viernes, 20 de enero de 2017

TRUMP EXIGIRÁ RECIPROCIDAD.

Donald Trump se ha convertido hoy en el 45º presidente de los Estados Unidos. La denominada Obamanía es ya historia, eso sí, después de haber hecho un enorme daño, tano a nivel interior, de los Estados Unidos, como, a nivel internacional. Durante los 8 años de gobierno del ex presidente Obama los americanos han visto como aumentaba desorbitadamente la deuda pública del país a la vez que se empobrecían, perdían poder adquisitivo e incrementaba la desigualdad económica. Durante los mandatos de Obama también se ha incrementado la conflictividad social y la inseguridad. Obama, que recibió el Premio Nobel de la Paz  a los pocos meses de llegar a la Casa Blanca, da la impresión que por el perfil bajo, no intervencionista,  que iba a  adoptar con posterioridad en diferentes conflictos armados, deja  hoy un mundo  más inseguro que cuando llego y con mayor número de conflictos armados, habiéndose agravado los que ya existían. Además, muchas de las medidas adoptadas por Obama serán ahora anuladas por la Administración Trump. Curiosamente, el fracaso de Obama no es admitido por muchos de  aquellos que le apoyaron para llegar a presidente, de tal forma, que pasara a la historia por dejar  el peor legado mejor valorado.


Pero como se suele decir, “A Rey muerto, viva el Rey”, olvidemos a Obama y empecemos a pensar en Trump. En su primer discurso,  el presidente Trump ha dejado claro que comienza una nueva era, en las que se van a aplicar políticas completamente antagónicas a las aplicadas por la Administración Obama, muchas de ellas opuestas a las que en la actualidad imperan en la política occidental. En lo económico, se ha declarado de forma clara proteccionista. En inmigración, a favor de fortalecer las fronteras para reducir su entrada. Y en las relaciones  internacionales, partidario de nuevas alianzas que supongan reciprocidad, es decir, también algún tipo de beneficio para su país.  En mi opinión, del  discurso de Trump se pueden extraer tres ideas importantes. Primera, realizo una fuerte crítica a lo que se conoce como el establishment, es decir, a las elites dirigentes que desde Washington D.C han decidido hasta ahora  la política americana, acusándoles de defender políticas que representaban triunfos, victorias, para ellos, para sus familias,  pero que perjudicaban los intereses  de la gran  mayoría de los americanos. Segunda, Estados Unidos gasta demasiado fuera, en apoyo militar, dando apoyo económico, a través de lo que se conoce como deslocalización, etc. En relación con lo anterior el presidente Trump ha dicho “la clase media se ha quitado de nuestros hogares y se ha redistribuido por todo el mundo”, es decir, mientras que el Gobierno de los Estados Unidos contribuía con sus políticas a que otros países se hicieran más ricos las clases medias americanas se empobrecían perdiendo poder adquisitivo. La tercera idea, es que Trump apuesta por un gran plan de construcción de infraestructuras para impulsar la economía y crear empleo. Construcción de infraestructuras realizadas por y para americanos. Con su primer discurso el presidente Trump ha dejado claro cuáles son sus ideas, la única duda es ¿Con que apoyo contaran dichas ideas dentro del Congreso de los Estados Unidos?, es decir, cuales podrá aplicar y cuáles no. En mi opinión, contara con suficiente apoyo y ello va a provocar importantes cambios tanto a nivel doméstico como internacional. 

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