Por
muchas y diferentes razones, la XI Legislatura
va a pasar a la historia por ser distinta a las anteriores. Primera, ha sido el resultado de un elevado
fraccionamiento del mapa político español. Segunda, por primera vez un partido político
como Podemos, de ideología comunista, ha logrado entrar en el Congreso gracias a una exitosa operación
política, financiada por actores de lo que se conoce como el comunismo
internacional y apoyada, mediáticamente y con votos, por corruptos sectores de la derecha española.
Tercera, al no ser capaces los partidos
con representación en el Congreso de los Diputados de lograr el consenso
necesario para nombrar un Gobierno, la XI Legislatura pasara a la historia por
disolverse antes de haber podido aprobar una sola Ley.
El
presidente del Congreso, Patxi López, ha dicho que todo se está desarrollando
en un ambiente de normalidad. Si se entiende por normalidad democrática que no
hay ruido de sables, evidentemente tiene razón. En el actual contexto
internacional, en un país como es España, miembro de la NATO y de la UE, es
imposible que se pueda producir algún tipo de movimiento de sables que no esté
justificado por la situación político- social, por algún hecho grave. En caso
contrario sería condenar a España, entre otras cosas, otra vez, al más completo aislamiento internacional. Pero si tenemos amplitud de miras, y no
miramos solamente a lo que hacen o
piensan los militares, es evidente que España se encuentra en una situación crisis,
en la que la unión de diferentes elementos políticos y sociales impide que el
sistema democrático cumpla su función, la elección por parte del conjunto de
los ciudadanos de un nuevo Gobierno. En España hay muchos otros peligros además
del de un posible movimiento de los militares ordenado por aquellos de quien reciben órdenes, como es la situación de la economía, y su
consecuencia directa el paro, hoy ya muy elevado. Desconozco hasta qué punto
las elites dirigentes españolas controlan lo que está ocurriendo en España,
pero está claro que no es un situación de normalidad democrática sino de crisis
política, de una crisis que provocara consecuencias negativas e indeseables
efectos colaterales.
En
este momento, en la sociedad española se
habla mucho sobre quién, que partido político, que líder, ha salido ganador o
perdedor con la próxima disolución de
Las Cortes Generales de la XI Legislatura. En mi modesta opinión, el resultado está
claro: Partidos políticos 1-Conjunto de los ciudadanos 0. La crisis política en que se encuentra España,
por mucho control que ejerzan sobre ella las elites, provocara consecuencias negativas e
indeseables efectos colaterales. Y como siempre, no serán las elites
dirigentes, o su cara visible, la casta política, los sectores sociales que saldrán
peor parados. Los miembros de las elites dirigentes suelen ser siempre los últimos
a la hora de pagar las negativas
consecuencias de sus irresponsables, equivocadas e interesadas
decisiones. Lógicamente, su colchón siempre amortiguara la caída mejor que el
de otros sectores de la sociedad española, menos pudientes.
Creo
que la situación política que vive España se explica de forma clara con la
siguiente anécdota: Una chica lleva muchos años saliendo con un chico, pero le
gusta otro, con el que mantiene
contactos esporádicos. Un día el chico, su novio, le pide matrimonio, y la chica le contesta,
tengo dudas, dame dos meses más para pensármelo. Está claro que la chica no tiene
dudas, quiere más tiempo para ver si el otro se decide. Se podría decir que
esto es lo que está pasando en el actual ambiente político español. Hoy por hoy
las alternativas para formar Gobierno son las que son. Una gran coalición
PP-PSOE, o un Gobierno del PSOE con miembros de Podemos, algo que al PSOE hoy
por hoy no le parece aceptable, y por eso Pedro Sánchez, en mi opinión, de forma muy hábil e inteligente, ha propuesto
presidir un Gobierno en el que entraran independientes, es decir, un Gobierno
formado por independientes que defendieran los intereses de Podemos, de esta
forma contentaba a Podemos y evitaba reproches, tanto a nivel nacional como
internacional, por dejar entrar en el
Gobierno de España a personas en nómina del comunismo internacional. En dos
meses poco puede cambiar políticamente en España, según las encuestas ningún partido
va a obtener una victoria holgada en las próximas Elecciones Generales. O las
elites dirigentes están cociendo algún tipo de resultado, cosa que no sería de
extrañar, o a partir del próximo 26 de Junio, las alternativas para poder
formar Gobierno seguirán siendo las mismas que ayer, lo cual teniendo en cuenta
que el doble lenguaje domina en la política española, nos conduce a
preguntarnos ¿No han podido formar Gobierno o no han querido? En mi modesta opinión,
y parafraseando a John Lennon, “Todo lo que necesitas es amor”, la política española
necesita amor, más amor que permita ver a sus dirigentes que con determinadas
cosas no es conveniente jugar.
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