jueves, 25 de agosto de 2016

NUEVA POLÍTICA FRUTO DE ANTIGUOS PACTOS.

Seguramente fruto de lo que se conoce como la globalización económica, y debido a pactos, uniones, fusiones, de todo tipo, políticas, familiares, empresariales, etc, que tuvieron lugar en la década de los 90, principalmente durante la época del expresidente Aznar, la política española se encuentra hoy apoyada sobre la inconsistente superficie de un pantano de enorme confusión ideológica, en el que no se sabe que realmente defienden los partidos políticos. Un pantano sobre el cual la política española se encuentra atascada debido a la existencia de numerosos y escandalosos pactos antinatura, que aunque no se dan a conocer, numerosos hechos evidencian  que existen.

La política española se encuentra atascada debido a numerosos y escandalosos pactos antinatura, mezclando lo que ideológicamente, cuando no por ley, es incompatible. Por ejemplo, los numerosos e importantes apoyos que de la derecha e izquierda española, es decir, del  PP y del PSOE, recibe la nueva cara visible del comunismo internacional en España,  Podemos y sus satélites autonómicos. O por ejemplo, que todavía hoy juzgándose en la Audiencia Nacional el asunto de la ilegalización de Batasuna, nada más y nada menos, que con 35 acusados, los cuales han cerrado un pacto con el tribunal a cambio de condenas inferiores a dos años,  el ex diputado autonómico de HB, Arnaldo Otegi, sea candidato a lendakari. O por ejemplo, que la Guardia Civil y la Fiscalía Anticorrupción haya irrumpido  recientemente en el domicilio de la jefa de la Oficina Nacional de Investigación del Fraude (ONIF) de la Agencia Tributaria, Marga García-Valdecasas, debido, presuntamente a actividades ilegales realizadas por su marido, Alejandro Pérez Calzada, relacionadas con el blanqueo de capitales, dándose el agravante de que la directora de la ONIF tiene acceso a información clasificada de la Fiscalía Antifraude.

En este ambiente, de confusión ideológica, en el que al más alto nivel, dicho de forma coloquial,  policías y chorizos comparten cama, y posiblemente también información, ha surgido lo que se conoce como la nueva política liderada por los denominados partidos emergentes, Podemos y Ciudadanos. La cual, nueva política, decían que llegaba para regenerar la vida política española y dar soluciones a los problemas de la sociedad, pero que ha acabado haciendo que lo que iba mal pasara a ir todavía peor. La nueva política es ante todo un gran fraude al electorado español. Se dice que Ciudadanos es el partido del IBEX-35, no lo sé, no me muevo yo a ese nivel, pero muy sobradas andan  entonces  las empresas del IBEX-35, pues muchas de ellas con enormes intereses en el exterior le están dando de forma clara apoyo a Podemos. Es evidente, que en el pantano de confusión ideológica que es la política española,  Ciudadanos y Podemos, los emergentes, tienen muchos apoyos y objetivos comunes. La nueva política es un completo fraude al electorado español.

La nueva política es un completo fraude al electorado español, no soluciona nada y lo complica todo. Han puesto de moda decir que lo que hacen, lo hacen por el bien de España, lo cual representa un insulto a la inteligencia de los ciudadanos que perciben que sus posicionamientos y decisiones son adoptadas en función de sus intereses particulares y  de los grupos a los que pertenecen. ¿Por el bien de España? Por el bien de España muchos de los actuales dirigentes políticos españoles lo mejor que podrían hacer es dejar la política e irse para casa. Ciudadanos se ha convertido en el comodín de la política española, inútil en el actual mapa político. Además, es un partido con numerosas contradicciones ideológicas. Ha firmado el pacto antiterrorista pero a la vez tienen dirigentes como el eurodiputado, Javier Nart,  el cual ha defendido en su función de abogado a acusados de terrorismo islamista. Dicen que no darán ni agua a los nacionalistas, en concreto al nacionalismo catalán, pero recientemente, una de sus dirigentes Inés Arrimadas, acaba de casarse con un dirigente político catalán independentista, ex miembro de CDC. ¿De qué estamos hablando? La nueva política es un completo fraude al electorado español, no soluciona nada y lo complica todo. Por ejemplo, otro de sus eslóganes, mensajes, es que lo importante no son las personas sino los proyectos, una completa mentira, como lo evidencia lo que está ocurriendo con el PSOE en Galicia, lo que ha ocurrido En Marea , o el hecho de que EH Bildu haya propuesto como líder a Otegi.

El PSOE de Galicia está completamente dividido y enfrentado por la composición de las listas a las autonómicas del próximo 25 de Septiembre, algo normal, si consideramos que Fernández Leiceaga, el cual ha rellenado las listas con afines ideológicos y leales a su proyecto, no es un hombre del PSdeG, sino que inexplicablemente ha llegado a ser candidato a la Xunta gracias los numerosos casos de corrupción que golpean al socialismo gallego, imputados sus dos anteriores ex secretarios generales, Pachi Vázquez y Gómez Besteiro. Lo que está ocurriendo en el socialismo gallego es debido a enfrentamientos internos a nivel autonómico, pero también de forma clara y principalmente a la falta de liderazgo a nivel nacional existente en el actual PSOE. Mientras en Galicia se producían importantes luchas antidemocráticas para confeccionar las listas, el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, se relajaba en las playas de Almería.

El asunto de En Marea es todavía más escandaloso. Desde el primer momento considere el denominado Movimiento 15-M un completo fraude, un engaño a la opinión pública española, un proceso de manipulación política. Un proceso de manipulación política que debo de reconocer que ha sido un enorme éxito. Los que lideraron el 15-M hoy gobiernan importantes ayuntamientos de España, gracias al inexplicable apoyo del PSOE. Proceso de manipulación política a través del cual y contando con el  apoyo de importantes medios de comunicación, se le oculto a la opinión publica lo más importante: Que el comunismo internacional había puesto en marcha el 15-M utilizando a sectores residuales de comunismo español, contando para ello con el apoyo de sectores de la derecha española. El 15-M fue un gran fraude. Decían que era un movimiento espontaneo,  sentirse indignados, fuera del sistema democrático, exigían justicia social y mayor separación de poderes. Decían que carecían de dignidad y exigían mayor igualdad. Pero hoy sabemos que sus dirigentes eran todos de clase media y media alta, profesores universitarios, jueces, incluso algún general, como el ex JEMAD, Julio Rodríguez. Pero hoy sabemos que no fue un fenómeno ni espontaneo ni abierto. No fue espontaneo sino organizado para lanzar un nuevo partido, Podemos y sus satélites autonómicos. No fue abierto, pues Podemos no ha integrado desde entontes a nuevos cuadros. Como he dicho lo ocurrido en Galicia con Podemos y sus satélite autonómico, En Marea, es escandaloso. En Marea es un nuevo intento de manipulación de la opinión pública española, un nuevo intento de manipulación del electorado. En Marea es un conglomerado de partidos políticos, con la misma ideología, con los mismos vínculos internacionales, países de la órbita del comunismo internacional, el bloque BRICS, etc, pero con distintos líderes. Conglomerado en el que ha tenido que diluirse Podemos debido al menor poder de sus líderes.

Aquellos que decían estar indignados, que exigían justicia social y mayor separación de poderes. Aquellos que decían que el sistema no les representaba, han elegido como candidato a la Xunta a alguien que no podría ser más del sistema,  Luis Villares Naveira, un magistrado del Tribunal Superior de Galicia. La elección de Villares como candidato de En Marea representa una burla al electorado. No es que En Marea y Podemos sean  cosas distintas, únicamente ha ocurrido que Villares tiene más poder que la secretaria general de Podemos, Carmen Santos, y está en contra de la opinión de las bases, se ha integrado en En Marea, diluyendo Podemos y aceptando ser la numero uno por la lista de Pontevedra. Es evidente que la opinión de las bases de Podemos pinta más bien poco en la definición de políticas y la elección de candidatos.

Por último, el asunto de Arnaldo Otegi. La Junta Electoral de Guipúzcoa ha decidido que Otegi no puede ser candidato debido a estar inhabilitado para ocupar cargo público por el caso Bateragune. En política uno se puede arrimar a los aliados que quiera, pero elegir unos aliados en vez de otros siempre tiene consecuencias. Yo no soy vasco, ni tengo intereses ni ambiciones políticas en el País Vasco, que Otegi se presente a lendakari o no me es totalmente indiferente, a mí como si deciden hacerle presidente de Eroski. Dicho eso, Otegi es un personaje que no me gusta. Personalmente le considero un fruto de la era Aznar, de cuando Aznar decía que estaba negociando con el Movimiento de Liberación Nacional Vasco, no sé si se refería precisamente a Otegi. Un fruto de la era Aznar, en la que el juez Baltasar Garzón, hoy expulsado de la judicatura, detuvo a la cúpula de HB, pasando Otegi a liderar ese partido. Fruto de la era Aznar, en la que Garzón ordeno cerrar el diario Eguin, algo que represento un completo ataque a la libertad de expresión. Fruto de aquella época en la que se hacían trajes a medida y el Gobierno de Aznar le hizo uno a HB, luego Batasuna,  la Ley de Partidos Políticos, ilegalizándola, hoy todavía juzgándose los detenidos en la operación realizada en Segura. El expresidente Aznar es el principal responsable de muchos de los problemas que hoy tiene España. De la elevada corrupción política, de la situación de la economía,  del fraccionamiento del mapa político, e directa o indirectamente, es difícil saberlo, también de que hoy Otegi sea candidato a lendakari. Otegi no me gusta. Hay muchas dudas sobre Otegi. Durante la era Aznar el Gobierno de España cerro a nivel internacional un  pacto con la organización terrorista ETA, tal vez fruto de ese pacto sea también la candidatura de Otegi.


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