En el 2008 siendo presidente
del Gobierno Rodríguez Zapatero, como consecuencia de la crisis financiera mundial,
se dio a conocer que el barco de la economía española había chocado contra un
iceberg y amenazaba con hundirse. Entre otras cosas debido a que la economía española se había sobreendeudado,
perdido competitividad y tenía muchos sectores económicos sobredimensionados. Como
consecuencia muchas empresas cerraron, y
se destruyó empleo, llegando el paro a representar más de un 25% de la población
activa. Durante la pasada legislatura el presidente Rajoy ha puesto parches,
evitando que el barco se hundiera. Ha evitado que el barco se hundiera
apretando principalmente el cinturón de
los sectores más desfavorecidos de la sociedad española, con recortes en el
gasto en servicios públicos, favoreciendo que aumentara la competitividad
reduciendo los costes laborales, y obteniendo un rescate de la UE para la
banca, en concreto para salvar las antiguas Cajas de Ahorro. El paro ha bajado,
pero gracias a la creación de empleo de baja calidad y muy precario, con bajos
salarios. Claro que desde la perspectiva de los ciudadanos, mejor es algo que
nada, pero ello ha sido muy malo para el país. España se empobrece, la
denominada caja de la Seguridad Social no ingresa lo suficiente, y el Gobierno
es incapaz de reducir lo necesario el déficit.
El presidente Rajoy ha logrado
que el barco de la economía española siga a flote. Pero mientras ello ocurría
la democracia española entraba en un proceso de evidente descomposición y degradación. Proceso que lógicamente ya había comenzado
hace tiempo pero que se ha empezado a notar ahora, con cosas como el
fraccionamiento del mapa político, dando una composición del Congreso de los
Diputados que dificulta la formación de Gobierno, y con la entrada en la vida política
española de un partido como Podemos, de ideología comunista, a las órdenes del
comunismo internacional y financiado por países como Irán.
Sin precedentes en lo que
llevamos de democracia, el líder del
partido con mayor representación en el Congreso, Mariano Rajoy, conocedor de
que no contaba con los apoyos suficientes para ser investido presidente, no ha querido someterse a una votación de
investidura, ello ha conducido a que el Jefe del Estado, el rey Felipe VI,
propusiera como candidato a presidente al líder del PSOE, Pedro Sánchez, el
cual ha aceptado. Desconociéndose hasta el momento si ya cuenta o no con los
apoyos suficientes para ser investido presidente. La votación será el próximo 2
de Marzo, y por ahora ningún partido le ha dado de forma pública su apoyo. Si no logra ser investido presidente ni por mayoría simple, habrá dos meses para
que algún candidato intente formar un mayoría suficiente para ser investido
presidente.
Desde el 20 de Diciembre el
tiempo corre, corre de forma clara en contra de España. Cada minuto que corre
el reloj teniendo España un Gobierno en funciones, es un minuto que se retrasan decisiones necesarias para
resolver importantes problemas que afectan a los ciudadanos. Pero, ¿Cómo afecta el paso del
tiempo a los partidos políticos? ¿A qué partidos beneficia que se logre formar
un Gobierno o que se convoquen elecciones?
En mi opinión, al Partido
Popular, del cual no cesan de emerger casos de corrupción, le interesa mucho,
como de forma pública manifiestan muchos de sus dirigentes, que se forme un
Gobierno de coalición presidido por Mariano Rajoy y del que formen parte PSOE y
Ciudadanos. Pero a la vez según las encuestas que el reloj corra tampoco le
perjudica, pues al día de hoy en unas futuras elecciones el PP como mínimo mantendría
su actual número de diputados. De forma clara el reloj corre en contra de Ciudadanos.
Sin contar con un espacio electoral consolidado, con muchos votos prestados,
sobre todo del PSOE, unas nuevas elecciones podrían desgastarlo de forma
importante, perdiendo muchos votos. El reloj, en mi opinión, también corre en
contra del otro emergente, Podemos, pero de forma muy diferente. A Podemos, de no poder formar un
Gobierno de coalición con el PSOE, le interesa que haya elecciones cuanto
antes. La coyuntura internacional, no solo económica sino también política se está complicando, y ello le va a restar
apoyos tanto nacionales como internacionales a un partido como Podemos, de ideológica
comunista. Y queda Pedro Sánchez. Cosas como los efectos de la crisis económica, decisiones adoptadas por el
ex presidente Zapatero, divisiones internas, el ascenso de dirigentes muy
mediocres, crisis de liderazgo, etc., están provocando que el PSOE lleve años en caída
libre, perdiendo votos y poder político e influencia en la sociedad española. Sin lugar a dudas al
PSOE de no poder gobernar, le interesa que se retrasen las próximas elecciones
lo máximo posible, de tal forma que a través del desgaste de otras fuerzas políticas,
y nuevas propuestas y tal vez también nuevos líderes, logre recuperar su antigua
posición en el mapa político español.
El líder de Podemos, Pablo
Iglesias, acaba de presentar un programa de Gobierno, buscando así coger la
iniciativa en la formación del próximo Gobierno, cuestionando el rol de Pedro Sánchez, no solo
como candidato a ser investido, sino como líder de la izquierda. No sé qué habrán
hablado Pablo Iglesias y el expresidente Rodríguez Zapatero, en la conocida cena en casa del ex ministro
Bono, pero todo da a entender que por alguna razón Pablo Iglesias cuestiona la
fuerza de Pedro Sánchez dentro del PSOE. Con la presentación de dicho documento Podemos busca
someter al PSOE de forma pública a un costoso chantaje, atrayendo a la vez la atención
mediática con una serie de propuestas, muchas de ellas de forma clara inviables
y populistas. Como por ejemplo la de buscar reformar la Constitución sin contar
con los dos tercios del Congreso de los Diputados, contando únicamente con el
sí obtenido en un referéndum consultivo. O flexibilizar los objetivos de déficit,
para así poder aumentar el gasto público. O viejas reivindicaciones comunistas, como la de
revisar el papel del España en la OTAN o la presencia de militares americanos
en la base de Morón.
España tiene un principal
problema político, que dificulta la gobernabilidad, y contribuye a descomponer
y degradar la democracia española, se llama Podemos. Podemos esta de forma inexplicable
transformando la sociedad española,
convirtiendo en aceptable lo que debería ser condenable en toda democracia. El
caso más claro lo tenemos con los denominados escraches. Sectores de la
sociedad española, entre los que se encontraba Podemos, querían
escraches, que se popularizaran, pues ya lo han logrado. El último en sufrir
uno ha sido el concejal de seguridad del Ayuntamiento de Madrid, Javier
Barbero, el cual al verse afectado se ha quejado ante los medios de comunicación
de que la Policía Nacional no haya intervenido para garantizar el orden público
y su seguridad. Escraches apoyados en el pasado por la ex juez y actual
alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena. En mi opinión, algo grave que se
consideren las acciones violentas de los escraches como algo que se debe tolerar, como
una simple forma de expresión, pues de los escraches a los paseos hay un paso.
España tiene un principal
problema político, que dificulta la gobernabilidad, y contribuye a descomponer
y degradar la democracia española, se llama Podemos. Un problema que debemos
esperar que la evolución de la coyuntura internacional y la actuación de sus
dirigentes allí donde han logrado coger poder político, o sea gobernar, provoque
su desaparición, privándolo de los actuales apoyos internacionales y nacionales, y como consecuencia reduciendo su
apoyo electoral. La denominada crisis de los refugiados está enturbiando las
relaciones entre los miembros de la UE. Por desconocidos y ocultos intereses la canciller de Alemania, Ángela
Merkel, paso de decir “El modelo multicultural en Alemania ha fracasado”, a decir “Venid con
nosotros”, eso sí, tardo poco en decir “Id con ellos”, intentando imponer unas
cuotas de reparto de inmigrantes-refugiados sirios no aceptadas por la mayoría de
los países miembros de la UE. Por ejemplo, el primer ministro de Francia,
Manuel Valls, ha dicho que solo aceptara 30.000 de los 160.000 que le quiere
imponer Merkel. Entre otras cosas, debido a los sucesos ocurridos en las pasadas
Fiestas Navideñas en numerosas ciudades europeas, denunciado numerosas jóvenes que habían sido objeto de
ataques con fines sexuales por parte de ciudadanos extranjeros, ya la única capital
que da la bienvenida a los refugiados sirios es Madrid, donde gobierna Podemos,
algo lógico teniendo en cuenta el perfil de su actual alcaldesa, Carmena, y su
portavoz, Rita Maestre. El primer ministro de Rusia, Dimitri Medvedev,
recientemente ha dicho: “Siria corre el riesgo de convertirse en una guerra
permanente e incluso mundial” “Nos estamos desplazando rápidamente a un periodo
de una nueva guerra fría” Acertado análisis y advertencias o amenazas preocupantes.
Es evidente, que sucesos como el del atentado de la Maratón de Boston (2013),
el ataque armado contra el Charlie Hebdo
(Enero del 2015), el ataque armado contra la discoteca Bataclan en Paris (Noviembre del
2015), por citar 3 de la actual década, dan a entender que vivimos ya desde
hace tiempo en un escenario de guerra fría, lo que hasta ahora no está claro es
quienes son los principales actores y quien es aliado de quien, que parece ser
que es lo que quiere dejar claro Medvédev. No sé qué está pasando realmente en
la evolución de las relaciones internacionales, pero está claro que no es
positivo, y sobre todo que es perjudicial para el futuro de un partido político
como Podemos, de ideología comunista, al servicio de los intereses del
comunismo internacional y financiado por Irán.
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