martes, 27 de noviembre de 2018

UCRANIA: LA UE COQUETEA CON UNA RUSIA QUE AMENAZA SU ESTABILIDAD.


En los últimos días la Unión Europea ha tenido que volver a enfrentarse con la dura realidad, el principal conflicto que afecto a Europa  a partir del final de la IIGM y durante todo el siglo pasado, entre Rusia y Occidente, sigue vivo. La Caída del Muro de Berlín, 1989, dando a conocer la enorme brecha económica y de calidad de vida que existía entre la República Federal  de Alemania, y  la parte alemana que había quedado bajo control soviético, la Republica Democrática de Alemania; la posterior desintegración de la URSS, disolviéndose el Pacto de Varsovia, pasando muchos de los países que lo formaban a integrarse en la esfera occidental, es decir, en la actual Unión Europea y la NATO; y el  esfuerzo integrador que  Europa occidental realizo con lo que se conoció durante casi medio siglo como el Bloque comunista, impulsando la globalización económica, abriendo las puertas a las inversiones de sus dirigentes, muchos de los cuales se convirtieron en millonarios oligarcas al desintegrarse la URSS, no ha llegado para que Rusia haya dejado de ser una amenaza a la estabilidad y la paz en Europa, en este momento,  utilizando el conflicto latente que mantiene con Ucrania, pero ya desde hace años, a través de la guerra civil siria. 

La actual crisis entre Ucrania y Rusia, es una clara consecuencia de la equivocada política exterior que  ha venido manteniendo la UE desde hace años, buscando estrechar lazos  empresariales con las elites dirigentes rusas, abriéndoles las puertas a sus exportaciones e inversiones a la vez que intervenía en asuntos políticos de sus áreas de interés, áreas de interés como son el Cáucaso y Ucrania.  La Revolución de las Rosas, en Georgia, y la Revolución Naranja, en Ucrania, apoyadas desde la UE, fueron dos completos fracasos, que solo contribuyeron a beneficiar los intereses de sectores de las  elites políticas de esos países, algo lógico, si tenemos en cuenta la elevada clara influencia que todavía ejerce Rusia sobre dos países que pertenecieron durante décadas al Bloque soviético. Los experimentos en Georgia, acabaron con la Guerra de Osetia del Sur del 2008, las repúblicas de Osetia del Sur y Abjasia, prorrusas, y que contaron con el apoyo de las Fuerzas Armadas de Rusia, son hoy independientes, y el expresidente Mijeil Saakashvili, líder de la Revolución de las Rosas, se encuentra refugiado en Ucrania, acusado por el Gobierno de Georgia de crímenes contra los derechos humanos. En Enero del 2004,  el candidato a presidente Víktor Yúschenko, denuncio fraude electoral favorable al candidato  Víktor Yanukóvich, prorruso, provocando revueltas sociales que darían lugar a la Revolución Naranja. Yúschenko, apoyado por la UE, fue considerado ganador y nombrado presidente por decisión de la Suprema Corte de Ucrania. En el 2014 volvería a pasar algo parecido. El presidente Víktor Yanukóvich, prorruso, y que había ganado las elecciones en el 2010, se opuso a firmar el tratado de asociación con la UE, y la oposición salió a la calle, teniendo lugar una serie de manifestaciones y disturbios, liderados por grupos fascistas apoyados desde la UE, dando lugar a lo que se denominó el Euromaidám. Como con la Revolución Naranja, el Euromaidam favoreció los intereses de sectores de las elites dirigentes. El presidente Víktor Yanukóvich dimitió, se convocaron elecciones, que ganaría el actual presidente de Ucrania, Petró Poroshenko, un millonario oligarca, y la ex primera ministra, Yulia Timosenko, encarcelada por corrupción, quedaría en libertad, pero fue muy malo para el país. Rusia provoco la desestabilización del este de Ucrania, en el que es mayoría la población de origen ruso; se anexiono Crimea; las repúblicas de Donetsk y Lugansk se han declarado independientes, y Ucrania está lejos de poder ingresar en la UE, pues ni su economía ni su política reúnen las mínimas condiciones necesarias.

Ucrania es una república exsoviética, un porcentaje importante de su ejército todavía es prorruso. El Gobierno de Ucrania sabe qué no tiene capacidad militar ni económica para enfrentarse a Rusia. Ucrania depende energéticamente del gas ruso, el cual recibe a muy buen precio al permitir que  Rusia utilice los gaseoductos que cruzan su territorio. El Gobierno de Ucrania no ha hecho nada por recuperar, ya no Crimea, sino  el control de las repúblicas de Donetsk y Lugansk, que se declararon independientes en el 2014, sería extraño que lo hiciera ahora. La declaración de la ley marcial en el Este del país, es una acción más que nada simbólica. Los militares rusos no suelen, por decirlo de alguna forma, amagar, han basado siempre su táctica en concentración, choque, movimiento, sorpresa y rapidez, por tanto, si tuvieran intención de invadir Ucrania ya lo hubieran hecho. ¿Por qué, entonces, el Gobierno de Rusia ha provocado esta crisis, justo ahora,  cerrando el acceso al mar de Azov? Da la impresión de que frente a las últimas sanciones impuestas por Estados Unidos por el asunto del ex espía ruso Sergei Skripal, Rusia quiere enviar el mensaje de que puede desestabilizar fácilmente el Este de Europa, y muy probablemente busque  también con ello hacer oír su voz en las próximas elecciones presidenciales que tendrán lugar en marzo de 2019.


No hay comentarios: