viernes, 22 de diciembre de 2017

ELECCIONES CATALANAS 21-D: DESTINADAS A NO CAMBIAR NADA.

Los resultados de las elecciones catalanas celebradas el 21-D, con el Gobierno autonómico intervenido por los poderes del Estado, pueden ser objeto de múltiples interpretaciones, pero hay una clara y principal lectura: Todo seguirá igual. Con una participación que ha representado un récor histórico, de casi el 82%, y a pesar de que una partido no nacionalista, de los denominados emergentes, Ciudadanos, ha sido la fuerza que ha obtenido mayor número de diputados, 37, la nuevo composición del Parlament no va a contribuir a solucionar la crisis catalana. Ciudadanos ha sido el gran ganador, pero tendrá muy difícil formar Gobierno, necesitando para ello contar con votos de alguno de los partidos nacionalistas, algo hoy por hoy poco probable. Por el contrario, los denominados independentistas, Junts per Catalunya, ERC y la CUP, aunque suman mayoría absoluta, se encontraran también con dos obstáculos a la hora de poder  formar gobierno. El primero, lograr el suficiente consenso para  elegir una candidato, alguien que no esté imputado,  para ser investido presidente. El segundo, es que la CUP ya ha dicho que condiciona su apoyo al desarrollo de la declaración de independencia realizada el pasado  octubre, lo que supondrá más 155.


La composición del nuevo  Parlament, si llega a constituirse, será muy parecida a la anterior fruto de las elecciones del 27-S de 2015, disuelto por el Gobierno de España al aplicar el 155. Los resultados de las elecciones confirman que el Gobierno ha cometido un gran error al haber convocado elecciones de una forma tan rápida, sin dar tiempo ni a las elites políticas ni a la sociedad en general a reflexionar sobre lo que representaba para sus intereses la intervención del Gobierno autonómico por parte de los poderes del Estado. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se ha justificado alegando que una medida extraordinaria, como la aplicación del 155, se debe aplicar el menor tiempo posible. Y tiene razón, pero también debía haber sido el tiempo necesario para que se notaran sus efectos. Las prisas no siempre son buenas consejeras, y en este caso parece que ha sido así. El discurso del independentismo sigue siendo el mismo que antes de la aplicación del 155 y ello puede provocar, que logrando los independentistas investir un nuevo presidente, el Gobierno tenga que volver a aplicar el 155 para destituirlo, y a volver a empezar, convocándose unas nuevas  elecciones.  Todo parece indicar, que el partido político que tiene mayor probabilidad de formar el próximo Gobierno autonómico de Catalunya es el que ha sacado menor número de diputados, el PP. El PP, con sus 3 diputados, puede ser el partido que forme el próximo Gobierno de Catalunya   gracias a una nueva y más larga aplicación del 155. 

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