sábado, 26 de noviembre de 2016

MUERE FIDEL CASTRO. EL SIGLO XX SIGUE APAGÁNDOSE.

El actual presidente de Cuba, Raúl Castro, ha anunciado hoy el fallecimiento del líder revolucionario,  y ex presidente, Fidel Castro, a los 90 años de edad. Castro ha sido una figura política de dimensión internacional,  una importante pieza del comunismo internacional en el tablero de las relaciones internacionales, sobre el cual, en el pasado siglo, se desarrolló la Guerra Fría,  en la cual el Régimen de Fidel Castro  tuvo un protagonismo activo, no siempre claro y casi siempre interesado. La figura de Castro ha sido controvertida, oscura y negativa. Castro no supo ver los cambios que se habían producido en el mundo como consecuencia de la caída del Muro de Berlín (1989), y siguió obsesionado con la defensa de una ideología, la comunista,  y unas políticas cuyo fracaso en el Este de Europa era indiscutible.  A lo contrario de lo que ocurre con otros líderes políticos, el ex presidente, Fidel  Castro, ha fallecido ya siendo juzgado por la historia. Su legado es de sobra conocido, y ha sido profundamente analizado, y se resume de forma clara y concisa con una única palabra: “Fracaso”. El fracaso de la revolución cubana es indiscutible y se conoce desde hace décadas.  La revolución cubana ha fracasado y Castro deja una Cuba no democrática, en la que no se respeta el pluralismo político, en la que se comentes graves y sistemáticas violaciones de los derechos humanos. Estancada en el pasado en importantes aspectos,  sumida en la pobreza y en la desigualdad. Deja una cuba  con unos ciudadanos que llevan décadas privados de importantes derechos y libertades, muchos de ellos  sin perspectivas de futuro a corto plazo, o con la única, de emigrar. Evidentemente, con la muerte de Fidel Castro se apaga una parte más,  política, ideológica,  del siglo XX que todavía permanecía encendida.

Todo líder político  debe ser analizado desde una doble perspectiva, la personal y la política. Desde la perspectiva personal, uno no puede dejar de sentir admiración hacia un personaje como Fidel Castro. En una situación de enorme descontento social, lidero una revolución contra el régimen dictatorial y corrupto de Fulgencio Batista, derrotándolo y haciéndose con el poder. Estableciendo en Cuba una dictadura de ideología comunista, convirtiendo Cuba en un cortijo personal. Convirtiendo Cuba en un país gobernado únicamente en benéfico de los intereses de aquellos que habían liderado la revolución, Castro y los suyos. Logrando mantenerse en el poder hasta hoy, poder que ha heredado su hermano Raúl Castro. El éxito personal de Castro es indiscutible.

Desde una perspectiva política Castro ha sido, tanto a nivel nacional como internacional, un líder controvertido, oscuro, negativo. EL contexto social y político   que se daba en la Cuba de Batista era un terreno favorable para que se produjera una revolución, pero no está claro quien  la impulsa realmente y por qué la lidera precisamente Fidel Castro. No está claro si como otras revoluciones tiene su origen en el éxito de la Revolución rusa de 1917, o si por el contrario tuvo otros, o además, instigadores. Lo que sí está claro es que Castro contó con apoyos económicos y militares de muchas y diferentes naturalezas, incluso de grupos de poder occidentales. Grupos, que entre otras cosas, favorecieron su salida de la cárcel. En plena Guerra Fría el Régimen de Castro perteneció a la órbita de la URSS, pero Castro también mantuvo relacines con importantes grupos económicos occidentales. Castro ha mantenido siempre buenas relaciones con grupos económicos occidentales no comunistas, por ejemplo, permitiendo que  grandes cadenas de hoteles occidentales se encargaran de la explotación turística de la isla a cambio de darle al Régimen un importante porcentaje, lo cual ha permitido que la cúpula del Régimen de Castro se hay a enriquecido de forma importante. Es indiscutible que la Dictadura de Castro contó desde su comienzo con   apoyo occidental no comunista, apoyo que ha durado hasta nuestros días. Apoyo que produjo el fracaso de la denominada Invasión de la Bahía de Cochinos, al favorecer que se produjeran fugas de información desde dentro de la Administración Kennedy, e impidió  que Estados Unidos invadiera Cuba aunque lo hubiera podido hacer a un bajo coste, tanto económico como humano. Castro lidero y apoyo procesos revolucionarios en diferentes partes del mundo, eso sí mientras su pueblo sufría importantes carencias. Procesos revolucionarios con los que buscaba siempre poner a su frente a alguien que le fuera leal y defendiera sus intereses. Revoluciones, que excepto en el peculiar  caso de Sudáfrica han fracasado, o han producido un resultado negativo para los pueblos que las han sufrido.

Castro ha sido un dirigente que no supo valorar acertadamente la dimensión y consecuencias de las decisiones que adoptaba. Tres ejemplos: Uno, expropiación de empresas americanas, lo cual provoco  el conocido Bloqueo norteamericano. Dos, autorizar el despliegue de misiles rusos en territorio cubano, lo que daría lugar a la denomina Crisis de los Misiles, la cual pudo provocar un tercera guerra mundial, teniendo que rectificar, y que contribuyó a que Estados Unidos intensificara todavía más el embargo a la isla, por razones ideológicas, embargo que todavía se mantiene al día de hoy. Y no supo tampoco valorar los efectos negativos de su política económica. Efectos que logro disimular mientras  la URSS subvenciono  su dictadura, pero que se dejaría notar de forma importante a partir de la disolución de la URSS y al surgir una Rusia partidaria de una política exterior menos intervencionista, cortando, por ejemplo, muchas de las subvenciones a Cuba.

En nuestra época se está produciendo un claro, falso e interesado revisionismo de la historia en Occidente, en concreto, sobre lo que significó el comunismo en el pasado siglo y sigue significando en muchos sitios en la actualidad,  provocado, principalmente, por la influencia que las nuevas y millonarias  elites comunistas ejercen sobre conocidos sectores políticos occidentales. En Cuba nada ha cambiado en los últimos 50 años, sigue habiendo una férrea dictadura comunista, que priva de derechos y libertades a sus ciudadanos y en la cual se cometen violaciones de los derechos humanos, a pesar de ello, el presidente Obama ha intentado suavizar el embargo, abriendo de nuevo la embajada estadounidense en Cuba. Nada ha cambiado en Cuba, pero a pesar de ello, la decadente y desunida UE ha decidió firmar con su Gobierno un acuerdo de diálogo político y cooperación. El comunismo ha sido uno de los principales males del pasado siglo, una de las principales amenazas ideológicas y reales, físicas, militares,  como de sobra es conocido por lo ocurrido en  Europa del este. El comunismo buscaba expansionarse a través del intervencionismo militar y procesos revolucionarios violentos.  Los procesos revolucionarios comunistas tuvieron siempre la característica de que no luchaban contra un régimen, contra la represión, etc.,  sino para, únicamente para hacerse con el poder, lo cual les ha restado a lo largo de la historia la posibilidad de encontrar apoyos y hacer alianzas, dicho de forma coloquial, de sumar. Evidentemente, Castro ha contribuido a que dicha amenaza ideológica y todavía en algunas partes también fisica, militar, perdurara hasta nuestros días.

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