viernes, 20 de octubre de 2017

EL REY FELIPE VI, CARENTE DE VOZ EN LA UE, BUSCA HACER POLÍTICA ENTRE BAMBALINAS.

Los Premios Princesa de Asturias, ahora Princesa Leonor, son una copia mala y reducida de los Premios Nobel, destinados a dar visibilidad a la Casar Real, incrementar sus relaciones internacionales, e introducir al heredero a la Corona en la vida política del país. Hoy, curiosamente, coincidiendo con la complicada situación política que vive España, entre otras cosas, causada por el proceso independentista de Cataluña, la Unión Europea recibirá el Premio Princesa de Asturias de la Concordia. Por tal motivo, a la ceremonia de entrega de los premios acudirán las tres personas que en la actualidad tienen más influencia en las instituciones de la UE, los presidentes de sus tres principales instituciones, el de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker; el presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani, y el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk. Por tal motivo, también acudirá el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy. Ello ha sido interpretado en ambientes políticos y periodísticos como un apoyo a la posición del rey Felipe VI en el asunto de Cataluña, dando a entender así, que ya no es el Gobierno de España sino la Corona la que está liderando y decidiendo la reacción de los poderes del Estado para dar una respuesta al conflicto causado por el proceso independentista catalán.

La UE puede que haya merecido en el pasado, por ejemplo, cuando decidió su ampliación a los países del Este de Europa, un premio como este, a la concordia, pero, evidentemente, la actual UE, que no ha sido capaz de evitar el Brexit, y que sobresale por su irrelevancia internacional y su incapacidad para dar solución a importantes problemas internos, no es merecedora, de tal premio. Dicho lo anterior, la interpretación que se está haciendo de respaldo a la Monarquía por parte de la UE,  desconozco si es o no real, pero es evidente que la ha  buscado la Jefatura del Estado entregando el premio justo en el momento actual, en el que se está produciendo un proceso independentista en Cataluña. Seguramente, estas tres personalidades políticas europeas, hagan sus discursos  en la línea dominante en Europa respecto a la crisis catalana, diciendo que están a favor de la unidad y el respecto al orden constitucional.

Numerosos hechos, posicionamientos políticos, e incluso reacciones por parte de los poderes del Estado,  conducen a pensar que el proceso independentista de Cataluña está siendo impulsado por sectores monárquicos, para que la Corona, el rey Felipe VI, pueda hacer una demostración de poder sometiendo a la sociedad catalana recurriendo a los militares. Militares de uniforme,  de los que el Rey se hace acompañar incluso cuando acude a  actos civiles. Enviando a la sociedad el despótico mensaje de que ocupa la Jefatura del Estado gracias al poder y apoyo de los militares. Además, lo ocurrido el pasado 1-O en Cataluña da a conocer que en España ha nacido un nuevo fascismo, el fascismo borbónico. Un fascismo borbónico que no dudo en utilizar la violencia policial para actuar de forma indiscriminada contra humildes ciudadanos carentes de responsabilidades políticas, a la vez que el Poder Judicial no actúa contra aquellos dirigentes políticos que sí las tienen. Por lo tanto, cuando autoridades europeas se pronuncian sobre la crisis catalana, sería importante que aclararan que alcance tienen sus palabras, por ejemplo, ¿Hasta dónde llega su apoyo al orden Constitucional español? ¿Apoyan las actuaciones del fascismo borbónico? ¿Estarían, como paso en el pasado con Alemania e Italia, dispuestos a enviar a España Fuerzas Armadas para dar su apoyo al fascismo que encarna la Corona?

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