Parece ser que el Gobierno de coalición formado
por el PSOE y los comunistas, Unidas Podemos, el
primero de la historia de la democracia española, no le ha gustado a una
gran mayoría de los españoles y en las elecciones municipales y autonómicas,
celebradas el pasado 28 de mayo, el PP
ha arrasado, obteniendo el PSOE unos pésimos resultados. Si en el 2015 los
denominados partidos emergentes, Podemos, luego Unidas Podemos al unirse con
Izquierda Unida, y Ciudadanos, entraron en el mapa político español con fuerza,
ahora se hunden. Ciudadanos, que llego a
la política española como una catarata que no se sabía que la había provocado,
se llego a hablar que era el partido apoyado por familias con fuerza en el Ibex
35, ha desaparecido completamente. Unidas Podemos y sus confluencias, es decir,
partidos que defienden lo mismo, pero con otras siglas, han sufrido una fuerte
perdida de votos. Más Madrid logra
mantener una importante representación tanto a nivel autonómico como municipal,
superior a la que tenían los comunistas en el 2011, pero insuficiente para
poder formar un gobierno de coalición con el PSOE. Lo mismo le ocurre a Barcelona en Común, aunque logra mantener 9 diputados
en el ayuntamiento de Barcelona, Ada Colau es muy poco probable que pueda
volver a ser alcaldesa. Sin duda son unos resultados agridulces, pues si por un
lado supone que los comunistas prorrusos y anti-NATO pierden fuerza en la política
española, por el otro, surge Vox, como un partido con poca representación, menos
del 10% de los votos emitidos, pero imprescindible para que el PP pueda formar
gobierno en importantes comunidades autónomas, como la Comunidad Valenciana,
Illes Baleares, y en numerosos municipios.
Seguramente los españoles han votado motivados
por muchas y diferentes razones, pero los resultados permiten hacer cuatro claras lecturas. Primera, de las pasadas
elecciones ha surgido un mapa político autonómico y municipal muy similar al
que existía en el 2011, con la excepción de Andalucía, que ya había pasado en
el 2019 a estar gobernada por el PP. Si en el 2015 se percibía que desde sectores de
las elites dirigentes españolas, especialmente desde la derecha monárquica
aunque no solo, se estaba impulsando un proyecto destinado a favorecer que
Podemos y sus confluencias, Barcelona en Comú, las denominadas mareas gallegas,
Adelante Andalucía, Más Madrid, incluido Compromís, etc, entraran con fuerza en la política española,
hasta el punto de apoyar sino imponer, no esta claro, un Gobierno de España de coalición en el que estuvieran los comunistas,
como ha ocurrido, creciendo los comunistas en municipios y, más concretamente,
en mesas electorales en las que caía la
derecha, es decir, el PP, ahora se ha producido el efecto inverso, allí donde han
caído los comunistas, ha crecido el PP. En el 2015, Podemos y sus confluencias
se hicieron con importantes ayuntamientos como La Coruña, Ferrol, Madrid, Cádiz, Barcelona y
Valencia, en este caso Compromís, ahora todos ellos volverán a estar gobernados
por la derecha, por el PP, con la excepción de Barcelona, donde muy
probablemente vuelva a ser alcalde Xavier
Trías, representante de la burguesía catalana, antes miembro de CiU, ahora de TRIASXBCN-CM. Segunda, los
resultados dan a entender que los españoles han emitido un voto de castigado al PSOE por formar un Gobierno de coalición
con los comunistas pues, por ejemplo, el PSOE ha perdido muchos votos en
comunidades autónomas, como Valencia, Illes Baleares, etc, en las que llevaba aplicando
las mismas políticas ya en un segundo
mandato. Tercera, Vox sigue siendo un partido muy minoritario de la sociedad
española, pero imprescindible para que el PP pueda gobernar en muchas
comunidades y municipios, lo que le da una
mayor capacidad de influir en la política española, todo dependerá de hasta
cuanto este dispuesto a ceder el PP, partido del que no hay que olvidar que es
una reciente escisión. Y la cuarta y última, los resultados dan a conocer lo
podrida que esta la política española, pues si todo indicaba que en el 2015 sectores
de las elites dirigentes españolas estaban impulsando un proyecto político, con
apoyo mediático y en votos gracias al control que ejercen sobre redes clientelares de naturaleza política, para que los comunistas se hicieran con más
poder político, hoy se percibe que hay un proyecto similar para que Vox, la voz
de los militares, un partido que es el heredero ideológico en España de
aquellos que provocaron la Segunda Guerra Mundial, Nazismo y Fascismo, un
partido que considera la democracia el gobierno de los débiles y es partidario
de la violencia como principal instrumento de acceso al poder político, aumente
su representación política entrando en las instituciones, hasta el punto de buscar o querer imponer, no esta
claro, un Gobierno de España de coalición PP-Vox.
Al presidente Pedro Sánchez no le quito el
sueño pactar con Unidas Podemos, como lo da a entender que la coalición haya aguantado
casi cuatro años, pero los resultados de las elecciones del 28-M tal vez si le
impidan dormir, porque entendiendo que
los resultados significan que los españoles no aprueban la gestión de su
Gobierno, debe estar pensado si lo mejor para su partido es romper la coalición
y volver al mensaje de nunca pactare con los comunistas, argumentando el cambio
de opinión en que Unidas Podemos es prorruso y anti -NATO y la posición del PSOE
es que España se alinee en la guerra de Rusia contra Ucrania con OTAN, es decir, dando apoyo a Ucrania, o
aguantar a pesar que todo hace prever una
todavía pero debacle del POSE en las próximas elecciones generales.
De forma indiscutible, el
fascismo ha vuelto a gobernar Italia
y por tanto que Vox se este convirtiendo en un partido imprescindible para que
la derecha, es decir, el PP, puedan gobernar, favoreciendo ello que España
pueda volver a estar gobernada por aquellos que durante décadas privaron a los
españoles de derechos , de lo que se conoce como un sistema político democrático,
etc, pues no debemos olvidar que Vox
tiene entre sus dirigentes a un elevado número de miembros de las elites
militares, exmilitares de alta graduación, también debería impedir que en las
instituciones de la UE puedan conciliar fácilmente el sueño, pues como ocurrió en
el pasado siglo, parece ser que la historia se repite, siguiendo España otra
vez los pasos políticos de Italia.
