lunes, 29 de abril de 2019

ELECCIONES 28A: MUY PROBABLEMENTE LA GOBERNABILIDAD DE ESPAÑA HAYA EMPEORADO.


La política es muy parecida al atletismo; uno  puede ganar mejorando su marca o gracias a que otros empeoren la suya. El PSOE ha ganado las elecciones, con una gran diferencia respecto a la segunda fuerza. Ha obtenido 123 diputados,  pero ha logrado menos diputados que el PP en el 2016, 137 diputados,  lo que le permitió a Mariano Rajoy gobernar únicamente media legislatura, por lo que necesitara pactar con otras fuerzas políticas para poder seguir gobernando. Por su parte el PP se ha desplomado, pasando a tener en torno a la mitad de los diputados que tenía en el 2016. Otro gran ganador de las elecciones, es Ciudadanos, que ha logrado casi igualar al PP en número de votos, pasando a ser la tercera fuerza política con representación en  el Congreso, por delante de Podemos. Podemos, que nació en el 2014 con la idea de liderar la izquierda, no solo no ha logrado superar al PSOE sino que ha obtenido unos resultados muy inferiores al 2016, los cuales dan a entender que tiene en peligro poder seguir gobernando en importantes municipios como Madrid, Barcelona, Zaragoza, A Coruña, e incluso Cádiz. Pero sin lugar a dudas, la gran novedad de estas elecciones es que después de 40 años de democracia, los militares volverán al Congreso de los Diputados camuflados como dirigentes de Vox.

Los resultados de las elecciones generales del 28A confirman que el fraccionamiento del mapa político español ha venido para quedarse. A igual que ocurre en economía, que se puede impulsar la concentración empresarial, como en España se ha hecho recientemente con la banca, en política también se puede impulsar la unión, o por el contario, el fraccionamiento político. Es evidente, que la política española es objeto de dinámicas, impulsadas por las elites dirigentes, destinadas a fraccionar el mapa político. El bipartidismo se ha debilitado, entre otras cosas debido a un elevado transfuguismo hacia partidos emergentes, Podemos, Ciudadanos y Vox, pero todavía PSOE y PP siguen siendo los partidos más votados.

De los resultados electorales se pueden extraer algunas ideas indiscutibles. Primera, o el electorado español ha pasado a estar motivado por factores totalmente irracionales o el presidente Sánchez, en los meses que lleva en la Moncloa ha logrado firmar muchos cheques a pagar si ganaba las elecciones, lo que le ha permitido obtener casi 3 millones de votos más con las mismas ideas que en el 2016. Es difícil saber porque el presidente Sánchez ha logrado tal crecimiento en votos, puede haber sido  porque los ciudadanos tienen miedo a que empeore la calidad de la distribución de los alimentos y bebidas en España o para que mejore, para saberlo habría que estar en el seso de cada uno de sus votantes.

Segunda, el fraccionamiento del mapa político se vende como algo positivo por políticos y sus voceros en los medios de comunicación afines, pero no lo es. Tiene dos claras consecuencias negativas. Uno, será más difícil lograr consensos para solucionar importantes problemas que afectan a la sociedad española. Dos, gobernar España saldrá más caro, pues el Gobierno tendrá que  atender las reivindicaciones de más gente, de un más amplio extracto de dirigentes políticos, y no siempre en benéfico del interés general.

Tercera, después de 40 años de democracia los militares volverán al Congreso de los Diputados camuflados como dirigentes de un partido político que es claro heredero ideológico de aquellos que provocaron la Segunda Guerra Mundial. Un partido que busca patrimonializar los símbolos nacionales, provocando con ello rechazo hacia los mismos en amplios sectores de la sociedad española, algo muy negativo para España. Vox, es claramente un partido antidemocrático, y no solo porque se declare monárquico, sino porque, al igual que  sus afines europeos, considera la democracia el gobierno de los débiles. Vox solo tienen una idea, la violencia como instrumento para acceder al poder político, de ahí  su obsesión con apelar a la cobardía de sus adversarios políticos, buscando dejar claro quién es el gallito del corral político español. Vox, buscara hacerse oír en la sociedad española no gracias a la mínima representación que tendrá en el Congreso sino recurriendo a la fuerza que le proporciona contar con el respaldo de las Fuerza Armadas, y la influencia que los militares  todavía  ejercen sobre entes de poder de la sociedad española.

A partir de mañana se abren dos posibles escenarios. Un pacto entre el PSOE y Podemos, es decir, España pasa a ser otro de los países de lo que se conoce como PIGS (Portugal, Italia, Grecia, España) con los comunistas en el Gobierno. O Ciudadanos cambia la posición que ha venido manteniendo durante la campaña electoral y acepta entrar en un gobierno de coalición con Pedro Sánchez. El hecho de que el presidente Sánchez pueda lograr formar Gobierno de una forma más fácil que Rajoy en el 2016, pactando con Podemos o con Ciudadanos, puede conducir a pensar que España ha pasado a una mejor situación de gobernabilidad, nada más lejos de la realidad. Una alianza PSOE-Ciudadanos, se verá tensionada por las reivindicaciones del nacionalismo independentista catalán, ante las que, lo más probable, nunca se sabe, a Ciudadanos no le interesara ceder o no querrá ceder por motivos ideológicos. Un pacto entre  PSOE-Podemos, en cambio, todavía se vería más tensionado, por las reivindicaciones de los comunistas en temas económicos y relativos a la UE. O sea, que la gobernabilidad de España no ha mejorado respecto  al 2016, sino que me atrevería a afirmar, que ha ido a peor.

miércoles, 24 de abril de 2019

SEGUNDO DEBATE 28-A: MÁS AMPLIO, MÁS INTENSO, PERO IGUAL DE INNECESARIO.


La política es una actividad fundamentalmente de equipo. Si un partido político tiene un gran líder, con grandes ideas y un excelente orador, pero luego el resto de sus dirigentes son unos corruptos, unos delincuentes, gente que recurre a su status social para..., ligar, que no hay pocos en España, o gente mal preparada, muy probablemente su gestión se verá condicionada, enturbiada, por las características negativas de su equipo. Además, en España al ser el sistema electoral de listas cerradas y bloqueadas, los ciudadanos solo pueden elegir entre partidos, lo que favorece que los partidos puedan introducir en sus listas a todo tipo de perfiles, personas que tienen por principal actividad asaltar supermercados, líderes de minorías culturales, personas que se dedican al narcotráfico, e incluso gente investigada judicialmente. Ambas circunstancias hacen que para los ciudadanos sea muy importante conocer no solo al candidato a presidente, sino también a su equipo, con quien este se presenta en las diferentes circunscripciones. Los partidos políticos mandando a dos debates seguidos a sus candidatos a presidente, que son los dirigentes más conocidos de los partidos, han perdido una excelente oportunidad para darse a conocer un poco mejor al electorado español mandando a  uno de los debates a dirigentes de menor nivel.

Frente al debate del 22, que fue corto y aburrido, el de ayer ha sido mucho más largo, amplio e intenso. Los candidatos han demostrado que sabían bien la lección, las respectivas lecciones de sus partidos, las cuales han coincidido en pocas cosas. Lecciones, posicionamientos políticos, que no merece la pena repetir, pues ya eran de sobra conocidos por la opinión pública. Amplio, intenso y ameno debate, pero igual de innecesario que el anterior pues no han dicho nada nuevo. Como buenos sofistas  todos los candidatos han argumentado de forma excelente  sus propuestas; unos quieren bajar los impuestos, otros subirlos, pero todos dicen querer mejorar la vida de los ciudadanos. El presidente del PP, Pablo Casado, incluso se ha permitido el lujo de dar libertad a los ciudadanos para que si lo desean voten por otra opción política distinta a la suya. Lógicamente, también han omitido cosas, importantes temas. España es un país en el que se cometen flagrantes violaciones de los derechos humanos; una país en el que ha habido terrorismo de Estado;  una país en el que el sistema sanitario se utiliza para  cometer abusos y de forma sutil torturar; un país en el que la Justicia y la Policía se utilizan como instrumentos represores al servicio de sectores de las elites dirigentes; una país en el que se permite la distribución de alimentos cuya composición no es la correcta, pero esos han sido temas tabúes, tanto para los candidatos como para los periodistas moderadores. En un país así, ¿A quién votar? Evidentemente, a nadie, pues ello quiere decir que, lamentablemente, la democracia no funciona.

martes, 23 de abril de 2019

PRIMER DEBATE 28-A: TOTALMENTE INNECESARIO.


Vivimos en la era de la información; los ciudadanos son bombardeados con propaganda política de forma continua e intensa a través de diferentes medios de comunicación, a veces incluso sin desearlo, por ejemplo, a través de programas televisivos que sutilmente mezclan entretenimiento con información. Ningún asesor deportivo decidirá fichar un jugador de futbol simplemente porque este haya hecho un día un buen partido; tampoco es probable que alguien decida casarse únicamente porque su pareja le haya escrito una bella declaración de amor. A pesar de ello, los medios de comunicación han querido crear en la opinión pública española la sensación de que el debate entre los candidatos a presidente del Gobierno para las próximas elecciones generales del 26 de Abril, era trascendental, creando unas expectativas sobre el mismo que, en mi opinión, no se han cumplido.

El debate de los candidatos a presidente ha sido innecesario y aburrido. Estos se han limitado a repetir, con alguna variación que otra, pero siempre poco sustancial, lo que ya habían dicho ellos o miembros de sus partidos en otros foros. El principal mensaje que han transmitido a muchos españoles no alineados con alguno de los partidos que  representan, hablando en plata,  es el de: “Tengo poder, pero vótame, y tendré mas poder, para poder joderte mejor”. La situación de la política española es lamentable. Se ha convertido en una política de charlatanes, que como bien es conocido, son unos personajes expertos en hacer ofertas sin concretar, para luego poder incumplirlas.

El presidente Sánchez vive en un país maravilloso; en una democracia perfecta envidiada en el exterior, lógicamente no es consciente de que España es un país en el que se cometen flagrantes violaciones de los derechos humanos, se tortura recurriendo al sistema sanitario, hay terrorismo de Estado y el Poder Judicial y la Policía son instrumentos represores al servicio de las elites. Menos mal, que es consciente de  que uno de los problemas de España es la desigualdad y la exclusión social, pero ello no ha impedido que haya defendido en el pasado, tanto a nivel nacional como en la Unión Europea, políticas de puertas abiertas a la inmigración proveniente del sur del Mediterráneo, es decir, a continuar impulsando la islamización de España y de la UE. El presidente del PP, Pablo Casado, por su parte, considera que España va mal, buscando así emular el “España va bien” del  expresidente José María Aznar. Y propone para solucionarlo bajar impuestos, lógicamente no le importa ni la desigualdad, ni los españoles que se encuentran en situación de pobreza y riesgo de exclusión social, ni la elevada deuda pública de España, en el 100% del PIB. Lo único importante para Casado es que la rica burguesía pague menos impuestos. Casado, como aventajado discípulo que es de Aznar, ha demostrado, una vez más, tener una fuerte obsesión con Arnaldo Otegi, eso sí, no ha dejado claro la causa, si es de naturaleza enfermiza, o si con ello busca darle relevancia mediática.

El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, muy a lo americano, no sé por qué razón, habla de crear un país de hombres libres e iguales, obviando que en España los poderes e instituciones del Estado son utilizados de forma clara o sutil para privar a muchos ciudadanos de libertad e igualdad; por ejemplo, recurriendo al sistema educativo; por ejemplo, realizando detenciones ilegales; por ejemplo, recurriendo al sistema sanitario para torturar, etc, etc, etc. Y por último Pablo Iglesias, líder de Unidas Podemos, representación del comunismo internacional en España, el cual ha pasado de proponer abrir un proceso constituyente para acabar con el régimen del 78 a apelar a la Constitución, emulando así al ex secretario general del PCE, Julio Anguita. No ha aclarado si ya está también buscando hacer pinza con el PP, como en su momento hizo Anguita, claro que los tiempos ahora son muy distintos, y la pinza parece que apunta hacia Moscú. Más allá de eso, Pablo Iglesias, en la línea del comunismo internacional, tiene su propia obsesión, cargarse el sistema bancario y grandes empresas, algo que allí donde se ha producido no ha dado buenos resultados.

Fuera de debate, las elecciones del próximo 26-A, de cumplirse las encuestas, van a tener dos importantes características. En primer lugar la fuerte caída de Podemos. El porcentaje de la España no contenta con el denominado régimen del 78 y alineada con las tesis del comunismo internacional no es tan grande como nos hicieron creer algunos medios de comunicación en el 2015. Tal vez, por eso Pablo Iglesias en el debate se mostraba obsesionado con mostrar a cámara su “C” roja, quiero pensar, que de caída roja y no de otra cosa. Y en segundo lugar, por primera vez en la historia de la democracia, un partido político con generales de las Fuerzas Armadas españolas entre sus dirigentes y claro  heredero ideológico de aquellos que provocaron la Segunda Guerra Mundial, Nazismo y Fascismo, va a tener representación en el Congreso de los Diputados. A lo mejor es por lo que Casado dice que España va mal, porque retrocedemos hacia un pasado todavía menos democrático que el actual.  

El debate ha sido totalmente innecesario, los que ayer eran indecisos, hoy, como era lógico y de esperar,  no disponen de ninguna razón para no estarlo. Incluso me atrevería a decir, que más allá de buscar darle a alguno de los candidatos más poder dándole el voto, no hay ninguna razón para votar el próximo 26-A, pues, parafraseando a Albert Rivera, son en lo importante e ideológicamente hablando,  lideres libres e iguales, es decir, lo que coloquialmente se conoce como los mismos perros con distintos collares.  

viernes, 12 de abril de 2019

DEBATE A 5, TODOS UNIDOS POR EL GRUPO PLANETA.


Los 5 partidos políticos que se presentan a nivel nacional, PSOE, PP, Ciudadanos, Podemos y Vox,  y según las encuestas electorales con opciones a obtener  representación en el Congreso de los Diputados en las próximas elecciones generales, han aceptado participar en un debate organizado por el grupo de comunicación Artresmedia, controlado por el Grupo Planeta. RTVE, proponía un debate a 4, sin contar con la participación de Vox, por carecer todavía de representación en el Congreso. El presidente Sánchez, sin dar ninguna explicación, ha rechazado, por lo menos en principio, participar en el debate que proponía la televisión pública, tal vez, porque considera que la televisión que él gestiona es poco plural.

Sin conocer las razones del presidente Sánchez, hay dos cosas claras. Por un lado el presidente está premiando al Grupo Paneta, grupo multimedia catalán, que acaba de publicar su libro “Manual de Resistencia; y además, está contribuyendo  apoyar la campaña de Vox, del partido que representa en España a los  herederos ideológicos  de los que provocaron la Segunda Guerra Mundial, Nazismo y Fascismo, y que todavía carece de representación en el Congreso. Aunque,  tampoco es algo nuevo, en el 2015, Artresmedia organizo un debate a cuatro participando dos partidos sin representación en el Congreso, Ciudadanos y Podemos, y dejando fuera a quien si tenía representación, por ejemplo, IU.  

El Grupo Planeta, teniendo en cuenta sus orígenes económicos y trayectoria, lo podemos definir como catalán, monárquico y con fuertes vínculos con la Conferencia Episcopal Española.  No deja de ser intrigante y curioso que un grupo con esas características sea el que vaya a organizar un debate político de elevada transcendencia nacional. Claro que también es cierto, que ya desde hace tiempo esta constatado que el Grupo Planeta se ha dotado de la capacidad de unir en su seno ideologías antagónicas, apoyando por un lado a la Monarquía con un medio de comunicación como La Razón, a la vez que hace propaganda en beneficio de un partido de extrema izquierda y que se declara republicano, y contrario a la Iglesia Católica, como Unidas Podemos.

Las claras contradicciones ideológicas que se dan en el Grupo Planeta, no son de extrañar, si tenemos en cuenta sus fuertes y tradicionales vínculos con la Conferencia Episcopal Española, pues son las mismas contradicciones que se dan en la actual cúpula de la Iglesia Católica, en el Vaticano. Desde la Curia Romana se critica la homosexualidad, pero a la vez en su seno se permite que haya y que decida sobre la moral de los católicos un lobby gay. El papa Francisco tiene un claro y publico discurso político a favor de que la Iglesia Católica aumente su poder y fortalezca sus intereses acercándose a ideologías políticas de izquierdas e incluso a otras religiones no cristianas. El papa Francisco I tiene una clara postura política pro inmigración, favorable a que continúe y se incrementa la islamización de Europa, a pesar de que el Islam es un religión y cultura que persigue a las culturas cristinas que desean crecer en su territorio, impidiendo que estas puedan tener lugares de culto. Es decir, el Grupo Planeta tiene unos posicionamientos políticos e ideológicos similares a los que se defienden desde la actual cúpula de la Iglesia Católica.

Contradicciones ideológicas vistas desde fuera, pero que internamente es una corriente de pensamiento favorable a difuminar las barreras ideológicas, de tal forma que todo se pueda permitir, tolerar o incluso apoyar sin con ello se benefician los intereses y el poder propios. Una corriente de pensamiento que surge de una globalización  que permite amplias interrelaciones económicas y políticas, de tal forma que apoyar a grupos antagónicos religiosos, ideológicos o  políticos a nivel nacional permite obtener beneficios empresariales a nivel internacional.

Da la impresión de que el Grupo Planeta ha logrado que todos vayan a misa; a una misa elaborada por elites católicas españolas pero sin tener en cuenta la ortodoxia católica;  a una misa que puedan compartir el fascismo y el comunismo, los monárquicos y los republicanos, los constitucionalistas y los partidarios de que en Cataluña se celebre un referéndum de autodeterminación. Lo cual nos lleva a la gran pregunta ¿Quién lidera el Grupo Planeta? Únicamente la pasta, o tal vez, unos monárquicos con grandes intereses económicos y empresariales fuera de España.

viernes, 5 de abril de 2019

OTRA VEZ, LA MUERTE DE UNA PERSONA UTILIZADA COMO PROPAGANDA.


Ángel Hernández, ha difundido un video en el que  recogió como ayudada morir  a su esposa, María José, de 61 años de edad y enferma de esclerosis múltiple desde hace años, suministrándole una dosis de Pentobarbital Sódico, que según consiguió en Bélgica, país en el que la eutanasia es legal. María José había manifestado ante los  medios de comunicación desear acabar con su vida. La muerte de María José, ha sido utiliza propagandísticamente por las asociaciones a favor de la eutanasia, avivando el debate social y político sobre si la eutanasia debe ser legalizada y en qué condiciones.

Lo primero que hay que decir sobre este tema, es que si  Hernández no hubiera hecho público que había ayudado a su mujer a morir no lo hubiéramos conocido. Muerte digna no es sinónimo de muerte televisada. Este tipo ha utilizado la muerte de su esposa, con su consentimiento, para realizar propaganda a favor de la eutanasia. Se está hablando poco del perfil ideológico de este tipejo, el cual pertenecía a una asociación a favor de la eutanasia, la cual le ayudo a dar difusión  mediática al hecho  de ayudar a su esposa a morir; seguramente también tenga vinculaciones políticas. No hay valentía en ayudar a morir a una persona. El que quiera adelantar su muerte, que lo haga, pero que deje al resto vivir en paz. La defensa de la vida y la defensa de la muerte, la eutanasia, son conceptos antagónicos.  El sistema sanitario no está para torturar, como a veces se utiliza en España, ni  para adelantar la muerte de nadie sino para defender la vida y  evitar dolor, el sufrimiento, a los enfermos, dentro de lo cual entra lo que se conoce como cuidados paliativos. Legalizar la eutanasia es desde todas las perspectivas, moral, religiosa o legal,  una barbaridad, la justicia no debe entrar en este peligroso terreno de límites desconocidos, pues los que hoy exigen una cosa, mañana pedirán más.

La eutanasia es algo que viene de antiguo, en un momento de crisis económica los nazis la defendían como una forma de reducir las cargas del Estado eliminado a personas que ellos consideraban no útiles, enfermos, heridos, discapacitados, luego no la aplicaron porque consideraron más rentable cepillarse a los judíos, el Holocausto, y quedarse así con sus bienes.