martes, 31 de mayo de 2016

EXPRESIDENTE FELÍPE GONZÁLEZ Y PABLO IGLESIAS COMPARTEN MALAS AMISTADES.

Desde hace tiempo ya  se conocen los inapropiados vínculos exteriores, económico e ideológicos, de Podemos, con actores del comunismo internacional, y sus  aliados pertenecientes al Mundo islámico. Hasta el punto, que su secretario general, Pablo Iglesias, ha estado y está en la nómina del Gobierno de Irán. Un Gobierno que da apoyo económico y militar a personajes como el presidente de Sudan, Omar Al-Bashir. Omar Al-Bashir se hizo con el poder en 1989, a través de un golpe de Estado, estableciendo una dictadura islámica, similar a la que el Estado Islámico quiere ahora establecer en el territorio que controla en Oriente Medio. Por si eso fuera poco, recientemente se ha dado a conocer que no solo Pablo Iglesias tiene malas amistades, sino también el expresidente Felipe González. En el 2009, Felipe González, firmo, no sabemos si también redacto, una carta dirigida al presidente Al-Bashir solicitándole sutilmente  que diera su apoyo al empresario de origen iraní Farshad en los negocios que deseaba realizar en su país, Sudan.

El presidente Felipe González, que jugó un papel relevante en la construcción de la actual España, no sabemos que hubiera sido de España gobernando otro en su lugar, dejo el Gobierno de España, derrotado en las elecciones generales del 96 por el ex presidente José María Aznar, después de conocerse una serie de importantes escándalos políticos y asuntos de corrupción política. El caso de GAL, el asunto de Lasa y Zabala, el asunto del Banco de España, el asunto de la financiación ilegal del PSOE, etc. Uno de los más curiosos fue el caso Roldan. En una España, en la que se investigaba profundamente a todo aquel que ocupaba un cargo público o entraba a trabajar para el Estado como funcionario, dio la casualidad de que Felipe González no pidió a alguien, por ejemplo al CESID, información sobre Luis Roldan, y lo nombro director general de la Guardia Civil habiendo falseado su curriculum vitae. Luego Roldan acabaría siendo condenado por apropiarse de fondos de la Guardia Civil. Empezaba la España corrupta que hoy conocemos. Aun así,  Felipe González logro marcharse después de 13 años gobernado con una imagen más o menos aceptable, los ciudadanos españoles, y los líderes de opinión, consideraban que González había aportado a la construcción de la España democrática lo suficiente como para disculparle sus errores.

Lo grave no es que el expresidente González, deseoso de enriquecerse, se dedique a hacer negocios, sino que negocios hace y con quien. Lo grave no es que el expresidente González escriba a un presidente de un país para intermediar en favor de un empresario, sino que intermedio a favor de un empresario de origen iraní, cuyas actividades no están claras, y lo hizo pidiéndole ayuda  a un genocida, a un dictador, Al-Bashir,  que ha establecido la ley islámica en su país, Sudan. Además, recientemente se ha dado a conocer que la actual mujer de González, Mar García Vaquero, aparece en los denominados Papeles de Panamá, desconociéndose hasta ahora el volumen y tipo de negocios que realizo con su empresa offshore. Es evidente que las relaciones de Gonzalez no son las más convenientes ni propias de un expresidente  de un Estado democrático miembro de la NATO y la UE. Por otro lado, las malas relaciones exteriores del expresidente González da la impresión que son la explicación a posicionamientos,  políticas y decisiones, que se han tomado en España desde la esfera de poder del PSOE o con su complicidad. La explicación a cosas como la cobarde retirada del Ejército español  de Irak, en el 2004, ordenada por el expresidente Zapatero, retirándole así el apoyo, por otro lado únicamente simbólico, a la coalición internacional que había invadido Irak con el fin de derrotar al régimen de Sadan Huseim. La explicación a cosas como la política migratoria del PSOE o su posicionamiento  ante la denominada crisis de los refugiados, considerando que España debe acoger inmigrantes-refugiados de origen sirio, iraquí, etc., a pesar de que sus dirigentes saben  que un 28% de la población española está en riesgo de pobreza o exclusión social y amenazan con que el sistema de pensiones de la Seguridad Social puede quebrar. La explicación, porque no decirlo, también a abusos y violaciones de los derechos humanos que se han producido en la España democrática.  

Los vínculos de sectores de las elites dirigentes españolas con actores del Mundo islámico son bien conocidos, no se dan solo entre las elites políticas del PSOE, los mantienen también sectores de la derecha española, e incluso la Casa Real. Y viene de antiguo, Felipe González, en un primer momento se opuso a la entrada de España en la NATO, postura también defendida por el entonces ex presidente Adolfo Suárez. Da la impresión de  que dichos vínculos no se han reducido con la integración occidental de España sino que han ido aumentando  y manteniéndose con gobiernos que son considerados una amenaza para Occidente.


Lo ocurrido con Felipe Gonzalez, es un caso más que viene a confirmar que sectores de  las elites dirigentes españolas están sacrificando España, su democracia, sus instituciones, su economía, su mercado laboral, la seguridad y la estabilidad política en beneficio de intereses exteriores. El Partido Popular, según el Poder Judicial, es una organización política que da cobertura a organizaciones criminales, las cuales han contribuido, se desconoce si lo siguen haciendo,  de diferentes formas a blanquear capitales provenientes de organizaciones criminales internacionales. El asunto de la Gürtel, el caso Bárcenas, el caso Púnica, son algunos de los asuntos judiciales que de forma clara  argumentan dicha afirmación, a pesar de que se eternizan en el tiempo no siendo juzgados, para logar así mantener a los responsables el mayor tiempo posible en libertad. Por otro lado, el PSOE es hoy un partido muy débil, desunido, sumido en la mediocridad de sus dirigentes,  carente de un liderazgo que tenga la suficiente fuerza como para defender un proyecto para España, con una serie de líderes a los que se les pasa el arroz y están dispuestos a llegar a cualquier tipo de alianza, incluso con la izquierda comunista que encarna Podemos, con tal de poder tocar algo de poder. Pedro Sánchez, secretario general del PSOE, ha declarado recientemente que no habrá unas terceras elecciones, y es posible, lo que no está claro es que las evitara: Un Gobierno de España en el que entre Podemos, un gobierno tecnócrata, un eterno Gobierno en funciones del PP. 

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