sábado, 27 de noviembre de 2021

CLARA Y PREOCUPANTE POLITIZACIÓN DE LA POLICIA.

En una democracia la actividad policial debe estar protegida y controlada a través de leyes. Leyes que la sociedad considere convenientes y elabora y aprueba a través del  Poder Legislativo, o mejor dicho, a través de sus representantes políticos democráticamente elegidos, la cosa esta ya muy estudiada y es fácil. Pero, en la actual España no ocurre ni una cosa ni la otra. Las manifestaciones de miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado contra la nueva Ley de Seguridad Ciudadana evidencia que no sienten que su actividad, su trabajo, este respaldado por adecuadas leyes. Por otro lado, numerosos hechos constatan  que la actividad policial tampoco está lo suficientemente controlada por el Estado. Por ejemplo, tenemos el caso Villarejo, que desempeñando su cargo de comisario realizaba actividades de espionaje privadas e ilegales, que luego ha dado a conocer a la opinión pública con oscuras intenciones. O el de numerosos altos mandos policiales implicados en asuntos de drogas. Ya no hablemos de los abusos de poder, de la chulería  con que a veces actúan algunos miembros de las policías españolas, que si bien algunos son denunciados otros muchos, por miedo o debilidad de las víctimas, no.

Puede ser que el descontento de los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado esté justificado, no lo sé. No suelo cometer delitos, y por tanto, no tengo por costumbre leer leyes para saber si lo que voy a hacer puede constituir delito o no, y como está castigado por el Estado. Por tanto, no me he leído la nueva Ley de Seguridad Ciudadana más allá de lo difundido por los medios de comunicación. Lo que si se, lo que si tengo claro, es que en una democracia no es conveniente que los miembros de las diferentes policías se manifiestan para presionar al Estado. Aquí no estamos hablando de un convenio laboral o de reivindicaciones salariales, sino de leyes. En una sociedad democrática las leyes no solo las elaboran los miembros de la policía, sino el conjunto de sociedad. La derecha española se equivoca al patrimonializar el descontento de la los miembros de las policías. Estas deben estar al servicio del Estado, a las órdenes del Gobierno democráticamente elegido, y no, de forma directa y clara o sutil,  a las órdenes  de un determinado  partido político.

Los ciudadanos no se sienten desprotegidos debido a la nueva Ley de Seguridad Ciudadana, como lo deja claro el hecho de que no han salido a la calle a manifestarse en defensa de unas u otras leyes, en defensa de una modificación del Código Penal. Todo esto está motivado por interés de naturaleza política, muy ajenos al interés general. Lo que sí hace que los ciudadanos se sientan desprotegidos es una elevada politización de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Que la policía española solo actué, o actué principalmente, para defender los derechos e intereses de  sectores de las elites políticas. Ocurriendo que cuando se produce un conflicto de interés entre un humilde ciudadano y las elites dirigentes que la controlan, la policía se decante siempre a favor de estas. Que en una democracia,  un partido como Vox, controlado por los militares, monárquico,  heredero ideológico en España de aquellos que provocaron la Segunda Guerra Mundial, Nacismo y Fascismo, quiera ser la voz de los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, de forma clara, dándole publicidad e instrumentalizándolo, es un hecho político de enorme gravedad. 

Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado son parte de la fuerza, en España son un sucedáneo de las Fuerzas Armadas, estando controladas por los militares, y tienen en su mano el monopolio del uso legítimo de la fuerza. Que salgan a manifestarse a la calle apoyados por determinadas partidos políticos supone un intento de utilizar la fuerza para imponer sus intereses y criterios al Estado, al Gobierno de la nación democráticamente elegido, y , por tanto, al conjunto de la sociedad. Hechos, como los ocurridos en el 2014 con las Marchas de la Dignidad, evidencian que la actividad policial no está siempre lo suficientemente  protegida por las leyes. Pero que la derecha ahora patrimonialice el descontento de la policía entra en clara contradicción con el hecho de que sectores de esta  misma derecha ayudaron a que Unidas Podemos entrar en el mapa político español, llegando a formar parte del Gobierno de España. Contribuyendo a su maduración, a que Unidas Podemos incrementar sus ingresos y, por tanto, patrimonio, favoreciendo la repetición de elecciones generales. Nada más y nada menos que cuatro desde que Podemos entro en la política española.  Ahora dicen que necesitan leyes para proteger a los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de seguridad del Estado de aquellos a los que han ayudado a hacerse fuertes, Unidas Podemos, la representación en España del comunismo internacional. Ya será por alguna otra razón. 

miércoles, 10 de noviembre de 2021

PEDRO SÁCHEZ: MINIMIZAR O MAXIMIZAR PROBLEMAS COMO TACTIVA POLITICA DE JUSTIFICACIÓN.

Siempre lo ha sido un poco, pero con el establecimiento de sistemas democráticos, la política ha evolucionado hacia el arte de manipular a los ciudadanos. Los dirigentes políticos suelen recurrir a dos instrumentos para evitar asumir, ante los ciudadanos, las responsabilidades que se derivan del cargo público que ocupan. Uno, minimizar los problemas, quitándoles importancia, y justificando así que no merecen su atención, en concreto, medidas para solucionarlos. Dos, maximizarlos, considerando que es un problema exterior, que depende de la coyuntura internacional, o como se dice ahora, global, y por tanto es necesario resolverlo en dichos ámbitos, o parafraseando al presidente Sánchez, desde organizaciones supranacionales.

Desde el Gobierno de España se suele  utilizar ambos instrumentos. Para minimizar hechos, problemas,  por ejemplo, se les dice a los ciudadanos que actos de violencia de naturaleza política, como por ejemplo, los escraches, claramente organizados por fuerzas políticas, son espontáneos. Por ejemplo, para no adoptar medidas para evitar acciones del terrorismo islamista, que se percibe que son coordinadas desde el exterior y realizadas contando con complicidades entre las elites dirigentes que gobiernan España, se les dice a los ciudadanos que sus ataques son realizados por lobos solitarios, que no eran durmientes enviados a España por actores extranjeros con tal fin, sino personas que se han radicalizado debido a que no lograron integrarse en la sociedad española, cristiana  y occidental en la que viven. O en lo relativo a la corrupción política, se suelen utilizar argumentos como que son unos pocos dirigentes políticos, que estos ya no están en el partido político del que eran dirigentes, etc, cuando está claro que es una corrupción sistémica, planificada y realizada gracias a contar con el poder que otorga pertenecer a un partido político con capacidad para controlar, aunque sea parcialmente pero los suficiente, las instituciones del Estado. Pero también cuando les interesa maximizan los probemas. Por ejemplo, en el caso de la inmigración, para evitar adoptar medidas suelen justificarse con la falacia de que es un problema europeo y la solución debe venir de la Unión Europea, cuando desde Bruselas el masaje es claro, cada Estado debe encargarse del control de la frontera exterior que se encuentre en su territorio. O por ejemplo, busca justificar el alto precio de la energía eléctrica diciendo que se debe a la coyuntura internacional, cuando todo el mundo sabe se debe a la política emergentica adoptada por el Gobierno de España, al sistema de producción elegido en España y a la aceptación por parte del Gobierno de España de la creación del nuevo impuesto indirecto de los derechos de emisión de CO2, cuyo valor la UE permite que dependa de especulaciones.

Y así, podríamos seguir con innumerables ejemplos. Minimizan y maximizan cuando les interesa, eso sí, cuando los ciudadanos minimizan, y adoptan a título personal medidas para protegerse, entonces, apelan al imperio de la ley y le persiguen recurriendo al Poder Judicial, a los militares y su sucedáneo las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, o si hace falta, al terrorismo de Estado. O por el contrario, cuando un ciudadano,  que se siente pisoteado en sus derechos e intereses, no militante en un partido político, pues para los militantes hay un trato distinto,  acude a título personal a una organización supranacional en solicitud de ayuda, por ejemplo, a la Unión Europea, entonces evocan el principio de subsidiaridad para defender sus intereses y dicen que se trata de un asunto de ámbito nacional y piden que se respecte su soberanía. Siempre tienen las de ganar.

Manipulación, que el  presidente Sánchez ha intentado hoy una vez más  en su comparecencia en el Congreso de los Diputados para hablar de las cumbres del Consejo Europeo. El Gobierno no tiene responsabilidad en  la entrada en territorio español de un virus de origen chino, el covid-19, es un problema global fruto de las interconexiones entre países. Eso sí se apunta como un éxito, por ejemplo, la estrategia de vacunación. Omitiendo, que los ciudadanos españoles han sido vacunados gracias a vacunas  fabricadas, principalmente,  en Estados Unidos, país al que no cesan en atacar y que van a ser pagadas con fondos europeos. Los científicos españoles son excelentes, como lo eran los de la Alemania nazi, en represión, en elaborar métodos para ejercer control social y torturar a los ciudadanos recurriendo al sistema sanitario. También obvia que en España la estrategia de vacunación fue un éxito porque esta estuvo precedida de una fuerte represión del Gobierno. Cerrando actividades económicas, limitado el derecho a la libre circulación de los ciudadanos, impidiendo a ancianos que vivían  en residencias que recibieran la visita de sus seres queridos, etc, etc, etc. Represión ejercida gracias a la aplicación de un Estado de Alarma considerada inconstitucional, es decir, ilegal. Sánchez también ha apelado a organizaciones supranacionales para resolver problemas, pero cínicamente, únicamente para lo que le interesa. Apela a la OTAN, organización militar que surgió para hacer frente al comunismo internacional liderado por la Unión Soviética, pero a la vez, gobierna en coalición con Unidas Podemos, la actual representación en España del comunismo internacional liderado todavía desde Moscú. Y anuncia, que en la próxima cumbre de la OTAN, que se celebrara en junio en España, se va cambiar el concepto estratégico de la OTAN, es decir, su razón de ser. ¿Lo sabrá el Gobierno de Polonia, hoy país amenazado por la órbita comunista, en concreto, por Bielorrusia? Parece ser que los que lo saben son Estados Unidos, Reino Unido y Australia, y por eso han cerrado la alianza militar  Aukus. Como siempre, Sánchez sigue con el discurso falaz de que el precio de la energía eléctrica es un problema de la UE.

Si algo uno detesta cuando va a una fiesta es que alguien lleve una corbata del mismo color, pero parece ser que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el líder de la oposición, Pablo Casado, pactan  compartir color ¿Qué mensaje quieren enviar? Es costumbre que los  dirigentes políticos  usen el color de la corbata para comunicarse, para enviar mensajes, tal vez en España utilizan el color de los calzoncillos y se los enseñan en los servicios, no lo sé.  Y un mismo color de corbata no significa nada, pero si no es así, está claro que quieren simbolizar unión en determinados temas. Ya desde una perspectiva subjetiva, todo da a entender que estos amenazan. Se equivoca el presidente sandinista, Daniel Ortega, en España no gobiernan los descendientes del franquismo, sino los descendientes de Cánovas y Sagasta. España siempre ha sido una tiranía para los pobres, para el pueblo,  para los sectores humildes de la sociedad, incluso durante la Segunda República, y lo sigue siendo. España ha evolucionado de un dictadura militar, a un régimen autoritario, una dictadura camuflada bajo el paraguas de una falsa democracia, en cuyas elecciones solo pueden participar partidos políticos con listas bloqueadas y cerradas, listas que no está muy claro cómo se construyen, pero que a pesar de toda la película que elaboro el PSOE para poner a un madrileño, a Pedro Sánchez, como secretario general,  está claro que no obedece a procesos democráticos. En la política española no están los mejor preparados, ni los más aptos, sino únicamente personas que por razones familiares o de amistad han sido invitados a entrar  en política muy jóvenes, como se suele decir, antes de perder la virginidad. Cuando el presidente del Gobierno apela al Estado de Derecho como un valor de la Unión Europea, uno no sabe si reír o llorar. Las elites dirigentes españolas anulan totalmente el Estado de Derecho para defender sus intereses y ejercer represión, principalmente gracias al control que ejercen sobre el monárquico Poder Judicial, cometiéndose en territorio español flagrantes violaciones de los derechos humanos ¿Qué Estado de Derecho dice querer defender en Polonia? Ninguno, solo busca defender intereses de ámbito político.


jueves, 4 de noviembre de 2021

EL GOBIERNO DEFIENDE LOS PRESUPUESTOS DESDE LA TRIBUNA DE LA MENTIRA.

Hace tiempo que esta constatado, no voy a poner ejemplos, pues son de todos conocidos, como es el caso del 23-F,  que la tribuna del Congreso de los Diputados se ha convertido en la tribuna de la mentira. Desde ella, los oradores emiten, principalmente y mayoritariamente, mentiras. En el Congreso de los Diputados se oyen principalmente mentiras, y las pocas verdades que se emiten es a través de mensajes sutiles, gestos, etc, destinados a escenificar demostraciones de poder y amenazar a los ciudadanos. Por ejemplo, uno se pregunta ¿Qué tendrá que ver con la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado que la ministra de Hacienda, Montero Cuadrado, este obsesionada con apretar el pulgar derecho? Seguramente, ello para algunos ciudadanos signifique mucho, una nueva razón para odiar y no votar a este Gobierno, para otros nada.

El debate sobre los Presupuestos Generales del Estado para el 2021 no podía ser una excepción, los oradores de los diferentes grupos parlamentarios han emitido sobre todo mentiras. Mentiras interesadas,  destinadas a defender propuestas políticas que tienen por fin  defender sus intereses personales. Pues si algo caracteriza la actual política española, es que los partidos políticos han dejado a un lado la ideología para hacer política desde lo personal, para defender sus intereses personales, y así observamos que se dan pactos claros o encubiertos entre actores políticos de ideologías totalmente opuestas. La portavoz del Gobierno, la  ministra Montero, ha mantenido la postura triunfalista que caracteriza al Gobierno de Sánchez desde que llego al poder, y que no rectifico ni siquiera durante el periodo que declaro el Estado de Alarma, paralizando la economía y limitando el derecho a la libertad de movimiento de muchos ciudadanos. Lógicamente, una evidente y constante mentira, la sociedad española nunca ha estado peor desde que se restauró la democracia en el 78. Bueno, excepto para las grandes fortunas españolas que han seguido incrementando su riqueza incluso durante el tiempo de pandemia.  No es que el presidente Sánchez conduzca, con su a aliados comunistas, a España a una situación apocalíptica, como mantiene el principal partido de la oposición, el PP, sino que España ya ha entrado en un contexto postapocalíptico. En un año el Gobierno ha subido la deuda pública de España en un 120%. España necesito un rescate para hacer frente a la quiebra  de las cajas de ahorros y ahora necesita un nuevo rescate, disimulado bajo el concepto NextGenerationEU o Fondos de Recuperación para hacer frente a la pandemia covid-19. Un nuevo rescate de la UE, con el que desde Bruselas, de forma sutil, se quieren generar nuevos compromisos que garanticen  la permanencia en el club de posibles Estados descontentos. Rescate del que todavía  no se conoce la letra pequeña pero ya se sabe que existe, y si no se da a conocer es porque se supone que no va a gustar a amplios sectores de la sociedad española, y seguramente, como suele ocurrir con estas cosas perjudicara sobre todo a los sectores menos favorecidos de la sociedad. España es hoy la Argentina europea, con una economía que sobrevive gracias a rescates exteriores, en el caso de España de la UE.

¿Triunfalismo? Y es que el Gobierno de España ve éxito incluso en su gestión de la política energética. “Recuperación justa”, es el eslogan más utilizado por el Gobierno socialcomunista de Sánchez, pero nadie sabe a qué se refieren ¿Qué tipo de cuentas quieren ajustar? ¿Tal vez, se refieren a ajustar las cuentas de los dirigentes y afines de los partidos  que hoy gobiernan España? Seguramente, entiendan por recuperación justa, lo que se suele llamar repartir los recursos públicos, el dinero  de los Presupuestos y fondo de rescate europeo entre los suyos. Pero volviendo a las mentiras, en el debate han destacado dos. Según muchos expertos en economía los Presupuestos para el 2022 se basan en previsiones erróneas, que no se cumplirán, lo que se traducirá en déficit, y por tanto,  en incremento de la deuda pública. Otra mentira es la obsesión que todos los partidos políticos en considerar las pensiones política social. Y no es así. La pensión es un derecho que adquiere un ciudadano; por ejemplo, un derecho que  un trabajador adquiere al cumplir determinadas condiciones que suelen estar contempladas en su contrato laboral, y que por ejemplo, significa pagar una cantidad al Estado durante su vida laboral, para luego cobrar la pensión. Derecho que otros trabajadores, por ejemplo, los funcionarios adquieren al aprobar una oposición. Ni siquiera las pensiones por viudedad  o enfermedad son caridad de las elites políticas, sino derechos, insisto, que se adquieren al cumplir determinadas condiciones. Si las pensiones no existieran muchos  ciudadanos, como ocurrió en el pasado, se plantearían otro proyecto de vida, por ejemplo, muchos no se harían funcionarios del Estado. Pero los políticos españoles, y en especial la dirigentes de la izquierda, siempre han enfocado las pensiones desde la arrogancia, considerándolas ayudas sociales, caridad, que les dan a los ciudadanos como se las podrían quitar. El ejemplo más claro de ello, lo tenemos en como el Gobierno socialcomunista de Sánchez saco la Seguridad Social del Ministerio de Trabajo, para crear el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, uniendo a pensionistas e inmigrantes, buscando así igualar el derecho a una pensión con las ayudas sociales que reciben inmigrantes recién llegados a España.