jueves, 24 de marzo de 2016

¿COMO AFECTA LA AMENZA DEL TERRORISMO ISLAMISTA A LA ECONOMIA?

A igual que ha ocurrido con atentados terroristas anteriores realizados por el terrorismo islamista, los ocurrido en Bruselas el pasado 22 de Marzo (22-M), está recibiendo una enorme cobertura mediática, son muchos los expertos y no tan expertos, dirigentes políticos y periodistas, o simples testigos directos, los que desean dar a conocer su opinión a través de alguno de los medios de comunicación. A pesar de ello, es evidente, que hay un enorme vacío informativo, pues las informaciones transmitidas no concretan, versando sobre detalles irrelevantes, históricos o relativos a escenarios que nada tienen que ver con el que existe en países occidentales. Hasta ahora, la única información relevante que se ha transmitido sobre el 22-M es que ha sido reivindicado por lo que se conoce como el Estado Islámico (EI), siendo la verificación de muy baja fiabilidad.

Cuando se produce un atentado de este tipo, como los más recientes de Boston, Paris y Bruselas, siempre me hago las mismas preguntas: ¿Por qué, que quieren? ¿Por qué el terrorismo islamista dedica recursos, económicos y humanos, y esfuerzo en generar terror en países Occidentales? ¿Qué están consiguiendo? ¿Es bueno que vivamos en un ambiente de elevada inseguridad, qué consecuencias tiene?

Frente a un fenómeno como el terrorismo islamista lo principal es saber que quieren, ¿Por qué atentan? Los expertos dicen casi todos lo mismo. Nos hablan de sectores sociales de religión musulmana no integrados y con elevados porcentajes de paro. Nos hablan de la doctrina Qutb, de la radicalización a causa de las invasiones de Afganistán e Irak, ignorando que antes se produjo ya el incidente de las Torres Gemelas de Nueva York (11 de Septiembre del 2001), y nos hablan de que Occidente ha pasado a ser el enemigo lejano del islamismo radical. Pero siempre sin concretar  que quieren realmente conseguir. ¿Qué quiere el terrorismo islamista? ¿Dinero, empleos para su gente, mas cargos públicos para sus líderes, quieren derrocar gobiernos occidentales, o simplemente quieren asesinarnos, asesinar occidentales? ¿Qué pueden conseguir unos terroristas atentando contra un acontecimiento deportivo como la Maratón de Boston? Es evidente que el terrorismo islamista incrementa la islamofobia, entontes ¿Por qué grupos islámicos siguen realizando atentados en territorio occidental, que están consiguiendo, que concesiones les están haciendo las elites gobernantes? ¿Por qué la comunidad musulmana no colabora para erradicar el terrorismo islamista?  Está claro que los ataques del terrorismo islamista son demostraciones de poder, y se producen porque está habiendo concesiones por sectores de las elites gobernantes,   de los escenarios, países,  en los que se producen.

La otra pregunta importante que debemos hacernos es ¿Es bueno que vivamos en un ambiente de elevada inseguridad, qué consecuencias tiene? Aunque algunos dirigentes políticos y expertos de forma interesada digan lo contrario, la verdad es que la inseguridad, sea del tipo que sea, en este caso causada por el terrorismo islamista, no contribuye a crear riqueza, no contribuye a que haya crecimiento económico y creación de empleo, evidentemente puede contribuir al enriquecimiento personal de dirigentes políticos y expertos en la lucha antiterrorista que esten en la nómina de Mundo islámico, pero poco más. La inseguridad siempre genera desconfianza,  anula la cooperación y reduce la inversión. La política representa la gestión ideológica de una sociedad y sus recursos. Gobernar es sobre todo decidir en función a una determinada ideología. Por ello, en política el único coste a considerar, de importancia, es el denominado coste oportunidad, es decir, el beneficio de la mejor opción no realizada. Los atentados realizados por el terrorismo islamista, y los altos niveles de seguridad que provocan, tienen un importante coste económico, dinero que no se utilizara para otras cosas, y recordemos, defensa y seguridad, son dos sectores muy necesarios pero poco productivos.

Al analizar el terrorismo islamista hay tendencia a asemejar escenarios que por su propia naturaleza son completamente distintos. El terrorismo, concepto que no significa otra cosa que lucha armada a la que recurre un actor débil para compensar sus debilidades frente a otro más fuerte, no engloba algo homogéneo sino las acciones de grupos muy dispares, con distintas motivaciones y fines. Por ejemplo, el escenario iraquí, el turco y el occidental (Paris, Bruselas, etc.), en los que últimamente se han producido atentados terroristas, no son escenarios comparables. En la zona de Irak ocupada por el Estado Islámico (EI) se vive una situación de guerra. En Turquía hay desde hace décadas un conflicto étnico-religioso entre el Gobierno de Turquía y el PKK, que lucha por los derechos del Pueblo Kurdo, además Turquía está también por razones étnicas y religiosas muy implicada en la situación siria e iraquí. Como bien es conocido ninguna de las circunstancias anteriores se daban en Paris o Bruselas, ciudades en las que la comunidad musulmana disfruta de todo tipo de derechos y libertades.

El terrorismo islamista se ha convertido ya en un grave problema que esta erosionado de diferentes maneras los pilares de la UE y los pequeños vínculos que existen entre los Estados miembros. El terrorismo islamista es un problema que no existía en la UE al comenzar el actual siglo, y que ha ido creciendo y haciéndose fuerte debido a las políticas aplicadas por unas irresponsables elites dirigentes de la UE. El terrorismo islamista ataca, realiza atentados sin miedo a represalias porque las comunidades islámicas, las diásporas, son cada día más numerosas y fuertes en Occidente, contando, ádemas, con un fuerte  apoyo de grupos políticos occidentales. El terrorismo islamista actúa principalmente porque falla la disuasión.

Federica Mogherini, la mujer PEDS, nada más y nada menos que la Alta Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, con respecto a los atentados de Bruselas ha declarado “Esta tragedia debe impulsar la solución en Siria”  “No es la diversidad lo que destruye nuestras sociedades sino el miedo a la diversidad”. La mujer PEDS, Mogherini, no comprende la naturaleza y gravedad del problema que a nivel europeo representa el terrorismo islamista. Antes de ir allí es necesario garantizar la seguridad aquí. Algunos tipos de diversidad están contribuyendo a destruir las sociedades europeas, rompiendo la cohesión, anulando la cooperación, y generando terror. Algunos grupos culturales vienen a Europa únicamente a amenazar e intentar chantajear y extorsionar. Declaraciones de dirigentes de la UE, del tipo de  las de Mogherini, conducen a pensar que la afirmación de que “la capital de la UE es también la capital del yihadismo en Europa”, realizada por  la periodista  Allison Pearson, del periódico británico The Telegraph, es acertada y oportuna.

El terrorismo islamista es un fenómeno confuso, sobre el que se difunden más mentiras que verdades.  Entre las elites dirigentes occidentales hay un elevado interés por no identificar y definir al enemigo, que es el terrorismo islamista. Se busca simplificar el asunto diciendo que el responsable del terrorismo islamista a nivel global es el Estado Islámico, pero claro ¿Cómo es que el Estado Islámico está perdiendo capacidades en su territorio natural y a la vez nos dicen que incrementa su capacidad de acción en escenarios como el europeo? Recientemente, en Estados Unidos se le ha abierto una investigación al general John Allen,  jefe del Comando Central (Centcom), por cocinar inteligencia, por falsificar informes sobre lo que ocurría sobre el terreno, según parece en vez de combatir al EI le estaba entregando armamento, razón por la que ha tenido que dimitir. ¿De que estamos hablando? ¿Por qué no se acaba ya con la amenaza del EI? El asunto es  complejo. El Estado Islámico es únicamente el precio que el Mundo islámico y sus apoyos en Occidente están dispuestos a pagar por los abusos que cometen en países occidentales. El EI es el precio que están dispuestos a pagar, por eso no es prioritario  destruirlo, sino que buscan  mantenerlo vivo,  mantener su amenaza latente.

La amenaza del  terrorismo islamista es el principal  problema que hoy existe en los países occidentales, y en concreto en la UE. Absorbe recursos económicos y humanos, impide dedicar atención, esfuerzo y   recursos a solucionar otro tipo de problemas y está atacando los pilares de la UE provocando división entre los Estados miembros. Su eliminación va a depender únicamente de una cosa, de  su repercusión sobre la economía de la UE: La amenaza del terrorismo islamista se combatirá  en la medida en que se perciba que afecta de forma negativa  a la economía de la Unión Europea.

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