martes, 12 de noviembre de 2019

ACUERDO PSOE-UNIDAS PODEMOS, SÁNCHEZ PASARA A LA HISTORIA COMO UN TRAIDOR.


Hoy, encontrándose el Jefe del Estado,  el rey Felipe VI, en la dictadura comunista cubana, uno de los países más pobres del mundo,  y solo dos días después de las elecciones generales, el presidente Sánchez ha aceptado que el PSOE y Unidas Podemos formen un Gobierno de coalición, del que el secretario general de Unidas Podemos, Pablo Iglesias,  será su vicepresidente. Que se haya podido producir una coincidencia de tal nivel, el acuerdo coincidiendo con  comunistas y monárquicos españoles juntos en Cuba,  ya representa un insulto a la inteligencia, pero que el PSOE y Unidas Podemos hayan logrado un acuerdo solo dos días después de las elecciones del 10-N, es una burla a todos los españoles que somos los que pagamos la celebración de elecciones con los impuestos, pues lo ocurrido da entender que el pacto ya estaba cerrado desde hace tiempo.  La pregunta que sugiere lo ocurrido es sencilla ¿Para qué se convocaron unas nuevas elecciones, únicamente para que los partidos políticos pudieran llenar sus arcas con nuevas y extraordinarias subvenciones del Estado o también para hacer coincidir  el acuerdo entre Sánchez e Iglesias con la visita del rey Felipe VI a Cuba?

Podemos es fruto de una exitosa campaña de manipulación mediática, basada en una mentira, que comenzó con el denominado Movimiento del 15-M en el 2011. La mentira consistió en transmitir a la opinión pública que el 15-M era un movimiento espontaneo de indignados que carecían de representación política. En el 2014, al crearse Podemos, se hizo público que el 15-M estaba  dirigidos por los que hoy son los dirigentes de Unidas Podemos; dándose a conocer Podemos como un partido de ideología comunista formado por grupos residuales del comunismo internacional en España no integrados en Izquierda Unida. Es evidente, que el 15-M se organizó para apoyar el lanzamiento del nuevo partido Podemos, hasta el punto que 15-M casi dejaría de existir en el 2015 al entrar Podemos en la política nacional. Lo más llamativo de todo, no es la operación de marketing político que organizo en España el comunismo internacional, casi todos los dirigentes de Podemos se habían estado formando en el Gobierno de  Venezuela, sino que recibiera apoyo de sectores de la derecha.  Apoyo mediático, por ejemplo, de medios del  Grupo Planeta, un grupo mediático catalán, monárquico y muy vinculado a la Conferencia Episcopal Española. Y también, apoyo en las primeras elecciones   de sectores de la derecha afines al PP, cediéndole votos a través de influencias de tipo clientelar,  de tal forma, que donde creció Podemos bajaría  el PP, obteniendo Podemos una importante representación en feudos tradicionalmente votantes de la derecha.

Gracias al apoyo mediáticos y en  votos que recibió sectores de la derecha española, Podemos lograría en poco tiempo  devorar a Izquierda Unida, formados primero Unidos Podemos, que pasaría  luego a llamarse Unidas Podemos. Hoy ya nadie duda de lo que es Unidas Podemos, es la representación del comunismo internacional en España. Hasta el punto, que su secretario general, Pablo Iglesias, cobra del Gobierno de Irán, por hacer propaganda política antioccidental, anti-OTAN, etc,  a través de la cadena de televisión digital publica iraní, Hispan tv.

Desde las primeras elecciones generales en las que participo Podemos, Diciembre de 2015, se percibe, que la derecha española tenía mucho interés porque los socialistas formaran un gobierno de coalición con los comunistas, con Unidas Podemos. Hasta el punto que hace unos meses Ciudadanos podía haber formado un gobierno de coalición con el PSOE, pero contra toda lógica, le negó su apoyo a Sánchez, muy probablemente buscando forzar un pacto entre PSOE y Unidas Podemos.  Dentro del propio PSOE también se percibió la existencia de sectores a favor de un gobierno  de coalición con Unidas Podemos. En Diciembre de 2014, antes de las municipales de Mayo-2015, en las que Podemos  lograría hacerse con los ayuntamientos de varias grandes ciudades españolas, como Madrid, Barcelona, La Coruña, Zaragoza, Cádiz, etc, gracias al apoyo del PSOE,  el expresidente Zapatero se reunió con Pablo Iglesias, se supone que para hablar de objetivos comunes y de coaliciones. El propio Sánchez en varias ocasiones manifestó su proximidad con los comunistas. En octubre de 2016, Sánchez dimitió como Secretario General del PSOE por su negativa a permitir con la abstención del PSOE la  investidura  de Rajoy como presidente, pasando a estar el PSOE controlado por una gestora, favorable a investir como presidente a Rajoy; para luego volver a elegir a Sánchez como secretario general, y que este pudiera ganar una moción de censura contra el  presidente Rajoy con el apoyo de Unidas Podemos. Aquel día, el 1 de Junio de 2018, los diputados de Unidas Podemos, gritaron en el Congreso de los Diputados “Sí se puede”, y parece que hoy lo han logrado. Sánchez ha cerrado hoy un pacto con Iglesias, para que el enemigo, la representación del comunismo internacional en España, Unidas Podemos pueda gobernar España. Sánchez pasara a la historia de la política española como un traidor.

Los vínculos de Unidas Podemos con Rusia y países de su órbita, como Irán, Venezuela, Cuba, etc,  son indiscutibles. Rusia está considerada por la OTAN como una amenaza, entre otras cosas, debido a su injerencia en las políticas nacionales de otros países. Injerencia no solo mediática, como ocurrió, por ejemplo, en las pasadas elecciones presidenciales de los Estados Unidos, sino también militar. Como en la época de la Guerra Fría, por ejemplo, el Gobierno ruso ha recurrido a la fuerza militar para intervenir en Siria y Libia. Y ahora llega Sánchez  y le dice al pueblo español que el comunismo internacional liderado por Moscú, va a tener capacidad de decisión en el Gobierno de España, que va a gobernar España a través de Unidas Podemos. ¿Va a volver el PSOE a la época de OTAN- no?  Sánchez pasara a la historia de la política española como un traidor.  Un gobierno de coalición PSOE-Unidas Podemos será malo  para el PSOE, que perderá todavía más respaldo social y será muy malo para España. Las políticas que defiende Unidas Podemos  afectaran de forma negativa a temas de Defensa, de Interior, de inmigración, al  déficit y la deuda pública, acelerara la caída de la economía y provocara la destrucción de empleo de calidad y el incremento del paro.

lunes, 11 de noviembre de 2019

ELECCIONES 10-N: HOY PEOR QUE AYER.


Los resultados electorales del 10-N confirman dos cosas. Primera, que el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) se equivocó en sus previsiones sobre intención de voto, acercándose mucho más entes privados que se dedican a hacer similares estudios con muchos menos medios. Segunda, que España vuelve a estar desunida como no lo estaba desde Abril de 1931, cuando se proclamó la Segunda República. La dividida España actual difícilmente va ser capaz de construir nada y mucho menos de dar soluciones a los problemas de los ciudadanos. El PSOE, aunque ha perdido en torno a 700.000 votos respecto al 20-A, ha vuelto a ganar las elecciones pero lo tendrá todavía más difícil para poder investir a su candidato, Pedro Sánchez, como presidente.  Importante resaltar que la abstención ha sido del 30%. Es cierto que los que votaron en elecciones anteriores pueden haberse abstenido el 10-N, habría que comprobarlo, pero ello da a entender que el aumento del número de partidos no contribuye a disminuir la abstención, siendo esta siempre de aproximadamente el  25%.

Las variaciones en los resultados respecto a elecciones anteriores y especialmente respeto a las del 28-A, son totalmente ilógicas y por tanto es muy difícil saber por qué los ciudadanos han cambiado el voto. Los dos partidos emergentes que surgieron en el 2015, y que se decía que iban a acabar con el bipartidismo han caído en votos. Ciudadanos ha pasado de 57 diputados a 10, convirtiéndose así en el principal perdedor; Unidas Podemos, ha pasado de 42 a 35. Curiosamente la caída de estos dos partidos, de centro e izquierda, no ha beneficiado al socialismo, lógicamente algunos votos habrán ido a la abstención, pero los grandes beneficiados han sido el PP, que ha pasado de 66 diputados a 87 y Vox, que ha sido el ganador de las elecciones al haber logrado, la segunda vez que se presenta a unas elecciones generales, obtener 52 diputados.

Ciudadanos ha sido el gran perdedor de estas elecciones. De haber podido formar gobierno con el PSOE ha pasado a la insignificancia de tener 10 diputados. Parece ser que los ciudadanos no han valorado positivamente los mítines de Rivera en Alsasua (Municipio de 7000 habitantes), ni su pacto con el PP en la Comunidad de Madrid, donde ha perdido 5 diputados, ni tampoco sus posicionamientos en la crisis catalana, donde ha pasado de 5 a 2 diputados; y sobre todo, que no apoyara la investidura de Sánchez, lo que provoco que muchos de sus dirigentes que venían del socialismo abandonaran el partido. Por el contrario el gran ganador ha sido Vox. El heredero ideológico en España de aquellos que provocaron la Segunda Guerra Mundial, Nazismo y Fascismo, la voz de los militares, un partido que solo conoce el lenguaje de las hostias,  un partido que considera la democracia el gobierno de los débiles y que es partidario de la violencia como principal instrumento de acceso al poder político, ha logrado en la España democrática actual, 52 diputados, 3.639.113 votos (15,09% del escrutinio). Lo que estaba ocurriendo en Francia con el Frente Nacional permitía prever  que el rechazo mayoritario a que continúe creciendo la islamización de Europa y a la entrada descontrolada de inmigración ilegal del sur del Mediterráneo, inmigración que  no desean acoger  las poblaciones de los territorios de destino, iba a favorecer el crecimiento de la extrema derecha, el crecimiento de partidos con ideologías similares a los regímenes totalitarios que provocaron la IIGM, Nazismo y Fascismo,  y así ha sido. En el 2018, la Liga Norte gano las elecciones en Italia, logrando gobernar con los comunistas del Movimiento 5 Estrellas durante aproximadamente un año; ahora crece la extrema derecha en España, ya solo falta Alemania.

Otro dato a resaltar, es que los partidos denominados independentistas, aquellos que le dieron una publica patada a la baraja del juego democrático, haciendo una declaración unilateral de independencia,  y dicen no respetar las decisiones de entes como el Tribunal Constitucional, máximo valedor de la democracia española, también se han presentado a las elecciones generales. ERC,  JxCAT y CUP tendrán 23 escaños  en el próximo fraccionado Congreso de los Diputados, un completo absurdo político. Un absurdo con el que los partidos independentistas catalanes van a dificultar la gobernabilidad de España e intentaran chantajear al partido que gobierne, como siempre con la falsa reivindicación de independencia y en beneficio de intereses personales y partidistas que nada tienen que ver con que Cataluña se convierta en un nuevo estado de Europa.

En lo que llevamos de siglo, en la política española  ha habido tres claros  puntos de inflexión. El primero, en las elecciones de Marzo de 2011, en las que el PSOE perdió más de 3 millones de votos. El segundo, en las elecciones de  Diciembre de 2015, con la entrada en política nacional de Ciudadanos y Podemos y sus confluencias,  obteniendo 40 y 69 escaños, respectivamente. Y el tercero, en las últimas elecciones,  convirtiéndose Vox en la tercera fuerza política del Congreso. Pedro Sánchez gano las elecciones, pero está claro que el PSOE de Felipe González, o incluso el de la época Zapatero, no logra levantar cabeza, no logra recuperar los 3 millones de votos que perdió en las elecciones de 2011, incluso antes de surgieran los nuevos partidos, Ciudadanos, Podemos, Max País y Vox. Lamentablemente, la gobernabilidad de España se ha complicado todavía más. Lo que el PSOE no quiso darles a los comunistas, a Unidas Podemos, con 42 diputados es difícil que se lo quiera dar ahora con 35. Además, la cosa se ha agravado con el vertiginoso crecimiento de Vox, pues sus 52 diputados le permiten intentar entrar a formar parte de algún tipo de gobierno de coalición, llevando España a épocas del pasado. Todo está abierto, todo es posible, incluso el pacto que proponía el expresidente Rodríguez Zapatero, PSOE, Unidas Podemos y Mas País, pero con tal nivel de desunión política difícilmente será para que España vaya a mejor.