.

Aunque se suele repetir siempre que hay unas elecciones, por su importancia creo que es importante recordar que elegir una opción política u otra siempre tiene consecuencias. La democracia es únicamente el gobierno de la mayoría. La gestión política es ante todo ideología. El político no decide en función de sus conocimientos, sino principalmente en función de su ideología. Lo que hay que valorar a la hora de elegir a un gobernante a través de las urnas no son sus títulos académicos, ni sus conocimientos, ni su experiencia, sino sus ideas y que soluciones propone  en función a ellas. Las desigualdades, no solo de carácter económico, sino también de otro tipo, han aumentado enormemente en los últimos años en la sociedad española. Está constatado que los países con un elevado nivel de desigualdad están siempre condenados al fracaso. Una elevada  desigualdad acaba provocando siempre no solo conflictividad social sino también  el empobrecimiento colectivo, el empobrecimiento de los países que la padecen. Dedicar esfuerzos y recursos a que no progresen unos, la mayoría, en beneficio de unos pocos,  a la larga solo acaba  provocando que no progrese el conjunto. Si dos ciudadanos viven en plantas distintas de un edificio, para poder encontrarse solo hay dos alternativas, que uno suba o que el otro baje. Con la desigualdad social pasa algo parecido.  La igualdad es un valor democrático reconocido en la Constitución del 78, para que sea una realidad, para que disminuyan dichas desigualdades solamente  hay dos posibilidades: Que los de arriba disminuyan ingresos y pierdan privilegios, o que los de abajo mejoren, progresen,  aumentando su calidad de vida y sus derechos.

El partido político Podemos, es principalmente un instrumento al servicio del comunismo internacional en España. Por tanto que  su líder, Pablo Iglesias, acompañado de un ex JEMAD del Ejército Español, Julio Rodríguez, diga cosas como  “Muchas gracias 1978”, y  promueva una reforma de la Constitución, es preocupante. Es preocupante, porque Podemos hoy por hoy no tiene fuerza política para abrir un proceso constituyente, ni  simplemente para  reformar la actual Constitución, entonces ¿Con que ocultos apoyos cree contar Pablo Iglesias? No lo sé, pero  vivimos en un mundo globalizado, en el que todo país, España también, tienen intereses y compromisos internacionales, y por tanto es importante recordar a las elites españolas ‘Cuidado, los abusos que cometas en España, igual los tienes que pagar fuera’. No solo eso, sino que los posicionamientos en política internacional tienen repercusión sobre la política nacional y la economía. Por tanto, si Francia ha pedido apoyo miliar a España y el Gobierno se lo ha negado, lo sabremos, se notara en la evolución de las relaciones comerciales, de inversiones, etc.,  entre ambas economías, española y francesa. 

Podemos,  es el enemigo, es el  principal enemigo de la democracia española. Podemos es un Prestige que amenaza toda España con sus conceptos sobre democracia, libertad, forma de hacer política, relaciones internacionales. Podemos es un barco que debe ser hundido o acabara hundiendo la democracia  española provocando tensión política, inseguridad ciudadana y conflictividad social. Podemos es  un enemigo que dice estar militarizado, que da a entender que tiene más poder que el que se le conoce, pero no temamos, recordemos que   ‘No son muy poderosos aquellos que consideran que ganar una guerra depende de derrotar a un soldado’. 

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me da la sensación que se exagera un poco en el último párrafo sobre Podemos, yo, desde luego, no lo veo así: Podemos me parece que no va a ganar las elecciones, sin embargo si que un partido con su ideología es necesario para bajarle un poco los humos al resto de partidos, que enseguida se suben por las ramas para que no se los coman los leones, dejando al resto en la base del árbol para que sea carnaza de ellos.Me parece que es la primera vez que ocurre en la historia reciente de España, que la izquierda no está muy dividida, estándolo más la derecha (al PSOE después de lo visto en los últimos años casi se puede considerar de derechas o centro derecha); es cierto que lo ideal sería una España unida, pero ya la propia Constitución de 1978 abrió la posibilidad de una España plural con la aprobación de las Comunidades Autónomas ¿si se hizo era porque se veía que era necesario, o no? entonces ¿porqué nos rasgamos las vestiduras cuando hablamos de que la Constitución necesita una reforma, si al fin y al cabo la mayor parte de las competencias estatales están transferidas a las Comunidades Autónomas? ¿se pueden hacer las cosas poco a poco? quizás ahí esté la solución.

Anónimo dijo...

Otra cosa distinta es el Partido Popular, que está totalmente empeñado en la unidad de España y no quiere ni dar opción a Cataluña para independizarse; lo cierto es que el presidente Mas y el resto de independentistas han ido muy rápido, sin pensar en las consecuencias de ello, el rizo se va rizando cada vez más y ya es hora que se desenrede. Si ganara el Partido Popular, tendrá que oír a los catalanes sin más remedio, porque ya la mayor parte de los catalanes que no quieren la independencia están en edad de jubilación si no es que están ya jubilados, y aunque Albert Rivera no entra en ese grupo, ni los de su partido, si que pueden jugar un doble juego dependiendo de dónde se dirija la balanza. Es la gente joven de Cataluña la mayor parte de la gente que quiere la independencia, y esto es un hecho histórico, transmitido de generación a generación y sólo suavizado levemente en época de Franco. Así que si gana las elecciones el Partido Popular tendrá que sentarse a hablar de Cataluña con el resto de partidos, por mucho que le pese.