viernes, 28 de julio de 2017

EN CONTRA DE LA OPINIÓN DE TRUMP, EL CONGRESO SITÚA A RUSIA EN EL EJE DEL MAL.

La nefasta gestión de la Administración Obama, la cual pasara a la historia por cosas como   haber provocado con sus políticas que Estados Unidos perdiera prestigio e influencia exterior, y a nivel nacional  por haber favorecido  cosas como un desorbitado incremento de la deuda pública y el incremento del consumo de drogas. Incremento que está muy relacionado con políticas permisivas hacia el narcotráfico, provocando que hoy el consumo de drogas y la violencia e inseguridad que genera el narcotráfico se hayan convertido en dos graves  problemas en los Estados Unidos, hacían presagiar el total descalabro del Partido Demócrata en  las elecciones a la Casa Blanca del 2016, y por tanto, una victoria del Partido Republicano, fuese cual fuera su candidato. Lo que era inimaginable es que el Partido Republicano, el partido de personajes como Truman, Eisenhower, McCarthy, o Reagan,  fuera a situar al frente de la primera potencia militar de lo que se conoce como Occidente, o sea, la NATO, a un personaje, Donald Trump,  cuyo equipo, familia y el mismo, tienen extrañas relaciones con el comunismo internacional, y en concreto, con parte de su cara visible, millonarios oligarcas rusos.

El presidente Trump gano las elecciones, principalmente, gracias a un discurso simple, basado en tres reivindicaciones mayoritariamente defendidas en los Estados Unidos: Mayor seguridad, limitación de la entrada de  inmigración, y menos libre comercio. Tres propuestas que defendió con un lenguaje políticamente incorrecto logrando así convertirse en el candidato a presidente del Partido Republicano. Pero seis meses después de haber tomado posesión de su cargo, el presidente Trump esta decepcionando. Trump no ha sabido aclarar en qué consistían y consisten  sus relaciones, las de su familia y numerosos e importantes miembros de su equipo  con millonarios oligarcas rusos, si estas eran y son puramente empresariales o si hay algo más. Hasta el punto de que dichas relaciones están siendo investigadas por diferentes instituciones americanas, dando a conocer dichas instituciones, agencias de inteligencia, y el propio Congreso de los Estados Unidos,  que no tienen confianza en el hombre que está al mando, el presidente Trump. Lo que está provocando que Trump no cuente con el suficiente apoyo del Congreso para aplicar muchas medidas, como por ejemplo la reforma sanitaria. Además, recientemente el Congreso de los Estados Unidos ha aprobado un nuevo paquete de sanciones a la Federación Rusa, incluyendo a este país en el mismo grupo que Irán y Corea del Norte. De esta forma Rusia pasa a estar dentro de lo que el expresidente George W. Busch había calificado como el Eje del Mal. Medida adoptada por el Congreso, principalmente, para que Trump no puede tener un política prorrusa, o sea procomunista.

Trump está decepcionado. No ha sabido escoger  su equipo, además de estar enfrentados entre ellos, algunos de ellos han tendido no convenientes, y todavía por aclarar, relaciones con millonarios oligarcas comunistas rusos. Además, Trump está demostrando tener poco estilo al permitir que miembros de su familia, por ejemplo, su hija y asesora, Invanka Trump,  hagan negocios personales desde la Casa Blanca. Su último error, indiscutiblemente, ha sido nombrar  como nuevo director de Comunicación de la Casa Blanca, Anthony Scaramucci. Un dóberman de ascendencia italiana que desde que ha tomado posesión del cargo no ha dejado de emitir exabruptos contra miembros de su mismo equipo. Y el cual, conociendo su historial, muy probablemente también tenga extrañas relaciones con millonarios oligarcas comunistas.

Estados Unidos es un país con una enorme separación de poderes, como ha demostrado el Congreso al introducir, en contra de la opinión del presidente Trump,  a Rusia en el Eje del Mal, en un nuevo paquete de sanciones junto a Irán y Corea del Norte. Aun así, es evidente, que no es bueno que la primera potencia militar occidental este dirigida por una persona sobre la que caen sospechas de sus relaciones directas o a través de personas que disfrutan de su apoyo con el comunismo internacional. El presidente Trump debería aclarar urgentemente a qué lado esta del invisible muro que todavía separa cosas como el Eje del Mal, el comunismo de nuestra época o también mal llamado poscomunismo, etc., del mundo libre occidental,  o el Congreso americano exigir que se aclare. Proceso de aclaración que también sería conveniente que hicieran muchos dirigentes de nuestra confusa ideológicamente Unión Europea.

No hay comentarios: