sábado, 30 de julio de 2016

¿CLINTON O TRUMP, DECADENCIA O AUGE?

En Occidente, desgraciadamente, vivimos unos tiempos políticos complejos, interesantes y convulsos, de inmovilismo en las soluciones  y de decadencia colectiva. Decadencia colectiva que la gran mayoría de los Estados ocultan incrementando su deuda pública, y que se traduce en un incremento de la desigualdad económica, y de todo tipo, entre las elites, los que más tienen, los más ricos y los más desfavorecidos, grupo que no cesa de incrementarse debido al empobrecimiento de lo que se conoce como las clases medias. Todo ello es algo generalizado en los países occidentales, incluida España, como bien describe Niall Ferguson, en su libro “La Gran Degeneración”. Decadencia, como afirma Ferguson, motivada por el surgir de unas elites gobernantes cuyas decisiones están orientadas, principalmente, a su enriquecimiento, corrompiendo así el funcionamiento de las instituciones. Además, políticamente, en Occidente se ha puesto de moda dejar que problemas importantes se enquisten, se conviertan en crónicos, lo que muchas veces provoca que se agraven. ¿La causa? Seguramente haya varias, pero en mi opinión, principalmente dos. Primera, las elites suelen ser inmunes a los efectos de dichos problemas y por lo tanto prefieren esperar que arriesgarse a dar una solución. Segunda, nuestra época se caracteriza por la existencia de grandes redes supranacionales de elites con intereses comunes, lo que impide consensos para dar soluciones a dichos problemas.

La UE todavía no se ha recuperado de la crisis financiero-económica del 2008, todo lo contrario, la situación de la economía europea puede todavía ir a peor si el asunto del Brexit no logra llegar a buen puerto de una forma pausada y aceptada por todas las partes. La UE tampoco logra dar solución al problema de la inmigración. Con unas sociedades cuyos mercados laborales se encuentran saturados de mano de obra, y que rechazan mayoritariamente la entrada de más población inmigrante, la cual pone en riesgo sus derechos y calidad de vida, la UE sigue defendiendo una política de puertas abiertas a la inmigración exterior. La UE tampoco ha sido capaz de frenar la oleada de refugiados-inmigrantes, principalmente sirios, que desde Turquía, entrando por Grecia,  se han trasladado a la UE a través de los Balcanes, teniendo que pagarle a Turquía para que acepte su retorno y no deje salir más. Luego está  el oscuro asunto del terrorismo islamista, que ataca y  amenaza a los sectores más vulnerables de la sociedades europeas para lograr chantajear a sus elites políticas, para logar obtener de aquellos que gobiernan unas reivindicaciones que no se hacen públicas, pero que existen. Terrorismo islamista que de forma clara cuenta con un fuerte apoyo de sectores con poder dentro de las estructuras de los Estados en los que actúa. Bueno, y aquí en España tenemos el problema de la ingobernabilidad, de la incapacidad democrática para elegir un gobierno, problema que amenaza con convertirse en crónico poniendo en entredicho el funcionamiento del sistema democrático. Interesantes, inmovilistas,  decadentes, y complicados tiempos políticos  que hacen que las próximas elecciones a la presidencia de los Estados Unidos, que tendrán lugar en noviembre, vayan a tener, incluso desde una perspectiva europea, una transcendencia, yo me atrevería a decir, sin precedentes en la historia de ese país.

Ambos partidos, Republicano y Demócrata, han designado ya su candidato para las próximas elecciones generales, respectivamente, Donald Trump y Hillary Clinton. A la hora de votar los electores lo tendrán fácil, pues los candidatos tienen perfiles muy distintos, defendiendo en numerosos asuntos posicionamientos políticos totalmente opuestos. Trump representa cambio, Clinton continuismo. Trump, es nuevo en política, inexplicablemente ha logrado el apoyo del Partido Republicano. Hillary Clinton, es la esposa del ex presidente Bill Clinton, lleva ya mucho en política, ha sido senadora por el Estado de Nueva York, y Secretaria de Estado con la Administración Obama, además, es la segunda vez que es candidata en las primarias del Partido Demócrata. Hillary Clinton, o mejor dicho, los Clinton,  ya desde hace mucho tiempo tienen mucho poder en el Partido Demócrata, hasta el punto que se ha denunciado que en las elecciones primarias  Clinton ha sido favorecida por la cúpula del partido en contra de su rival, el senador Bernie Sanders.

Trump, es partidario de revisar los tratados de libre comercio, es decir, se declara proteccionista,  pues considera que han  dañado de forma importante la industria americana. En el tema de inmigración, considera que se debe de frenar la entrada de inmigración en los Estados Unidos, proponiendo la construcción de un muro en la frontera con México, además, es partidario de medidas de seguridad y control más duras frente a la inmigración de origen musulmán. En cuanto al asunto del Estado Islámico ha dicho que le declarara la guerra,  incrementando para ello el despliegue  de Inteligencia. Además, se ha declarado a favor de revisar el Tratado de Washington (1949), es decir, el papel de los Estados Unidos dentro de la NATO, estando a favor de que Estados Unidos reduzca  el despliegue militar exterior, aunque a la vez promete incrementar el gasto en Defensa. Hillary Clinton representa, de una forma resumida, continuismo, a favor de los tratados de libre comercio, de dar papeles a los inmigrantes ilegales, de favorecer la entrada de nueva  inmigración, partidaria de suprimir el embargo a Cuba y permitir los viajes de los estadounidenses a la isla, y una política poco intervencionista  en asuntos exteriores, por ejemplo en temas como el de Siria, Irak, Afganistán o Ucrania. Hillary Clinton lleva mucho en política, pero su gestión se ha caracterizado por resultados muy pobres.

A lo largo de la historia, el  pueblo americano ha demostrado en numerosas ocasiones ser un pueblo inteligente, haciendo de los Estados Unidos el primer país democrático, creando el famoso sueño americano, abriéndose al talento exterior, contribuyendo de forma importante en  dos ocasiones a pacificar Europa, o más recientemente, derrocando militarmente el tiránico y amenazante régimen de Sadam Husein. Seguramente en este momento el pueblo americano ya es consciente de que votar a Hillary Clinton significa votar a favor de la decadencia americana y Trump representa una posibilidad de auge, de que Estados Unidos recupere su esplendor y  el liderazgo internacional.  El problema es que en los Estados Unidos ahora no vota ya solo el pueblo americano, sino que en los últimos años se han producido importantes cambios demográficos, surgiendo minorías con peso electoral que tienen más intereses fuera que dentro del país. Por ejemplo, el motivo del  reciente y apresurado  viaje del presidente Obama a España no ha sido otro que el de buscar el apoyo para el Partido Demócrata de elites dirigentes españolas con influencia sobre sectores hispanos de la sociedad americana.

En mi opinión, desde una perspectiva europea la elección está clara, independientemente del perfil de D. Trump,  Occidente necesita cuanto antes un Gobierno republicano en Estados Unidos. El actual Partido Demócrata no es el del ex presidente F. Kennedy, al que tienen tanto interés en recordar hoy los dirigentes demócratas en sus discursos. Hillary Clinton, lo hizo en su discurso de aceptación de la nominación, buscando manipular a la opinión pública, pues Kennedy, como todos sabemos, no se valió de su condición de negro o mujer para ganar unas elecciones sino de sus ideas, ideas entre las que se encontraba el bloqueo a la dictadura comunista que todavía hoy gobierna Cuba. El Partido Demócrata es hoy un partido sometido al chantaje de minorías demográficas lo que condiciona la elección de candidatos y de sus políticas, en concreto de Exterior y de Defensa. Occidente necesita un Estados Unidos fuerte, partidario de usar su fuerza cuando sea necesario, intervencionista, que reaccione frente a atentados del terrorismo islamista, como  por ejemplo, frente al atentado de   la Maratón de Boston (Abril del 2013). Y  contrario al libre comercio internacional que tanto daño está haciendo a las economías de los países desarrollados. Los tratados de libre comercio tienen sentido cuando se realizan entre países o áreas económicas que se complementan, pero no entre las que compiten, pues en este caso aquella en la que los trabajadores disfrutan de mejores condiciones laborales y mayor nivel de vida, y por lo tanto hay unos costes laborales más altos, saldrá perjudicada.

Que Europa necesita un Gobierno republicano en los Estados Unidos es, en mi opinión, algo indiscutible. Hillary Clinton representa continuidad, no solo  de la Administración Obama sino todavía peor, de la Administración Clinton, que gobernó Estados Unidos durante la decana de los 90. Muchas de los problemas que hoy padece Estados Unidos, y Occidente en su conjunto, fueron causados por políticas aplicadas por el expresidente Clinton. Por ejemplo, fue la política de Defensa de la Administración Clinton la que favoreció que sucediera el 11-S. Por ejemplo, fue Clinton el que derogó la Ley Glass-Steagall, entre otras cosas, para favorecer la entrada de Travelers Group en Citibank, dando lugar a Citigroup. Según los expertos una de las principales causas de que se produjera la crisis financiera del 2008, la cual afecto de forma importante a Citigroup teniendo que ser rescatado por el Gobierno, banco hoy con importantes problemas debido a su expansión internacional, en concreto, en economías emergentes. Por ejemplo, las políticas de Clinton favorecieron la deslocalización  de empresas e inversiones, contribuyendo a ponerla de  moda en toda Europa,  algo muy dañino tanto para  los Estados Unidos como para otros Estados miembros de  la UE.

Hillary Clinton, o mejor dicho los Clinton,  pertenecen  a ese conjunto de elites dirigentes occidentales sin escrúpulos y sin valores, que miran hacia aquellos que más dinero ponen sobre la mesa, que aplican políticas favoreciendo a aquellos  que más dinero aportan a su enriquecimiento, en el caso de los Clinton, por ejemplo, a través de los negocios de su hija Chelsea, o por ejemplo,  a través de la fundación Clinton, la cual ha recibido importantes aportaciones de reinos de la península arábiga, por ejemplo, de Arabia Saudí. ¿Qué derechos de las mujeres defiende Hillary Clinton? Acaso, los mismos que les otorgan en Arabia Saudí. Los Clinton son unos hipócritas que darían la espalda y pisarían la cabeza a quien fuera a cambio de enriquecerse. Es evidente, que lo importante no debería ser investigar los correos que pueda haber enviado o recibido Hillary Clinton sino los millones de dólares que ha recibido la Fundación Clinton de gobiernos extranjeros, ¿A cambio de que están cobrando? “La grandeza es algo con lo que uno nace, no se puede adquirir ni comprar”, los Clinton son un claro ejemplo de ello. 

viernes, 29 de julio de 2016

EL DEPENDE DE RAJOY SINÓNIMO DE CRISIS INSTITUCIONAL.

La comparecencia hoy ante los medios de comunicación del presidente en funciones Mariano Rajoy, después de cerrar lo que se conoce como la ronda de consultas del Jefe del Estado para proponer candidato, ha sido insólita y sin precedentes en la democracia española. Rajoy ha dicho que el rey Felipe VI le ha encargado  algo, él lo ha aceptado, pero no sabe muy bien que encargo ha aceptado. El Jefe del Estado, el rey Felipe VI, ha propuesto al líder del PP, Mariano  Rajoy, como candidato a ser investido presidente, pero este, Rajoy, ha dicho que el Rey le ha encargado que intente conseguir votos para eso, me imagino, que entendiéndose por eso lograr ser investido y formar gobierno. A preguntas de los periodistas sobre si acudiría a la investidura sin contar con los apoyos necesarios, Rajoy ha contestado “no adelantemos acontecimientos”, dando a entender que no, algo, que según los expertos, contradice lo establecido en la Constitución, que en el artículo 99 dice que el candidato propuesto por el Rey “expondrá ante el Congreso de los Diputados el programa político del Gobierno que pretenda formar y solicitara la confianza de la Cámara”.

Si repasamos las recientes y no tan recientes comparecencias de los líderes de los principales partidos con representación en el Congreso de los Diputados, está más que claro que  Mariano Rajoy no cuenta con los apoyos necesarios para ser investido presidente, ni hay perspectivas de que pueda logarlos a corto plazo sino hay previamente un cambio importante de las circunstancias, que provoque cambios de posturas de los partidos de la oposición, en concreto del PSOE y de Ciudadanos, partidos  que ahora le niegan el apoyo que necesita. Ante la evidencia de que Rajoy no cuenta con los votos necesarios para ser investido como presidente del Gobierno, lo ocurrido hoy, a mi entender, solo tiene una interpretación: El rey Felipe VI se ha visto obligado a proponer al líder del PP, Mariano  Rajoy como candidato, posiblemente presionado por los líderes de otros  partidos, y Rajoy se ha visto obligado a aceptar, aunque según él no tiene claro lo que ha aceptado, pues lo que él ha interpretado como el encargo de intentar lograr los apoyos para ser investido, líderes de la oposición, POSE, Ciudadanos, etc., lo interpretan como su obligación de presentarse a la investidura.

El depende de Rajoy, conociendo como él y sus asesores deben conocer la Constitución, evidencia que: O los principales líderes políticos españoles lo disimulan muy bien, incluido el mismo, o España ha entrado en una crisis institucional, motivada por ocultos intereses. Ocultos intereses que han provocado que el Jefe del Estado, Felipe VI, haya  propuesto a un candidato que no cuenta con los apoyos para ser investido y que además no desea acudir a la investidura sin contar con  los apoyos necesarios.  

Como se suele decir futbolísticamente hablando, “A estas alturas del partido”, Rajoy ya sabe, como sabe la opinión pública que no podrá formar Gobierno. Abrir un proceso de investidura,  como el de Pedro Sánchez en la anterior y fracasada XI Legislatura, en vez de buscar otras soluciones o convocar de forma inmediata unas terceras elecciones,  es, en mi opinión,  un sin sentido que no aportara nada positivo para España, y que contribuirá únicamente  a que los partidos políticos tengan más tiempo para lo suyo. A mi entender, ocultos intereses, que han conducido a que el Rey haya propuesto a Rajoy como candidato, también están provocando que los principales partidos políticos con representación en el Congreso estén  pidiendo más tiempo, ocultándosele a la opinión publica cuanto tiempo, no se sabe cuándo se celebrara el pleno de investidura, y lo más importante, para qué.  

miércoles, 20 de julio de 2016

CLARO OSCURO PACTO DEL GALLEGUISMO CON LOS NACIONALISMOS VASCO Y CATALÁN

Ayer se ha constituido el Congreso de los Diputados de la XII Legislatura. El líder del PP, Mariano Rajoy, ha empezado con buen pie, logrando un pacto con Ciudadanos, y obteniendo 10 votos de los  nacionalistas PNV y CDC, para nombrar los miembros de la mesa,  dejando claro que la política española se desarrolla en un ambiente de completo cinismo, en el que la ideología y los posicionamientos políticos importan menos que otro tipo de intereses, partidistas, económicos, etc. Gracias al pacto con Ciudadanos el PP ha logrado hacerse con la presidencia del Congreso, nombrando a Ana Pastor, actual ministra en funciones de Fomento,  dejando así claro que lo que se conoce como el galleguismo sigue aumentando su poder en la política española, pues Ana Pastor, aunque zamorana, se considera que pertenece a las elites políticas que constituyen dicho galleguismo. Aun así, Rajoy lo tendrá muy difícil para formar Gobierno y evitar ir a unas terceras elecciones, a no ser que el mismo, el líder de Ciudadanos, y los nacionalistas, se retracten de muchos de los posicionamientos defendidos hasta ayer.

Ciudadanos, buscando situarse en el centro del espectro político español, ha demostrado tener mucha cintura política, o mejor dicho pocos condicionamientos ideológicos,  pactando a nivel autonómico con el PSOE en Andalucía a la vez que también pacta con el PP en Madrid. En la fallida XI Legislatura, su líder Albert Rivera cerro un pacto con el líder del PSOE, Pedro Sánchez, buscando poder gobernar gracias a la abstención de Podemos o el PP, partidos que votaron no a Pedro Sánchez. Ahora parece que intenta algo parecido con el PP, pero por el momento no se ha atrevido a firmar un pacto Ciudadanos-PP. Ciudadanos es un partido encuadrado en el liberalismo, y por tanto, próximo ideológicamente al PP, pero muchos de sus dirigentes han sido miembros del PSOE, y  un importante porcentaje de sus votos los obtiene de feudos en los que tradicionalmente ganaba el PSOE. Desconozco a que pacto ha llegado Rivera con Rajoy para constituir la mesa del Congreso, pero creo que un sí de Rivera a su investidura, sería un si al comienzo de la desaparición de Ciudadanos, tal vez no una desaparición total, quedándole Barcelona, pero si como partido de dimensión  nacional, pues el PP se tragaría su parte liberal y lo que quedara volvería al PSOE.

El oscuro apoyo que los nacionalistas, CDC y PNV, han dado al pacto PP-Ciudadanos para nombrar los miembros de la mesa del Congreso, evidencia que los nacionalismos vasco y catalán, hasta ayer muy distantes ideológicamente  del PP, han preferido acercarse a dicho partido que al PSOE, ello puede deberse a que el PP les ha ofrecido algo a cambio, o simplemente a que temen que el crecimiento de Podemos en dichas regiones y buscan el apoyo del PP para hacer frente a posibles  pactos a nivel autonómico Podemos-PSOE. Evidentemente, en la actual coyuntura catalana, reivindicando Convergencia la independencia de Cataluña, el apoyo que le ha dado al PP es muy difícil de entender, o han firmado ya otro oscuro Pacto del Majestic, como en la época de Aznar, que no hace público a la espera de que Rajoy puede ser investido con el sí de Ciudadanos,  o el temor al crecimiento de En Comú Podem, y un pacto de este partido con el PSOE para gobernar Cataluña,  es superior a su rechazo al PP.

La constitución de la XII Legislatura ha dejado una cosa clara, el PSOE todavía está más débil que en la anterior legislatura. El pacto con Ciudadanos se ha roto, los nacionalistas le temen más que al PP, y lógicamente no puede pactar con Podemos, un partido que gracias al apoyo de la derecha española, busca convertirse en el principal partido de la izquierda española condenando al PSOE a la total irrelevancia política. Con solo 85 diputados, el PSOE se encuentra en una situación tremendamente difícil, como se suele decir entre la espada y la pared, no puede dar su apoyo a Rajoy para que gobierne, pues pasaría a ser ante el electorado el responsable de sus políticas, y tampoco puede formar un Gobierno de coalición con Podemos, pues muchas de las políticas que exigiría aplicar Podemos no las podría aceptar el PSOE o contribuirían a complicar todavía más la situación política, social y económica  de España. En mi opinión, los ciudadanos no quieren políticas de derecha o de izquierdas, quieren políticas que resuelvan sus problemas. Con el expresidente Zapatero el PSOE se inclinó excesivamente a la izquierda, aplicando políticas que perjudicaron de forma importante los intereses de los ciudadanos, y dando el apoyo al crecimiento de un partido como Podemos, un instrumento en España del comunismo internacional, que surgió en el mapa político español gracias al apoyo de sectores de la derecha española, con el fin de fraccionar el voto de la izquierda. Ahora, el  PSOE lo tiene muy difícil, la sociedad española corre el peligro de quedarse sin socialdemocracia. Es incomprensible que negándose Podemos a darle su apoyo el PSOE este contribuyendo a que Podemos se haga más fuerte, gobierne importantes ayuntamientos, y haga caja. En mi modesta opinión, al PSOE solo le quedan dos alternativas positivas, estar en la oposición gobernando el PP sin su apoyo o provocar unas terceras elecciones, en las que muy probablemente los emergentes, Podemos y Ciudadanos, se hundirían.

lunes, 18 de julio de 2016

LA OCCIDENTALIZACIÓN DE TURQUÍA SE FRENA.

La noche del pasado viernes, 15-J, asistimos a un hecho sin precedentes. En un  país miembro de la OTAN y que desea abrir negociaciones con la UE para su ingreso, se produjo un intento de golpe de Estado. Las informaciones difundidas hasta ahora han dado a conocer que el golpe contaba con un apoyo social y dentro del Ejército turco muy minoritario. El intento de golpe transcendió sin apenas derramamiento de sangre, y el Gobierno turco ha reaccionado con dureza ordenando detener a miembros de las principales instituciones del Estado, ideológicamente opuestos al Gobierno del presidente Tayyip Erdogan, según fuentes periodísticas sin disponer de pruebas para ello, sin que haya pruebas que los vinculen con la sublevación militar.

Cuando se produce un golpe de Estado militar de esta naturaleza, con un bajo apoyo militar y social, se puede deber, principalmente, a dos razones. Primea, el objetivo es utilizarlo como detonante para provocar un conflicto armado interno. Segunda, es un montaje realizado por el grupo político que gobierna. La primera hipótesis parece descartable, pues los mandos golpistas no  han ordenado, ni se han producido, choques armados de importancia. Y por tanto, como ya han denunciado rivales políticos del presidente Erdogan, todo da a entender que la sublevación militar ha sido organizada desde el propio Gobierno turco, en mi opinión, con tres  objetivos claros. Uno, sondear a la opinión publica turca y también conocer la posición  de las elites dirigentes de la UE y la NATO, respecto al deseo de derrocamiento militar del presidente Erogan. Dos, conocer que miembros de las instituciones del Estado son contrarios al presidente Erdogan, hasta el punto de estar dispuestos a apoyar un golpe de Estado militar. Tres, justificar una depuración de contrarios al Gobierno dentro de las principales instituciones del Estado, Ejercito, Poder Judicial, Policía, etc. Cuatro, utilizar el falso ruido de sables para justificar la aplicación de políticas antidemocráticas, autoritarias, y represivas de los derechos y libertades de los ciudadanos.

El Gobierno turco ha difundido que el responsable máximo del intento de golpe militar es Fetulá Gülen, un líder religioso turco exiliado en Estados Unidos, cuya ideología y posicionamientos políticos no están claros, anunciando que va a solicitar su extradición a los Estados Unidos. Que Fetula Gülen sea el organizador del golpe es posible, pero poco creíble, teniendo en cuenta como se ha desarrollado, neutralizado, sin oponer resistencia los militares golpistas. Es evidente que la sublevación militar contra el Gobierno turco solo ha beneficiado a una persona, el presidente Erdogan, el cual ha visto fortalecida su posición ante sus seguidores, y utilizara el falso intento de golpe para adoptar políticas que contribuyan a fortalecer su poder frente a sus rivales políticos y aplicar medidas represivas de los derechos y libertades de los ciudadanos turcos

Lo que está ocurriendo en Turquía, nos lleva una vez más a preguntarnos ¿Qué hace la OTAN? ¿Cómo es que la NATO no estaba informada de lo que ocurría dentro del Ejército de un país miembro? ¿Cómo es que no estaba informada  de lo que iba a ocurrir en Turquía? Y si lo estaba, ¿Cómo es que no tuvo capacidad para impedirlo,  para presionar y disuadir al actor que parece el principal responsable de lo ocurrido, el actual Gobierno turco? Cada día la OTAN es más ineficaz e inútil, no sería de extrañar que a corto plazo le ocurriera algo similar a lo que le ha pasado a la UE. En la UE se temía que pudiera salir un país relativamente insignificante, Grecia, y el que acabo saliendo es una de las principales potencias del mundo, Reino Unido. En la NATO, cosas como lo ocurrido en Turquía, pueden provocar algo similar, que en vez de que salga quien debe, Turquía, sea un aliado con mayor peso internacional el que desee abandonar la seguridad colectiva.

viernes, 15 de julio de 2016

EL TERRORISMO ISLAMISTA ESTA GANANDO LA GUERRA: 84 BAJAS EN NIZA.

El terrorismo islamista ha vuelto a golpear la UE, esta vez le ha tocado a Francia, en una de sus ciudades más turísticas, Niza. Como en los partes de guerra, lo único importante es el número de bajas: 84 muertos y numerosos heridos graves. Un ciudadano de nacionalidad francesa, origen tunecino y religión musulmana, armado y conduciendo un camión, que previamente había alquilado, ha atacado  a ciudadanos civiles, no combatientes, desarmados, que intentaban disfrutar de una noche de fiesta viendo fuegos artificiales, atropellándoles.

El atentado terrorista tiene numerosas características comunes a otros anteriores, cito algunas: Uno, ha sido indiscriminado. Dos, no ha sido reivindicado de forma clara.  Tres,  el autor es un ciudadano de religión musulmana. Cuatro, hay imágenes de video de los hechos, imágenes que las televisiones occidentales no han dudado en retransmitir una y otra vez para así contribuir, no sé si de forma intencionada o no, a incrementar los efectos que deseaban provocar los terroristas. Cinco, es evidente que el terrorismo islamista ha querido otra vez generar terror atacando los sectores más desprotegidos de la sociedad francesa, objetivos débiles y vulnerables, para así intentar lograr, como en ocasiones anteriores, unas reivindicaciones, objetivos, que existen pero que las autoridades francesas no difunden a la opinión pública.

Las características del atentado islamista que  la pasada noche ha tenido lugar en Niza, han sido similares  a las de otros  que se han producido en países occidentales en los últimos años. Y también similares han sido las declaraciones que han hecho hasta ahora dirigentes políticos, expertos y periodistas. Algunos sin escrupulos, como en ocasiones anteriores, se han atrevido a decir que la causa de este tipo de hechos es la falta de integración de sectores de la población musulmana, en este caso francesa. La explicación a lo ocurrido en Niza, solo es una: El terrorismo islamista quiere generar terror para lograr unas reivindicaciones que las autoridades no difunden a la opinión pública. En contra de lo que defienden algunos líderes políticos occidentales, el terrorismo islamista no ataca valores, ataca personas, civiles débiles y  vulnerables, para generar terror e intentar chantajear a sectores de las  elites dirigentes del país que atacan, en este caso Francia.

En los últimos años Francia es, con diferencia, el país occidental que más ataques del terrorismo islamista ha sufrido, si nos preguntamos ¿Qué está pasando en Francia? ¿Cómo puede ser que esté pasando esto en una de las principales potencias del mundo? A mi entender, la explicación es sencilla, Francia sufre un periodo de decadencia similar al sufrido durante la IIGM, gobernando el Frente Popular, cuando fue invadida por la Alemania nazi sin apenas oponer resistencia. Es evidente, a los hechos me remito, que el Gobierno francés no está combatiendo al terrorismo islamista como debiera, con efectividad. Es por tanto, también evidente, que el terrorismo islamista  está ganando la guerra, no solo al Gobierno francés, sino a Occidente, atacando, asesinado a los sectores más vulnerables de la población de algún país Occidental, cuando, donde y como desea, en este caso en Francia, atropellando a ciudadanos que disfrutaban de una fiesta nocturna al aire libre.

En Occidente hay terrorismo islamista principalmente por una razón, parafraseando a la canciller de Alemania, Ángela Merkel, porque el intento de crear una sociedad multicultural ha fracasado, no solo en Alemania, sino también en otros países occidentales, en concreto en Francia. El terrorismo islamista está ganando la guerra, y está ganando la guerra también principalmente por una razón: Las sociedades occidentales son hoy, en el siglo XXI,  sociedades no solo muy multiculturales sino con elites muy mezcladas, superando fronteras nacionales, redes de elites supranacionales,  de las cuales hay sectores que se enriquecen de sus vínculos con elites del Mundo musulmán que dan su apoyo al terrorismo islamista, y ello de forma clara favorece que se produzcan atentados e impide que se produzcan proporcionales reacciones y se  adopten medidas efectivas para combatirlo.

Si analizamos el caso concreto de Francia, constatamos que se cumple lo anterior: Los vínculos existentes entre las elites, y de estas con elites del Mundo musulmán, que apoyan el terrorismo islamista, ha impedido que el Gobierno francés haya adoptado ninguna medida efectiva para combatir el terrorismo islamista. Tal vez, tenga razón el presidente de Francia, F. Hollande, y la guerra contra el terror va a ser larga, no lo sé, de lo que si estoy seguro es de que si no cambia pronto de políticas, en concreto de seguridad, defensa e inmigración, su estancia en el Eliseo va a ser corta, pues el pueblo francés  le abrirá  la puerta para que lo abandone en las próximas elecciones a la Presidencia de la República Francesa. 

miércoles, 13 de julio de 2016

ESPAÑA DEMOCRÁTICAMENTE INGOBERNABLE.

Las declaraciones que han hecho los  principales líderes políticos españoles,  desde las  segundas elecciones generales, 27-J, dan a entender que sus resultados  no han contribuido a aclarar la situación política de España, todo sigue igual que tras el 20-D. Lo que se ha definido por los partidos políticos, y también periodísticamente, como nueva política parece ser que va a pasar a la historia por ser sinónimo de ingobernabilidad. La situación política de España es difícil de entender, dándose dos hipótesis posibles. Una, las elites dirigentes españolas controlan la situación, y todo ocurre en busca de un determinado objetivo, es decir, quieren cocinar unos determinados resultados electorales, en el que se produzca el sorpaso de Podemos al PSOE por la mínima. Segunda, la democracia española se encuentra  políticamente hablando en una situación crítica, de ingobernabilidad.

Lo que los partidos políticos y también los medios de comunicación, han definido como nueva política, va a pasar a la historia como sinónimo de ingobernabilidad. Recordando la entretenida comedia Cuatro bodas y un funeral, de Mike Newell, parece ser que en el contexto político español, ha pasado algo similar, hay cuatro bodas, cuatro fiestas, cuatro triunfadores, PP, PSOE, Podemos y Ciudadanos, y un funeral, el de la gobernabilidad democrática de España, no sabemos si incluso es ya el de la democracia misma. La única incógnita es quien será el cornudo.

La nueva política es una gran falacia. Solo tiene de nuevo el uso de nuevas tecnologías para hacer propaganda, difundir antiguas ideas y hacer más efectivas viejas tácticas políticas. La nueva política es sinónimo de ingobernabilidad y también de engaño y manipulación de la sociedad española. La nueva política es un concepto que se acuña para dar entrada en el escenario político español a Podemos, un partido de ideología comunista, un instrumento del comunismo internacional, apoyado por amplios y poderosos  sectores de la derecha española, que tienen vínculos e intereses comunes con entes del  comunismo internacional. Podemos es una gran mentira, que se ha creado con algún fin oscuro, buscándose que Pablo Iglesias adquiere poder político en la sociedad española, hasta el punto de que se produzca el sorpaso al PSOE.

La creación de Podemos ha contribuido de forma notable a deteriorar la democracia española, aceptándose cosas inaceptables en una democracia. Desde que se constituyó la fallida XI Legislatura el Congreso de los Diputados se ha transformado en una plaza más de España. Las elites dirigentes españolas, haciendo un enorme ejercicio de irresponsabilidad política, han favorecido y permitido que Podemos adquiera poder político en la sociedad española, poniendo en riesgo el funcionamiento del sistema democrático, pues no todo vale en democracia, y sobre todo no vale todo aquellos que va en contra de la legalidad vigente. Han favorecido el crecimiento de Podemos dándole votos de sus redes clientelares y apoyo mediático. Y han permitido el crecimiento de Podemos no investigando como sería lógico en una democracia seria, y en un país de la NATO, su financiación  y sus  vínculos internacionales, para más inri, apoyándolo para entrar en el deslegitimado y desacreditado Parlamento Europeo en las elecciones del 2014.

Podemos ha introducido en la vida política española ideas equivocadas, obsoletas, comunistas  y comportamientos que no se deben permitir en un democracia. Cito un caso de los muchos que son de conocimiento público. Diego Cañamero, líder sindicalista andaluz, cuyo mérito político es que  se dedicaba a liderar acciones de asalto a grandes superficies para hacerse con bienes para beneficiar a los suyos, será diputado de la XII Legislatura. Premiar que la lucha contra la pobreza se debe combatir con acciones violentas, de fuerza, no es un buen precedente, ni un buenconsejo político. Hoy se cogen  pequeñas cosas de  una gran superficie, mañana puede ser una gran empresa o una entidad bancaria, pasado alguien  puede pensar, pudiendo, por qué no hacernos con todo el país. En una democracia  seria, moderna, cuyas elites deseen que lo siga siendo por muchos años un personaje como Cañamero, con su nivel de implicación en el activismo sindical nunca hubiera llegado a ser diputado. En una democracia la lucha contra la pobreza la debe realizar el Estado, mediante ayudas sociales, becas, etc., etc., etc., y no correr a cargo  de grupos violentos de confusos intereses, y menos todavía premiar y legitimar dicha lucha Es evidente que la democracia española es una democracia de pandereta, en la que se trivializa con los valores y principios democráticos, y con la importancia de la figura de aquellos que representan la soberanía popular, los Sres. Diputados.

A pesar de que es de sobra conocido, lo voy repetir otra vez, en la política española hay mucho doble lenguaje y pactos ocultos. Por consiguiente, es muy difícil saber si los partidos políticos controlan la situación o España está en una situación  crítica, en la que no hay acuerdo posible para formar un Gobierno que pueda gobernar, es decir, que  sea investido un nuevo presidente de España y este tenga los suficientes apoyos para poder tomar decisiones y aprobar leyes. El PSOE, con 85 diputados, y perdiendo  no solo votos  según las  encuestas, sino también poder e influencia en la sociedad española, no puede dar su apoyo al Partido Popular, ni siquiera absteniéndose. No solo no puede, sino que, en mi humilde opinión, de un ciudadano no militante del POSE,  no debe, pues estaría cambiando una boda por un funeral, el del PSOE. Si el PSOE favorece que gobierne el PP, sin una clara contraprestación para sus votantes, Pedro Sánchez estaría escribiendo el discurso de Pablo Iglesias, el cual repetiría durante toda la legislatura, corta o larga, que el PSOE es el responsable de las políticas del Gobierno del PP. Pedro Sánchez estaría así enterrando al PSOE y favoreciendo el crecimiento de Podemos, algo que sería muy malo para España. En mi opinión, en  la actual coyuntura política el PSOE no puede ni debe  dar su apoyo al PP.

El hecho de que el PSOE no haya cambiado de líder a pesar de los resultados obtenidos en dos elecciones consecutivas, evidencia que Pedro Sánchez, no es un líder cualquiera, un espontaneo, que tomo la iniciativa y logro hacerse con el control del PSOE gracias a tener el  apoyo de las bases en julio  del 2014, si fuera así ya se lo hubieran cargando las personas fuertes del partido. Pedro Sánchez fue desde hace tiempo, desde la oscuridad, preparado y elegido para remplazar a Rodríguez Zapatero y liderar el actual PSOE. Ha fracasado y ahora al PSOE le  cuesta remplazarlo. El PSOE no solo tiene dificultades para elegir un nueva líder que sustituya a Pedro Sánchez, sino para que este sea aceptado por la  gente de poder dentro del socialismo español, e incluso internacional.

La situación de ingobernabilidad de España, en mi opinión, es grave. Para solucionarla uno se puede imaginar muchas alternativas, sobre todo si con ello solo desea rellenar espacios periodísticos. No llega con un pacto de investidura que permita ser investido como presidente a Rajoy o Sánchez, es necesario que el nuevo presidente logre un pacto de gobernabilidad pues de lo contrario no podrá aprobar una sola ley, la oposición le hará caer a la primera oportunidad. En mi opinión, España necesita de forma urgente una reforma del sistema electoral, de tal forma, que de las elecciones salga un ganador claro. Por ello, creo que la solución más lógica para la actual situación política española sería un gobierno de transición del PP, con Rajoy como presidente, apoyado por el PSOE, con un único objetivo, reformar la ley electoral. PP y PSOE, en colaboración con otras fuerzas políticas,  deberían nombrar una comisión de expertos para elaborar una nueva ley electoral, que de forma justa de solución a la actual situación de España y  aprobarla de la forma más rápida posible, convocando al día siguiente unas nuevas elecciones generales. Pues el resto de alternativas, hoy por hoy, no harán otra cosa que dañar todavía más la democracia española, cuestionando su utilidad.