Cuando ya creemos que la
democracia española ha tocado suelo, la casta política, entendiendo por casta política
la cara visible de las elites dirigentes, nos ofrece un nuevo episodio que
contribuye a desacreditarla y hundirla todavía
más. El último ha sido la actual constitución del Congreso de los Diputados y
la situación de difícil gobernabilidad y alta inestabilidad política en la que
se encuentra España. Un Congreso muy fraccionado, en el que al lado de los partidos
tradicionales afectados por importantes casos de corrupción política se sienta
un partido de ideología comunista, Podemos, que como en la mejor época de la
Guerra Fría ha sido financiado por el comunismo internacional a través de
corruptos sectores de la burguesía española, afines al PP, y es que no hay nada
como tener intereses económicos comunes para disminuir las diferencias ideológicas.
La democracia española no cesa de hundirse, dándose hoy la circunstancia de que
un ex JEMAD, Julio Rodríguez, es miembro
de un partido político, de ideología comunista, Podemos, investigado por el
CNI. Insólito, uno de esos casos que uno cree que solo pueden pasar en la ficción,
y que explica muchas de las cosas que han pasado en la reciente historia de España.
Algunos analistas políticos,
buscando quitarle importancia a la situación política que vive España, han
comparado la actual situación con la del 96, en la que José María Aznar logra
ser investido presidente, ya casi agotado el plazo, casi dos meses después de las
elecciones, gracias a cerrar un pacto con CiU, el conocido como Pacto del Majestic.
Pacto logrado de forma secreta, gracias a que Aznar hablaba entonces catalán en
la intimidad, y del que se ha hecho público que representaba el traspaso de
nuevas competencias a la Generalitat y que el PP le diera apoyo a CiU en
Cataluña.
En mi opinión, la comparación es
desafortunada, por dos razones. Primera, porque son situaciones completamente
diferentes. Entonces el mapa político nacional no estaba tan fraccionado, y
Aznar solo tenía que contentar a un partido nacionalista, CiU, minoritario en
la esfera nacional, a través de concesiones
que no representaron en ningún momento
un esfuerzo para el PP, ya que CiU no pidió entrar a formar parte del Gobierno
de España, no desplazando así a dirigentes del PP que aspiraban a obtener algún
cargo público. Es decir, en el 96 la tarta del Gobierno de España no se
fracciono, como si parece que es necesario que se fraccione con la actual composición
del Congreso. Segunda, porque con el Pacto del Majestic y el comienzo de la
legislatura gobernada por el presidente Aznar se abrió en España una época negra
de su historia. La actual situación de España es consecuencia de la época Aznar.
Durante la época Aznar el Partido Popular se convirtió en una organización política
que daba y da cobertura a diferentes organizaciones criminales, organizaciones
criminales, que las que no se dieron a conocer a través de la famosa boda de la
hija del expresidente Aznar, se están dando a conocer todavía hoy, como es el
caso de la reciente operación Taula. Durante la época Aznar en España se
produjeron numerosas violaciones de los derechos humanos. Durante la época Aznar
se produjo el mayor caso de terrorismo de Estado de la historia de España, el
11- M, algo que se ha silenciado a pesar de ser denunciado de forma amplia por
numerosos analistas y medios de comunicación.
Hoy sabemos que el Pacto del Majestic fue muy negativo para
España, entre otras cosas, porque contribuyo a producir la actual crisis territorial entre Cataluña y el
Estado central, y favoreció que creciera
la corrupción política. Desde entonces la corrupción política no ha cesado de
crecer en España, y en concreto dentro
de los dos partidos políticos que firmaron dicho pacto. El negociador del pacto por parte del PP, el
ex vicepresidente Rodrigo Rato, está hoy imputado por diferentes delitos relacionados
con la corrupción política y por blanqueo de capitales. Por la otra parte, la coalición
CiU se ha roto, UDC, casi ha
desaparecido, dejando de tener presencia en el Congreso, y Convergencia, debido
a que tiene numerosos dirigentes implicados en casos de corrupción se ha
tendido que transformar en un nuevo partido, DL. Además el máximo líder de CiU,
el expresidente Pujol también está imputado. No solo eso sino que también lo están
todos sus hijos. De ser justa la justicia española, da la impresión de
que lo que ha robado el Clan Pujol, solo
lo podrán disfrutan, si tienen suerte, los nietos del muy honorable, y muy ladrón, expresidente Jordi Pujol. En cuanto a Aznar, todavía
no sabemos cómo acabara la historia. Durante sus Gobiernos además de hablar catalán
en la intimidad con Pujol, y dar de forma directa o indirecta becas al coletas
de la mochila, Pablo Iglesias, hoy no sabemos si está o no en la lista de los
acogidos a la denominada amnistía fiscal.
España se encuentra en una situación complicada, y muy preocupante en la que el pueblo tiene que elegir entre ser gobernada por unos partidos tradicionales, que han pilotado la transición, y guiado a España hasta aquí, o por un partido como Podemos, de ideología comunista, financiado por el comunismo internacional a través de corruptos sectores de la derecha española. Ante esta situación el ex presidente Felipe González ha aportado una idea que me parece inteligente. Después de manifestar su oposición a un pacto entre el PSOE y Podemos, ha propuesto un Gobierno de concentración. Proponiendo, incluso, un nombre para presidirlo, Javier Solana. No sé si Javier Solana será o no la persona idónea, lo que sí creo es que la solución de un Gobierno de concentración es creativa, conveniente y acertada. Un Gobierno de Concentración, formado por PP, PSOE,…, incluso a costa de que se pueda infiltrar algún corrupto, siempre será mejor para España que un Gobierno en el que entre Podemos, y su vicepresidente sea Pablo Iglesias.
España se encuentra en una situación complicada, y muy preocupante en la que el pueblo tiene que elegir entre ser gobernada por unos partidos tradicionales, que han pilotado la transición, y guiado a España hasta aquí, o por un partido como Podemos, de ideología comunista, financiado por el comunismo internacional a través de corruptos sectores de la derecha española. Ante esta situación el ex presidente Felipe González ha aportado una idea que me parece inteligente. Después de manifestar su oposición a un pacto entre el PSOE y Podemos, ha propuesto un Gobierno de concentración. Proponiendo, incluso, un nombre para presidirlo, Javier Solana. No sé si Javier Solana será o no la persona idónea, lo que sí creo es que la solución de un Gobierno de concentración es creativa, conveniente y acertada. Un Gobierno de Concentración, formado por PP, PSOE,…, incluso a costa de que se pueda infiltrar algún corrupto, siempre será mejor para España que un Gobierno en el que entre Podemos, y su vicepresidente sea Pablo Iglesias.