Desde hace tiempo, en la política
española se viene percibiendo que hay muy
poca transparencia, y si por el contrario mucho doble lenguaje y mucho oculto
pasteleo, lo que conduce a que con frecuencia se cierren ocultos y antidemocráticos
acuerdos entre las elites dirigentes, acuerdos difícilmente explicables ante la opinión publica
de una sociedad democrática. El nombramiento de Charles Puigdemont como
presidente de la Generalitat, me parece fruto de lo anterior: ¿Por qué la CUP
le da un apoyo que le negaba al expresidente Artur Mas? No lo sé, pero
evidentemente hay una razón para ello, y teniendo en cuenta que Puigdemont y
Mas son del mismo partido, Convergencia, todo da a entender que Puigdemont pone
sobre la mesa algo, más allá de lo ideológico, que Mas no podía o no quería poner.
He seguido con detenimiento el
discurso de toma de posesión del presidente Puigdemont buscando encontrar algo, un tipo de oratoria, una
propuesta, una idea, que pueda justificar su oscuro nombramiento y definir un
poco más su perfil. Su discurso da a conocer que, como el bien ha dicho, no es
marinero sino capitán, pero un capitán, en mi opinión, que tiene una concepción arcaica, desafiante y
peligrosa de la forma de gobernar, y por tanto un capitán poco idóneo para
coger el timón de Cataluña en un momento trascendental y complejo como el
actual. Puigdemont ha querido dejar claro que es un romántico, citando un poema
turco de Nazim Hikmet: “Lo más bonito del mar es lo que no hemos navegado”, no sé si será por
eso por lo que la CUP le ha dado su apoyo. Genial poema de amor, cuyo contenido
seguro que sintieron muchas de las parejas de enamorados que viajaban en el transatlántico
Titanic antes de que este chocara y se
hundiera. En mi modesta opinión, de simple soldado, poco mar le queda por ver
al presidente Puigdemont, pues su elección para guiar el rumbo de Cataluña creo
que ha sido desacertada, inoportuna, no conveniente, un gran error. Mi única duda es ¿Cuál será el
primer iceberg con el que chocara el presidente Puigdemont?
El principio de Peter dice cosas como “Con el
tiempo, todo puesto tiende a ser ocupado por un empleado que es incompetente para
desempeñar sus obligaciones”. Creo que el presidente Puigdemont pasara en breve a ser un nuevo gobernante que confirme
el principio de Peter. En mi opinión Puigdemont pasara a ser un capitán que
nunca debió de dejar de ser marinero, hundiendo Cataluña, su economía y su
sociedad, en un mar que nunca se debió de navegar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario