viernes, 14 de octubre de 2016

JUICIO CASO GÜRTEL: ESPAÑA SE ITALIANIZA.

La justicia, además de justa, debe ser rápida, ejemplar, y discreta. Ejemplar, sí, aunque ello pueda sonar mal, porque las condenas, las penas, son útiles si tienen un efecto disuasorio sobre el resto de la sociedad evitando que los ciudadanos puedan caer en la tentación de delinquir. En mi opinión, de poco sirve tener a una persona aislada de la sociedad si ello no sirve como efecto disuasorio para que otros ciudadanos no cometan los mismos delitos. Es pronto para saber si el juicio por el asunto Gürtel acabara o no con una sentencia justa y ejemplar, lo que si ya sabemos es que no se está administrando justicia de forma rápida y discreta. El juicio se está celebrando siete años después, y a igual que se ha ocurrido con otros macrojuicios anteriores, como por ejemplo el del 11-M,  se ha convertido en  un espectáculo televisivo.

Después de siete años, el tema del asunto Gürtel  ya me aburre profundamente, y que me veo obligado a seguir la celebración de su juicio debido a la amplia e intensa cobertura periodística que está teniendo, apareciendo una día sí y otro también en todos los medios, no solo en los informativos televisivos sino también en los medios escritos. De  la celebración del juicio, en mi modesta opinión, se pueden extraer ya dos importantes ideas. Primera, la retrasmisión televisiva de los juicios es algo que contribuye a dañar el funcionamiento de la justicia, y en este caso también a la democracia debido al contenido de lo que se juzga, la corrupción dentro del seno del PP,  convirtiendo los juicios en un espectáculo. Espectáculo utilizado por los acusados para diferentes fines, entre otros, fortalecer su imagen social, al convertirse en estrellas del mismo. Segunda, el juicio está dando a conocer que la política española se ha italianizado, y con ella España,  no solo por el fraccionamiento del mapa político, la política española ha pasado a estar dirigida por lo que se conoce como clanes familiares, sino por la impunidad con la que la elite política, en este caso del PP, cometía  delitos y colaboraba en la realización de los mismos.

No sé cómo la justicia española acabara calificando la trama Gürtel, pero a día de hoy y de acuerdo a las informaciones policiales difundidas por los medios de comunicación ya sabemos que la trama Gürtel era, principalmente, un sistema de blanqueo de dinero procedente del crimen organizado internacional que se apoyaba en la estructura de poder del Partido Popular para lograr sus fines. El asunto  Gürtel ha dejado claro que el PP es una organización política que da cobertura a organizaciones criminales, que como la Gürtel se dedican a lavar dinero, entre otras cosas del crimen organizado internacional.

Durante el juicio, Francisco Correa ha dicho algo que me ha llamado mucho la atención, ha dicho textualmente “Hay muchos Correas”.  A no ser que se refiera únicamente a que hay mucha gente con barba, a lo que habría que responderle que también hay mucha gente que no la tiene, puede ser que haya querido decir que en la actualidad la estructura de poder del PP se sigue utilizando para blanquear a cambio de comisiones que cobran algunos de sus miembros. No lo sé, en esta vida todo se acaba sabiendo, y posiblemente también esto.

La trama Gürtel, como se bloqueaba dinero con total impunidad utilizando la estructura de un partido político, el PP, evidencia que España es un  un país de paella y pandereta, y la paella es un plato delicioso pero la pandereta es un instrumento muy simple, rudimentario, al que se le puede sacar muy poco rendimiento. España se está convirtiendo en importantes aspectos, como el de la impunidad con que cometen delitos  las elites políticas,  en un país de tercera. Algunos líderes políticos y líderes de opinión del mundo periodístico suelen afirmar que la celebración del juicio por el asunto Gürtel evidencia que el Estado de Derecho funciona, que la justicia funciona y es igual para todos en España. Totalmente falso, nada más lejos de la realidad. El juicio por el caso  Gürtel llega a destiempo y tarde, con una investigaciones incompletas que no dan a conocer de dónde sacaban los cabecillas de la Gürtel Correa, Crespo, este, las enormes cantidades de dinero que utilizaban para derrochar y pagar comisiones para poder utilizar la estructura de poder del PP para sus fines.


El juicio por el caso Gürtel solo está dejando claro una cosa, el PP es una cloaca. El PP es una cloaca y los ciudadanos lo saben. El PP es una cloaca, pero ello no impide que siga ganando elecciones, que siga siendo el partido más votado en numerosos procesos electorales, ello no debe extrañarnos, se explica por dos razones. Primera, la existencia de importantes redes clientelares que se benefician de que gobierne el PP y también a que seguramente los votantes de derechas se digan “Es lo que hay”, si no votamos al PP ¿A quién votamos?

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