jueves, 5 de abril de 2018

EL PROCESO INDEPENDENTISTA CATALÁN SE INTERNACIONALIZA DE FORMA SUTIL.

La Italia fascista y la Alemania nazi, fueron dos de los países que intervinieron de forma oficial en la Guerra Civil Española. Parece ser que la actual Alemania vuelve a adoptar algunas de las malas costumbres de su pasado y ha decidió adoptar un papel de actor protagonista en la crisis catalana.  Hoy la Justicia alemana  ha dejado en libertad a Puigdemont y descarta, en principio, el  delito de rebelión por el que le reclamaba  la justicia española. La justicia alemana ha decidido la excarcelación del prófugo Puigdemont, condicionada a una fianza de 75.000 euros, la cual seguramente podrán presentar fácilmente los sectores de la burguesía catalana que le apoyan.

 

La decisión adoptada por la  Audiencia Territorial de Schleswig-Holstein, favorable a Puigdemont al rechazar el delito de rebelión y concederle la libertad bajo fianza, conduce a pensar tres cosas. Primera, y ya citada, la entrada de Alemania en la crisis catalana como un actor principal. Entre los juristas españoles todavía no hay consenso sobre de que se puede acusar o no a Puigdemont. El juez del Supremo, Pablo Llarena, dice que de rebelión. Es por tanto difícil, por muy buenos que sean los actuales espías alemanes, que la Justicia alemana ya tenga claro que Puigdemont no puede ser acusado de rebelión, a pesar de que es el principal responsable de que se celebrara el referéndum secesionista del 1-O y de declarar la independencia de Cataluña. En segundo lugar, da a entender que la coordinación que se percibía que existía entre poderes del Estado central y el independentismo burgués catalán que apoya a Puigdemont, los cuales da la impresión que persiguen objetivos comunes, se ha ampliado, entrando como nuevo actor Alemania. Recientemente, en un acto organizado por el Círculo de Empresarios de habla alemana  en el Círculo Ecuestre de Barcelona, se produjo un enfrentamiento verbal entre unos empresarios alemanes y el presidente Torrent, algo totalmente ilógico si tenemos en cuenta que este tipo de organizaciones no se suelen posicionar políticamente de forma pública. Y  ahora Puigdemont se encuentra en una cárcel de Alemania, produciéndose así una coincidencia en la que es difícil creer ni siquiera todavía creyendo en los Reyes Magos. Y en tercer lugar, lo ocurrido deja claro que el juez Llarena no es trigo limpio, sino una de las principales amenazas que hoy tiene la democracia española. El pasado 5 de diciembre, el juez Llerena retiro la euroorden que existía contra Puigdemont y otros líderes independentistas, aplicada por la jueza de la Audiencia Nacional, Carmen Lamena,  justificándose diciendo que no quería arriesgarse a que las autoridades belgas cercenen la posibilidad de juzgar al expresidente  Puigdemont por todos los delitos que se le atribuyen a él y a sus exconsejeros, y ahora resulta que la aplico cuando Puigdemont estaba de viaje en Helsinki, favoreciendo los espías españoles que  Puigdemont cayera en las manos de la justicia de un país, Alemania, que se opone a acusar a Puigdemont de rebelión. Demasiada coincidencia para ser creíble.


Aunque sea de forma sutil, está claro que el proceso independentista catalán se está internacionalizando. Hubo  una clara injerencia del Gobierno ruso; ahora Alemania; y el conservador italiano Antonio Tajani ,  presidente del Parlamento Europeo, ha aprovechado diferentes actos políticos, por ejemplo, la ceremonia de entrega de los premios Princesa de Asturias, donde se le entregaba el premio a la Concordia a la Unión Europea, para posicionarse a favor de la violencia que el Gobierno ejerció el pasado 1-O contra sectores de la sociedad catalana, curiosamente sin que se viera afectado ningún líder del independentismo. Muchos hechos, no solo la internacionalización de la crisis catalana, dan ya a entender que están resurgiendo las mismas amenazas ideológicas del pasado siglo, y por tanto, en  mi opinión, la Unión Europea debería adoptar ya una posición clara en la crisis catalana, haciéndola pública para que la ciudadanía europea, y no solo sus líderes, conozcan en que Europa realmente vivimos.

No hay comentarios: