viernes, 24 de septiembre de 2021

EN PLENO DISCURSO MCDONALD´S, LA POLICIA DETIENE A PUIGDEMONT EN CERDEÑA.

 

Es evidente, que el discurso McDonald's, de moda en nuestra época entre las elites políticas, consistente en hacer publicidad de las mismas ideas y hechos, ha favorecido ayer la detención de Carles Puigdemont en Cerdeña, por la Policía italiana.  Un asunto extraño. Dicen que esta mañana cuando han informado al magistrado Pablo Llarena de lo ocurrido este ha dicho ¿Qué han detenido a quién? ¿Y yo como no he ordenado esto? Es decir, está constatado, no voy a entrar a repasar hechos,  que Llarena es el principal cómplice, aliado, de Puigdemont entre las elites dirigentes españolas constitucionalistas.  Es impensable que Puigdemont haya podido viajar a un lugar en el que no contaba con apoyo entre las elites dirigentes locales, por tanto hay dos posibilidades. Una, Puigdemont ha cerrado un pacto para  su entrega, por ejemplo, con el Gobierno de Sánchez, considerando que es el momento más oportuno para su detención y juicio en España. Dos, sectores de las elites dirigentes españolas han cerrado  un pacto con las italianas para que detengan a Puigdemont y le entreguen de forma inmediata al Poder Judicial español.

Que un ciudadano reclamado por la justicia española pueda pasearse por el territorio de la Unión Europa y hacer política  formando parte de sus instituciones es un escándalo, que deja en un muy mal sitio el funcionamiento de la justicia europea, conduciendo a la pregunta de ¿Qué tipo de justicia se defiende desde la UE? Tal vez, una justicia a la carta, de tal forma que si uno pertenece a elites políticas tenga un trato diferente, preferencial, de tal forma que no le afecten las leyes. ¿Cómo desde la UE se puede criticar el funcionamiento de la justica en algunos Estados miembros, como Polonia, Hungría, etc, cuando a la vez defiende la aplicación de las leyes a la carta, en función del rol y poder de cada persona? Por tanto, es  también posible que desde la UE hayan decidió poner fin al trato beneficioso que recibía Puigdemont, y hayan decidido Italia, país de nacionalidad del actual presidente del Parlamento Europeo, David-Maria Sassoli, como país simbólico para su detención. ¿Será Puigdemont el que pague las hamburguesas?

viernes, 10 de septiembre de 2021

20 ANIVERSARIO DEL 11-S: OCCIDENTE SE REPLIEGA ANTE EL MUNDO ISLAMICO.

 

Mañana se cumple  el 20 aniversario del 11-S, de los brutales ataques del terrorismo islamista contra la sociedad civil estadounidense, destruyendo  las conocidas como las Torres Gemelas y atacando también el Pentágono, donde se encuentra el Ministerio de Defensa estadounidense, causando los ataques cientos de muertos y otros tantos heridos. Volver a analizar otra vez lo ocurrido no tiene ningún sentido, pues no hay ninguna información relevante nueva, y sí numerosas intenciones por manipular lo ocurrido.

Personalmente, creo que sobre lo sucedido se pueden hacer tres importantes reflexiones. Primera, El 11-S fue un brutal y cobarde ataque realizado por el terrorismo islamista principalmente contra población civil no combatiente; contra indefensos ciudadanos sin ningún tipo de responsabilidad política. Segunda, teniendo en cuenta los altos niveles de seguridad que existían en los Estados Unidos es evidente que  los ataques no se hubieran podido producir sin contar el terrorismo islamista con apoyo doméstico, de sectores de las elites dirigentes estadounidenses. Tercera, como consecuencia la Fuerzas Armadas estadounidenses y sus aliados invadieron dos países del mundo islámico, considerados colaboradores del grupo terrorista que había realizado los ataques, Afganistán e Irak. Las operaciones militares supusieron para los aliados un simple paseo militar. Las invasiones fueron realizadas con un mi minio esfuerzo y con un  número de bajas, todas lamentables, pero muy bajo. El grueso del gasto en esos países, por ejemplo, para Estados Unidos, vino después, cuando intereses políticos decidieron permanecer en esos países con objetivos poco claros, como por ejemplo, en reconstrucción, pero sin saber bien lo que se quería reconstruir. Lógicamente, todos esos años de permanencia en territorio enemigo también sirvieron para que empresas armamentísticas estadounidenses probaran nueva tecnología militar, por ejemplo, los vehículos aéreos no tripulados, los conocidos como drones,  que no hubieran podido probar en otro tipo de teatros de operaciones en los que no tuvieran un total control del espacio aéreo y las radiaciones electromagnéticas.

Pero lógicamente en el este aniversario se va a producir una novedad. Estados Unidos y sus aliados se han retirado de Afganistán dejando el poder a régimen talibán, uno de los principales aliados del grupo terrorista responsable del 11-S. La Administración Bush decidió en el 2001 invadir Afganistán para destruir la red yihadista Al Qaeda y su principal apoyo en el territorio, el régimen talibán, que entonces gobernaba ese país. Pensar que la mayor potencia militar del mundo, Estados Unidos, solo hay que echar un vistazo al gasto mundial en defensa para constatarlo, tiene que abandonar un país por la resistencia de un grupo de guerrilleros sin afeitar y con mínimo armamento pesado, es ingenuo. Lo ocurrido en Afganistán es fruto de un cambio de coyuntura internacional, de cosas como la Alianza de Civilizaciones impulsada desde España por el expresidente Zapatero. Las actuales elites dirigentes occidentales han pactado la entrega de Afganistán a los talibanes, y la Administración Biden, recién llegada, humillantemente lo ha aceptado.

Y, sobre todo, la actual situación de Afganistán es responsabilidad de la OTAN. Una organización que carece totalmente de capacidad operativa debido a los enfrentamientos ideológicos que se producen en su seno. Por ejemplo, en la actual coyuntura internacional, con el terrorismo islamista golpeando a las sociedades occidentales, lo que no había ocurrido ni siquiera durante la Guerra Fría, no tiene sentido que un Estado islámico, como Turquía, por otro lado, aliado de Rusia,  sea miembro de la OTAN. Además, la  actual situación de Afganistán es responsabilidad de la OTAN por una segunda razón. Primero decidió intervenir en Afganistán sin que Estados Unidos pidiera que se activara el artículo 5º, de mutua defensa, tomando  el mando de las operaciones militares en el 2003. Luego,  al ver que Estados Unidos no apoyaba la restauración de la monarquía, apoyando como presidente del Gobierno a Abd El Hamid Karzai, muchos aliados europeos perdieron interés por combatir a los talibanes, apoyando sutilmente su vuelta al poder. La huida de Afganistán, ha sido humillante para la sociedad estadounidense, que seguramente ahora se pregunte para qué tienen un tan elevado gasto en defensa, tal vez ¿Para tener a los militares protegidos en las bases? Y debe ser preocupante para Occidente, pues le están mandando  al mundo islámico, hoy aliado del ateo comunismo internacional liderado desde Moscú, un peligroso mensaje de victoria, el de que golpeó brutalmente a las sociedad estadounidense pero hoy ha recuperado otra vez el control de los países invadidos obligando a los occidentales a huir. Algo que, muy probablemente, puede provocar que desde el mundo islámico se caiga en el mismo error que en el pasado, de apoyar y favorecer que grupos islamistas vuelvan a realizar ataques terroristas contra sociedades occidentales, lo que podría llevar a que las predicciones de Samuel  Huntington, se cumplan.


martes, 7 de septiembre de 2021

COMO SIEMPRE, BUEN ROLLITO Y CINISMO EN LA APERTURA DEL AÑO JUDICIAL.

Como suele ser costumbre el mes de septiembre, ayer se celebró el acto de apertura del año judicial, presidido como en ocasiones anteriores por el Jefe del Estado, hoy el rey Felipe VI. A pesar de que el anterior Jefe del Estado, el rey emérito Juan Carlos I se encuentra refugiado en un país islámico, en Emiratos Árabes Unidos, presuntamente para evitar que le puedan llegar a afectar investigaciones judiciales, la Casa Real de Borbón sigue presidiendo la apertura del año judicial. Parece ser,  que  esté constatado que la monarquía es un nido de chorizos, cuyos miembros cobraron  comisiones a cambio de su influencia, defraudan a la Agencia Tributaria, tienen dinero negro en paraísos fiscales, etc, no le parece al Poder Judicial español razón suficiente para que la Casa Real, en la figura del Jefe del Estado, deje de tener el honor de presidir tan importante acto.

La Constitución española establece que “la justica emana del pueblo y se administra en nombre del Rey”, pero equivocadamente no hace ninguna alusión a que ocurre cuando el Rey, ostentando la Jefatura del Estado,  no es digno de ello por no cumplir las leyes que si se exigen al resto de ciudadanos españoles. Es indiscutible que la Casa Real ha perdido los mínimos éticos necesarios para presidir un acto como este, para ponerse al frente de aquellos, jueces y magistrados,  que en España tienen la capacidad de administrar justicia. Lógicamente, los monárquicos solucionan el problema con el argumento de que rey Felipe VI heredo la Corona, pero no tiene nada que ver con los comportamientos de los que en el pasado fueron también miembros de Casa Real, y ahora se dice que no. Se dice que no tienen nada que ver con el comportamiento de su yerno, Iñaki Urdangarin, dicho de forma coloquial, condenado por exigir impuestos, principalmente a dirigentes políticos monárquicos,  de forma paralela a la Agencia Tributaria. O incluso con el de su padre y anterior Jefe del Estado, Juan Carlos I, del que hoy se conocen claros indicios de haber cometidos delitos.

La monarquía es una institución anacrónica en una democracia. Una institución cuyos principios, como el de que el rol social se conceda en función del origen familiar, impide el desarrollo democrático de España. Se suele decir que la Constitución concede al Rey un poder simbólico, por ejemplo, como mando supremo de las Fuerzas Armadas, o en actos como el de apertura del poder judicial, pero parece ser que gracias al evidente control que ejerce la Casa Real sobre la institución militar y la judicial, este tiene un rol similar al del el padrino de los Corleone en El padrino (1972) dirigida por Francis Ford Coppola, es quien corta el bacalao. Los Bonasera de turno acuden a la Casa Real en busca de apoyo u autorización para abusos y venganzas.

El control que la Casa Real de Borbón ejerce sobre el Poder Judicial, no es solo sutil, sino también publico. Ayer, en su discurso el presidente del   Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Carlos Lesmes, omitió alguna referencia al hecho de que el anterior Jefe del Estado esté hoy investigado en diferentes tribunales, y este busque refugio en un país árabe para dificultar las investigaciones y evitar una poco probable, pero posible, actuación de la justicia española. El presidente del CGPJ, también dejo claro que es un valiente, un poco cínico, pero un valiente, al reivindicar, como suele ser costumbre en estos actos, la independencia del Poder Judicial y exigir la renovación de CGPJ, bloqueada porque todos los partidos quieren ser el segundo actor que lo controle, después de la Corona. De forma clara sectores de la corrupta derecha monárquica española han apoyado que Podemos, la representación en España del comunismo internacional,  llegara a formar parte del Gobierno de España, pero ahora tienen miedo a que alguno de sus jueces afines entren a formar parte del Consejo General del Poder Judicial, y se oponen a su entrada. Dicen querer garantizar la independencia del Poder Judicial estableciendo por ley que sean los propios jueces los que nombren a los miembros de su órgano de gobierno (CGPJ), pero evitan  aludir a que es de conocimiento público que hasta las asociaciones judiciales están totalmente politizadas, defendiendo siempre lo mismo que los  partidos políticos que las controlan. Y digo que el presidente Lesmes ha sido  un poco cínico porque hablo de justicia, de leyes, de la defensa de la Constitución, etc,  mientras desde el Poder Judicial español se ordenan flagrantes violaciones de los derechos humanos, por ejemplo, utilizando a los médicos como verdugos, o se toleran garantizando impunidad a los responsables.

La justicia es un pilar fundamental de toda democracia, y en España falla, principalmente por el control que sobre el mismo ejerce la familia Corleone, quiero decir, la Casa Real de Borbón. En España solo hay una ley, la ley de la selva, tienes el poder, cuentas con la mayoría, haz lo que quieras. El Poder Judicial carece de independencia  e imparcialidad, anulando el Estado de Derecho cuando le interesa, impidiendo así que todos los españoles sean iguales ante la ley. El Poder Judicial es un instrumento represor al servicio de las elites dirigentes, ordenando violaciones de los derechos humanos o garantizando impunidad a sus ejecutores, lógicamente siempre con el visto bueno del Jefe del Estado, de la Casa Real que tiene el control la fuerza, de los militares y su sucedáneo, la policía, el anterior hoy evitando la actuación de la justicia.