lunes, 18 de junio de 2018

LA JUSTICIA ES IGUAL PARA TODOS: URDANGARIN CUMPLIRÁ SENTENCIA EN UNA CÁRCEL DE MUJERES.


En el 2006, algunos medios de comunicación empezaron a difundir que Urdangarin estaba realizando actividades ilegales a través diferentes empresas, entre las que destacaba el Instituto Nóos, una organización supuestamente sin ánimo de lucro. Pero no fue hasta cuatro años después cuando la justica comenzó a investigar el asunto, dando lugar a la apertura del caso Nóos. Investigación que implicaría de forma directa a la Infanta Cristina, al utilizar Urdangarin la empresa Aizoon,  que tenía al 50% con su esposa, para blanquear y utilizar el dinero que recibía a través del Instituto Nóos. El asunto  se cerraría con la sentencia emitida por el Tribunal Supremo 11 años después. A partir de hoy, el  exduque de Palma, Iñaki Urdangarin, va a tener que dejar durante una temporada de poner sellos en nombre de la Casa Real. Esta mañana, logrando evitar a los medios de comunicación o contando con su complicidad para que no se tomaran  imágenes, ha  ingresado en la cárcel de Brieva, en Ávila, para cumplir la pena de 5 años y 10 meses que le impuso el  Supremo a través de la  sentencia del caso Nóos

El Tribunal Supremo le ha impuesto a Urdangarin en torno a la mitad de la sentencia que  pedía el Ministerio Fiscal. La empresa Aizoon era una inmobiliaria que no realizó ningún tipo de actividad, propiedad al 50% de Urdangarin y su esposa, la infanta  Cristiana. A pesar de ello la justicia española considero que la infanta Cristina no era responsable de las actividades ilegales para las que se utilizó, responsabilizando de ello únicamente a su esposo, Urdangarin. Urdangarin ha elegido para cumplir su pena la cárcel de Brieva. Una cárcel de mujeres, que tienen un módulo para hombres, en el que suelen ingresar presos especiales, a los que el Estado les concede dicho privilegio, bien porque han colaborado con la justicia, es decir, chivatos, o porque tienen una buena manta, como fue el caso del exdirector de la Guardia Civil, Luis Roldan. La estancia en la cárcel puede variar entre ser igual a estar recluido en un monasterio, a asemejarse más a lo que puede ser el infierno, dependiendo de que el ambiente sea de hostilidad o amistad. Parece ser que a Urdangarin le han permitido elegir la opción monasterio, concediéndole el privilegio de elegir una cárcel en la que va a disfrutar de total tranquilidad y máxima seguridad.  Es curioso, como las elites dirigentes españolas toman decisiones que de forma clara incrementan la inseguridad ciudadana pero luego para ellos, sus familias, sus niños, son partidarios de buscar entornos de máxima seguridad. El secretario general de Podemos, elegido para vivir con su familia no el multicultural ambiente de Lavapiés, sino el exquisito y burgués ambiente de Galapagar. El ex duque de Palma tampoco ha querido cumplir condena en una carcel común, de las muchas que hay en España y en las que son ingresados presos islamistas, muy próximos al entorno islamista de la infanta Cristina,  a pesar de que todas disponen de módulos especiales para exfuncionarios o personajes como él, sino que ha elegido una cárcel de mujeres, en la que será el único gallo del gallinero. A pesar de todo ello, desde que el Supremo emitió sentencia la frase que más pronuncian los políticos españoles, independientemente de la ideología,  es la de “La justicia es igual para todos”.

¿Es la justicia igual para todos en España? Evidentemente no. Un Ayuntamiento puede encargar que recojan la basura diariamente, o dejar que esta se acumule en las calles, y ordenar que la recojan cuando  ya empiece a oler mal y suponga una amenaza para la seguridad sanitaria. Con la justicia pasa algo parecido.  La justicia española no actúa en tiempo oportuno, deja que actores pertenecientes a las elites dirigentes cometan todo tipo de delitos durante años y luego, cuando el olor ya es imposible de ocultar, actúa instruyendo y juzgando alargando lo máximo posible los tiempos, en este casi 8 años, para luego emitir condenas que en algunos casos como el de Urdangarin son irrisorias. Lo de Urdangarin puede parecer un drama, pero claro, para poder valorar  si lo es o no habría que saber cuánto logro robar, pues seguramente muchos españoles, como se dice ahora, de alta titulación, seguramente firmarían pasar 5 años en prisión cobrando a millón por año.

Numerosos datos difundidos por los medios de comunicación y la sentencia del Tribunal Supremo sobre el caso Nóos, han dejado claro que Urdangarin no hubiera podido realizar las actividades ilegales que dieron lugar a que fuera condenado por los delitos de malversación, prevaricación, fraude a la administración, dos delitos fiscales y tráfico de influencias, sin contar con el apoyo de la Jefatura del Estado, es decir, de la Casa Real. A partir de la abdicación del rey Juan Carlos, el rey Felipe VI ha intentado desvincularse del asunto dejando a la infanta Cristina fuera del entorno oficial de  la Casa Real. Pero ello no ha contribuido a mejorar la imagen de la Casa Real, sino todo lo contrario. Desde entonces, la infanta Cristina y sus hijos, y hasta hoy también su marido Urdangarin,  viven en unas de las ciudades más caras del mundo, Ginebra, gracias a unos ingresos que no están claros, trabajando para una fundación islamista, la Fundación Aga Khan, y disfrutando de escoltas pagados por el Estado.

No hay comentarios: