lunes, 26 de octubre de 2020

CRISIS COVID-19: NUEVO ESTADO DE ALARMA EN MANOS DE LOS GOBIERNOS AUTONÓMICOS.

Con la disculpa de combatir la propagación del virus chino SARS-CoV-2 y proteger la salud de los ciudadanos, del  14 de marzo al 21 de junio, recurriendo a la declaración del estado de alarma,  el Gobierno de España sometió a la sociedad española a duras restricciones de su libertad de movimiento, restringiendo a su vez la realización de numerosas actividades económicas. Pero el virus chino no ha desaparecido de territorio español, hoy se vuelve a propagarse con fuerza. Los tres meses de estado de alarma, no han servido para erradicarlo. Reducir la movilidad de las personas evita contagios, pero también reduce la vida de los ciudadanos a  comer y dormir, algo no deseado,   y sobre todo hunde la economía al disminuir la actividad económica, entre otras cosas, al bajar el consumo, en lo que llevamos de año la deuda pública ha superado ya el 110% del PIB. A pesar de ello, cuatro meses después, con fecha 25 de octubre el Gobierno ha vuelto a declarar el estado de alarma, con la misma disculpa que antes, proteger la salud de los ciudadanos y evitar muertes. El Gobierno ha argumentado para declarar el estado de alarma la necesidad de impedir actividades privadas de ocio nocturno y dotar a los Gobiernos autonómicos de un instrumento legal para imponer confinamientos perimetrales. 

El nuevo Real Decreto del estado de alarma tiene respecto al de marzo, importantes y claros matices. No impone el cierre de actividades económicas, sino simplemente limitaciones horarias, y también podrán seguir realizando su actividad los centros educativos. Limita la libertad de circulación de las personas en horario nocturno, de 23:00 a 06:00, y se restringe la entrada y salida de personas del territorio de cada comunidad autónoma. No hay ningún argumento científico  que permita sostener que una persona que se desplaza a otra comunidad por motivos laborales o por estudios tenga menor probabilidad de  contagiarse y, como consecuencia, de contribuir a propagar el virus, que otra que lo hace por ocio. Tampoco en otro tipo de desplazamientos. No hay ningún método científico que permita afirmar que los ciudadanos se contagian más en unas actividades, por ejemplo, de ocio, que en otras, en los medios de transporte, lugar de trabajo o centros educativos, son simples hipótesis sin base científica que se elaboran y difunden para rellenar informes y justificar el sueldo. Pero a pesar de ello, el Gobierno sigue optando por restringir los derechos fundamentales de los ciudadanos en función de su rol social. El gobierno de Sánchez quiere limitar la movilidad entre comunidades autónomas, pero mantiene abiertas las fronteras exteriores de España, por ejemplo, con China, lo que representa una completa burla a la inteligencia de los españoles.

Pero lo más importante del nuevo Real Decreto es que el Gobierno de España delega en los gobiernos autonómicos la posibilidad de adoptar o no las medidas que contiene. Durante el anterior estado de alarma, el entonces presidente de la Generalitat, y hoy ya expresidente, Quim Torra, exigió al Gobierno de Sánchez que levantara el estado de alarma o realizara modificaciones en el Real Decreto de aplicación para devolverle las competencias que el Gobierno le había retirado temporalmente. Pues parece ser que ahora Sánchez ha cedido, y ha realizado una aplicación del estado de alarma a la medida de las reivindicación de las elites independentistas burguesas catalanas ¿Por qué? ¿Para qué? ¿Es el precio a pagar por el apoyo a los Presupuestos Generales del Estado para el 2021?

El presidente Sánchez está legislando en función de la conveniencia política y económica, que los confinamientos perimetrales se realicen a nivel autonómico, le permitirá a Canarias, en temporada alta,  seguir recibiendo turistas. Está claro, el Gobierno de Sánchez quiere tener a los ciudadanos sometidos al estado de alarma, para poder justificar represión y encubrir violaciones de los derechos humanos, permitiendo una mayor actividad autonómica que en el de marzo, y delegando en los gobiernos autonómicos la decisión de que medidas y contra quien las adoptan. Pero que sean muchos los actores políticos que apoyen la declaración del estado de alarma no hace su aplicación más constitucional, pues no puede ser constitucional que ciudadanos sanos sean privados de derechos fundamentales únicamente en función de su rol social, es decir, en función de ¿Trabajas o estudias? No, a casa.


lunes, 19 de octubre de 2020

VOX COMO ALTERNATIVA AL GOBIERNO SOCIALCOMUNISTA: ESPAÑA UNA DEMOCRACIA CON POCOS DEMÓCRATAS.

El presidente Sánchez seguramente no ha sido el primero ni el único en introducir plagios en su tesis, pero ha sido el primero en muchas cosas. Algunas anecdóticas, como ser el primer en ganar una moción de censura y ser presidente sin ser diputado nacional. Otras, con negativas consecuencias para España. Ha sido el primer presidente del PSOE que se ha atrevido a meter a los comunistas en el Gobierno de España, pactando con la representación del comunismo internacional en España, Unidas Podemos. Ha sido el primer presidente de la democracia que no ha logrado aprobar los Presupuestos Generales del Estado por dos años consecutivos, teniendo que prorrogar los del 2018. En febrero del 2019, llevando en la Moncloa poco más de seis meses, tuvo que convocar elecciones generales al no contar en el Congreso de los Diputados con apoyos suficientes para aprobar los Presupuestos; en el 2020, también sin lograr aprobarlos a esquivado el tema aludiendo a la situación sanitaria que vive el país, lo que ha permitido que desde la Unión Europea hagan la vista gorda sobre la situación de las cuentas públicas españolas.

Con la justificación de la amenaza de la epidemia sanitaria causada por el virus chino covid-19,  el presidente Sánchez ha impuesto en España una represión propia de un régimen autoritario, fascista o comunista, privando o concediendo derechos fundamentales a los ciudadanos en función de su rol social; ha frenado la economía y disparado el gasto público, se habla ya de una deuda pública de en torno al 120% del PIB; en cuanto al desempleo no se conocen los datos exactos, entre otras cosas porque el Gobierno ha adoptado medidas para dificultar que las empresas puedan despedir y tiene a muchos trabajadores bajo el paraguas de lo que se conoce como Expediente de Regulación Temporal de Empleo.

Con la falsa disculpa de la protección de la salud, el presidente Sánchez sometió a España a tres meses de estado de alarma que solo han servido para ejercer represión, encubrir violaciones de los derechos humanos, privando a muchos ciudadanos del derecho a una correcta atención sanitaria, y hundir la economía, hoy España sigue estando bajo la amenaza del covid-19. La situación de España es grave; con la disculpa de la epidemia sanitaria, que han favorecido, se quieren justificar abusos sanitarios y responsabilizar al virus de enfermedades que tienen como principal causa al utilización por parte de las elites dirigentes para ajustar cuentas. Pero lo más triste es que frente a la grave y lamentable situación creada por el presidente Sánchez, la única alternativa que se les ofrece a los españoles es Vox. Vox ha presentado una moción de censura contra el presidente Sánchez, que se debatirá en el Congreso de los diputados los próximos 21 y 22 de febrero, proponiendo a su líder, Santiago Abascal, como candidato a presidente del Gobierno de España.

De Vox, poco se puede decir que no se conozca. Vox es el heredero en España de aquellos que provocaron la Segunda Guerra Mundial, el Nazismo y su variante italiana el Fascismo; es la voz de los militares, es un partido que solo habla el lenguaje de la violencia, que desprecia al democracia, por considerarla el Gobierno de los débiles y considera que la violencia debe ser el principal instrumento para de acceso al poder político. Después de casi 40 años de dictadura militar, uno de los acuerdos tácitos de la Transición fue que los militares no volverían a injerir en la política española, y que el general Gutiérrez Mellado sería el último militar ministro de Defensa. Hoy, el pueblo español vuelve a tener a los militares en el Congreso de los Diputados intentando dirigir la política del país. La creación de Vox no ha sido muy original, pues se asemeja mucho a la creación del Partido Nazi, con numerosos exmilitares de alta graduación entres sus dirigentes. La verdad, todo hay que reconocerlo, la táctica utilizada para lanzar Vox ha sido muy inteligente y militar. Primero, los militares, contando con el apoyo de sectores de la derecha española afines al PP,  ayudaron a que creciera un partido de ideología comunista, Podemos, partido en el que metieron nada más y nada menos que a un ex JEMAD, al general Julio Rodríguez. En un principio, que un ex JEMAD de un Ejército como el español, mayoritariamente monárquico y de un Estado miembro de la OTAN, fuera de ideología comunista, antimonárquico y anti OTAN, como él mismo se definió, sonaba a extraño, pero no lo era.  Podemos fue la vanguardia utilizada por los militares para entrar otra vez en política. Una vez que la sociedad acepto como algo normal que un exgeneral  fuera dirigente de un partido comunista, con qué argumentos  se iba  a rechazar ahora que entraran en política con el grueso de la fuerza, como se iba a rechazar ahora que varios exmilitares lo fueran de Vox. Y así fue, en la sociedad española, y sobre todo a nivel periodístico, apenas ha habido debate sobre la vuelta de los militares a la política española.

La moción de censura de  Vox será defendida en el debate por Ignacio Garriga. Que un partido político que  basa su ideología y razón de ser en la defensa de la identidad española, como es el caso de Vox,  haya elegido para participar en el debate de la moción de censura a un diputado nacional por Cataluña y negro puede sonar a chocante, ilógico, pero no lo es. Recordemos, en la Guerra Civil utilizaron el Ejercito de África, cuya tropa era mayoritariamente extranjera y musulmana; con los dramáticos resultados que todos conocemos. Seguramente los militares no dudarían en volver a constituir un Ejército de inmigrantes, negros, musulmanes, etc,  para luchar contra los españoles. La vuelta de las elites dirigentes militares a la política española es muy malo para la democracia, es evidente que tienen una agenda oculta no democrática, y además, si el PSOE ha gobernado con los comunistas ¿Qué argumentos podrá haber en el futuro  en contra de que el PP lo haga con Vox?

jueves, 1 de octubre de 2020

CRISIS COVID-19: TODO VALE SI LO APOYA LA MAYORÍA.

El pasado 14 de marzo, el Gobierno de España, recurriendo a la declaración del estado de alarma, adopto una serie de medidas en apariencia para luchar contra la situación sanitaria creada por la epidemia provocada por el virus chino, covid-19. Muchas de ellas de forma clara inconstitucionales, por privar de forma arbitraria a muchos ciudadanos de derechos fundamentales. Cerrando o limitando actividades económicas. Medidas que se puede decir que han servido para muchas cosas, pero no para acabar con la epidemia del virus chino, y han  provocado el cierre de empresas, incremento de paro y, lo más grave, han hecho subir la deuda pública a un nivel sin precedentes en democracia, el 110% del PIB, algo que costara mucho bajar. No contento con eso el Gobierno, no contento con saltarse la ley de leyes, la ley que regula la convivencia entre españoles y el juego democrático, la Constitución de 1978, ahora quieren imponer similares medidas sin declarar  el estado de alarma, para poder mantener lo que podríamos definir como “abierta España”, es decir, total movilidad, manteniendo las fronteras exteriores abiertas, mientras se restringe la de concretos ciudadanos.  El Gobierno intenta poder confinar ciudades de más de 100.000 habitantes que reúnan una serie de criterios sanitarios. De tal forma que personas sanas queden confinadas en los territorios de esas ciudades únicamente porque el Gobierno de España considera que su rol social no es esencial para sus intereses, mientras que los que si tienen un rol considerado esencial puedan disfrutar de derechos fundamentales.   

Con la disculpa de intentar proteger la salud de ciudadanos sanos, el Gobierno les está diciendo “Vd. no salga de su ciudad”. El Gobierno de España siguiendo las recomendaciones del Ministerio de la Verdad, de un comité de expertos que no se sabe quién lo forma, dice que es necesario  sacrificar la libertad, sino la vida, de muchos ciudadanos en beneficio del interés general. No hay que ser experto en nada, ni muy inteligente, para llegar a la conclusión de que las medidas adoptadas por el Gobierno son absurdas e ineficaces. Por ejemplo, no hay evidencia científica de que un ciudadano se pueda contagiar más o menos en un desplazamiento, usando un transporte público, dependiendo de la razón del mismo. La sociedad está estructurada y organizada mayoritariamente en familias; si un miembro de la familia se desplaza, por ejemplo, por razones laborales, es como si se hubiera desplazado toda la familia, pues luego todos los miembros convivirán de forma conjunta y muy estrecha. No quiero decir  con ello que crea que estamos gobernados por tontos, ni mucho menos, estamos gobernados por unos listillos que quieren utilizar la situación sanitaria,  que de forma clara han contribuido a crear, para escenificar una demostración de poder contra concretos sectores de la sociedad española.

En España hay una democracia a la romana, no importan las leyes, algo es justo si cuenta con el apoyo de la mayoría. En España, no es opinión sino información, se están tomando decisiones y adoptando medidas impropias de una democracia moderna y occidental, propias de un régimen totalitario de ideología fascista o comunista. Y la situación sanitaria, insisto, que de forma clara han contribuido a crear, se ha convertido en la solución deseada y esperada para justificar represión y encubrir violaciones de los derechos humanos. El sistema sanitario español ha demostrado en numerosas ocasiones ser muy eficaz. Por mucha propaganda televisiva que hagan para engrandecer su trabajo y éxitos, no en la lucha contra epidemias, como lo demuestra la situación que sufre la sociedad española, sino como medicina punitiva,  como instrumento al servicio de sectores de las elites dirigentes para ejercer control social, cometer de forma sutil abusos y ajustar cuentas. Una vez más, las elites dirigentes españolas nos dan a entender que solo conocen el lenguaje de las pistolas, de la violencia, de la fuerza. O tienes fuerza para hacerte oír, o te hundes en la nada, en una nada en la que intentaran privare de derechos fundamentales.