martes, 14 de junio de 2016

DEBATE CONFIRMA ESTANCAMIENTO POLÍTICO DE ESPAÑA.

El debate que han realizado las cuatro fuerzas políticas de dimensión nacional, PP, PSOE, Ciudadanos y Podemos, ha puesto de manifiesto  que España se encuentra en una situación de estancamiento político, produciéndose debates que versan una y otra vez sobre los mismos problemas de España. Además, el debate ha dejado claro que el principal problema de la democracia española son sus partidos políticos, no solo incapaces de dar soluciones a los problemas de los ciudadanos, sino también incapaces de llegar a un acuerdo para dar a España un gobierno democrático y estable. Los cuatro candidatos a presidente del Gobierno han asegurado que no habrá unas terceras elecciones, pero a la vez que lo hacían también dejaban claro que su posición no había cambiado un ápice desde el 20-D. O sea que, o los ciudadanos españoles deciden cambiar  el próximo 26-J de forma significativa su voto, algo que no parece muy probable,  o España se volverá a encontrar en una situación similar a la del 20-D. En cuanto a la forma de organizar el debate, creo que ha sido un especulo demasiado exagerado y triunfalista, no acorde con la situación de parálisis política que vive la democracia española.

La denominada nueva política, concepto  periodístico utilizado principalmente  para justificar dar cobertura mediática a los denominados partidos emergentes, Ciudadanos y Podemos, no está logrando resolver ningún problema de la sociedad española sino que ha creado otro, más importante que los ya existentes, la ingobernabilidad de España.  Liberales y comunistas, estos últimos de forma clara apoyados por sectores de la corrupta derecha española, han debilitado el bipartidismo, impidiendo así la formación de un Gobierno democrático salido de las urnas. El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, ha reiterado en varias ocasiones en el debate que independientemente de quien sea la segunda fuerza política el 26-J, PSOE o Podemos, está dispuesto a llegar a un acuerdo con el PSOE, eso sí, insistió en que con similares condiciones al 20-D, o sea, que sigue queriendo una parte importante de la tarta que representa el Gobierno de España. A la vez se percibe que representativos sectores de la derecha española están dándose mucha prisa en considerar ya a Podemos segunda fuerza política, incluso importantes dirigentes del PP, como el moderado Maroto, desplazando así de dicho puesto al partido Socialista. Muy probablemente el próximo 26-J, el PSOE se vuelva a encontrar entre las garras de una pinza hábilmente construida  por sectores de la derecha española, por un lado el PP y por el otro el nuevo comunismo representado por Podemos. El PSOE sabe que si forma un Gobierno de coalición con Podemos el desastre está garantizado y con ello su rápida caída, cuando no su  desaparición. Si el PSOE queda segunda fuerza, como en el 20-D, está claro que solo puede evitar la pinza de dos formas. Una,  gobernando con el apoyo del PP, o dos si el PP logra gobernar con su voto en contra, logrando mantenerse como principal partido de la oposición. Con el PSOE como tercera fuerza la situación política de España y la del propio PSOE se cumpliría mucho, pudiendo surgir cualquier extrañó pacto. Por otro lado el  debate ha dejado claro que la  posibilidad de un pacto Ciudadanos, liberales, y Podemos, parece más que lejana, por tanto, en mi opinión, la única posibilidad que tienen hoy los comunistas, o sea Podemos,  de entrar a formar parte del Gobierno de España es de la mano del PP, a través de una pacto con la derecha, algo que no sería de extrañar teniendo en cuenta que ya hay sectores de la derecha española que le están dando un fuerte apoyo y votos a Podemos.

Para terminar dos reflexiones sobre la situación de la política española. Primera, es evidente que  los partidos políticos españoles dedican mucho esfuerzo a táctica política para ganar elecciones, pero en cambio muy poco esfuerzo a táctica política para resolver los problemas de España. Es cierto, que sin gobernar difícilmente un partido podrá resolver ningún problema de los ciudadanos, pero también es cierto que buscando únicamente ganar elecciones no se proponen las soluciones que se debieran sino únicamente aquellas que contentan a concretos sectores de la sociedad. Segunda, la actual situación política de España da a entender que la democracia española ha entrado por un camino por el  que le resultara muy difícil evitar cambios y  llegar a sus bodas de oro tal como hoy es, y seguramente, como en otras épocas del pasado, la Monarquía parlamentaria sea lo primero en sacrificarse, para dar paso a otro modelo de Estado.

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