Han transcurrido cuatro
meses desde las últimas elecciones generales y los partidos políticos, con representación en el Congreso de los
Diputados, no han logrado ponerse de acuerdo para nombrar un nuevo
presidente del Gobierno. España se prepara para unas nuevas elecciones
generales. La XI Legislatura puede pasar a ser la más breve de la historia de
la democracia española. El Congreso acaba de nombrar la Diputación Permanente, si no hay un
acuerdo de última hora Las Cortes Generales se disolverán dentro de 11 días, y
todo indica, que es mas probable que en
el Congreso se llegue a una mayoría de consenso a favor de considerar
al presidente en funciones, Mariano
Rajoy, “Persona non grata”, como ha ocurrido recientemente en el Ayuntamiento
de Pontevedra, que a la mayoría necesaria
para nombrar otro Presidente. Lo Sres. Diputados no logran ponerse de
acuerdo para nombrar un nuevo Gobierno,
pero si para convertir el Congreso en un Teatro y leer El Quijote.
En este ambiente, no
bueno, de crisis política, de ingobernabilidad democrática de España, ayer el
Congreso ha sido utilizado para realizar un
acto político-teatral encuadrado en la celebración del 4º Centenario de
la muerte de Cervantes. Los señores diputados han querido convertir la ilustre
Cámara, en la que reside la soberanía popular, la Cámara que es la imagen política de España frente al
exterior, en el escenario de un
teatro. Teatro en el que los señores
diputados eran simple público, y el orador principal un tipejo, Manuel
Tafallé, que interpretaba de forma muy
burda a Cervantes. Un acto político-teatral que ha culminado con la salida de
los actores por la puerta principal del
Congreso, puerta reservada únicamente a altas personalidades políticas.
Entiendo, que España es
un país con pocas figuras históricas colectivamente reconocidas como tal, y por tanto las elites dirigentes, y su imagen
visible, la casta política, aprovechan cualquier oportunidad para engrandecer
el pasado de España homenajeando a alguna de ellas. Pero también es evidente que
hay sitios más apropiados para realizar un acto de homenaje a un
escritor que la Cámara en la que reside la soberanía popular. Está claro que el
acto de ayer en el Congreso ha sido mucho
más que un simple acto de homenaje a Cervantes. Desconozco a quien y que mensaje querían enviar los Sres. Diputados
con el acto político-teatral que ayer ha
tenido lugar en el Congreso. Pero, lo
que si tengo claro es que con su realización han escenificado y dado a
conocer a la opinión pública nacional, y
también internacional, la imagen más oscura, fascista, déspota y decadente de
la actual España.
El novelista ruso
Dostoievski, en un artículo titulado “La mentira se salva por otra mentira”
(Diario de un Escritor, 1879) hace una de las primeras lecturas que existen de
la obra del Quijote. En el escrito, entre otras cosas, Dostoievski resalta como Don Quijote creaba nuevas
mentiras para defender y argumentar las mentiras, que él consideraba que ya no
eran creíbles, fruto de su locura. El ser humano suele recurrir a esta táctica
con frecuencia, no solo en un estado de locura, sino en muchas otras
situaciones, de miedo, de desengaño amoroso, etc., para así autoengañarse, y
evitar asumir la realidad. En este sentido está claro que España ha vivido
y vive una situación política
quijotesca, de autoengaño, de continua elaboración de nuevas mentiras,
encadenadas, para intentar negar lo evidente, que la actual España no es la que
sus gobernantes dicen que es, para intentar negar y ocultar comportamientos de
las elites dirigentes nada o poco democráticos. En España con continuas
mentiras se intenta ocultar que hay terrorismo de Estado, que se producen
sistemáticas, flagrantes e impunes violaciones de los derechos humanos, que el
Estado de Derecho esta anulado, que el
Poder Judicial y la Policía son instrumentos represores al servicio de los
interés de las elites, que hay corrupción
política generalizada, no somos todos
iguales ante la ley, habiendo sectores de las elites que actúan con total
impunidad, ordenando abusos y realizando actividades económicas al margen de la
legalidad vigente.
Durante años en España
ha habido una ola de complicidad política e institucional que permitía que
sectores de las elites nos atacaran, atacaran a los ciudadanos, anulando a la
vez todos sus apoyos. Todos los apoyos que en una sociedad democrática el
Estado de Derecho debe garantizar a los ciudadanos. Complicidad que a la vez
favorecía que las instituciones y los poderes del Estado hicieran la vista
gorda ante evidentes casos de corrupción política. “Es la economía, estúpido”
frase utilizada por Bill Clinton en la
campaña de 1992 contra Bush padre, y parece que es así. Es la perdida de bienes materiales lo
único que realmente le preocupa a las elites, y parece ser que la crisis
económica ha provocado que la complicidad política que había en España
se haya roto.
ETA, la organización
terrorista ETA, o lo que quede de ETA, hoy debe de estar contenta. Hace unos
días, José Ricardo de Prada, juez de la Audiencia Nacional desde 1990, en una mesa redonda organizada por el Ayuntamiento de Tolosa ha afirmado que en España “la tortura se ha producido de manera clara”,
algo que era conocido pero que nadie del nivel de Ricardo de Prada se había
atrevido a reconocer. La complicidad también parece que se ha roto en el asunto
de Cataluña. La reunión entre el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont,
y el presidente en funciones Mariano Rajoy comenzó de forma entrañable,
regalándole Puigdemont a Rajoy un facsímil de la segunda parte del Quijote, no
sabemos que quería simbolizar con ello,
tal vez la petición de un segundo Pacto
de Majestic entre el PP y Junts pel Si, pero luego ante los medios de
comunicación Puigdemont reitero que el
proyecto independentista de Cataluña continuaba. También, fruto de esa complicidad es Podemos, el principal enemigo al que se
enfrenta hoy la democracia española. Un partido de ideología comunista,
financiado y apoyado por el comunismo internacional a través de corruptos
sectores de la derecha española. La aparición de Podemos, y el deseo de
sectores de la derecha española de darle más poder político a sus dirigentes
también está contribuyendo a romper dicha complicidad. Corruptos sectores de la
derecha española han contraído con actores del comunismo internacional el
compromiso de apoyar a Podemos, y con tal fin, es evidente que no paran de
cantar, de dar a conocer casos de corrupción de dirigentes del PP.
Coincidiendo con el 4º
centenario de la muerte de Miguel de Cervantes España vive una era difícil,
compleja y preocupante. Una época quijotesca de mentiras encadenadas, de
objetivos imposibles, de decadencia económica, incluso de Dulcineas que ansían públicamente a su
caballero andante, como es el caso de Andrea Levy, que espera que llegue su
caballero podemíta Miguel Vila. Una época quijotesca en la que abundan los Cervantes buscando crear
su particular Don Quijote. Algunos ya lo
han hecho, como Amando de Miguel que ha escrito una versión moderna y
particular del Quijote titulada “Don Quijote en la España de la reina
Letizia”. Metafóricamente, podríamos
decir que España ha enloquecido políticamente, siendo difícilmente gobernable
democráticamente, lo grave es que la locura política nunca ha sido gratis, ni
siquiera barata.
No hay comentarios:
Publicar un comentario