domingo, 19 de abril de 2015

RATO ACUSADO DE BLANQUEO: "NO SE VAYA Sr. AZNAR".

La Fiscalía de Madrid ordeno el jueves 16 de abril la detención de Rodrigo Rato, ex vicepresidente del Gobierno de España y ex director gerente del FMI, para proceder al registro de su casa y despacho. La Fiscalía acusa a Rato de fraude fiscal, blanqueo y alzamiento de bienes, es decir ocultación de Patrimonio con el que poder cubrir deudas y fianzas, ya que Rato está implicado en diferentes cusas judiciales relacionadas con su gestión al frente de la entidad Bankia. La detención del ex vicepresidente Rato es un factor más que contribuye a desmoronar y desacreditar el aznarismo. La etapa en la que gobernó el expresidente Aznar (1996-2004) debe ser considerada ya un periodo de los más negros de la historia de España, en el que hubo terrorismo de Estado, se cometieron violaciones de los derechos humanos y la corrupción política no conoció ningún tipo de límites, afectando a los niveles más altos del Estado, incluso a la Casa Real, y convirtiendo a España en una cleptocracia.

Sin conocerse todavía el contenido del sumario que ha dado lugar a la detención de Rato, es muy difícil creer que todo se ha debido a una sobreactuación de la Fiscalía de Madrid y la policía. Según informaciones difundidas por los medios de comunicación la causa judicial surge como consecuencia de una investigación realizada por el Servicio de Prevención de Blanqueo de Capitales (Seplac) dependiente del Ministerio de Economía. Lo que está claro es que si la policía ha actuado de esta manera contra un ex vicepresidente del Gobierno de España es porque tiene claras pruebas para acusarle de haber cometido graves delitos, como es el de blanqueo de capitales. El blanqueo de capitales es siempre un delito muy grave y preocupante en una persona que ha ocupado un cargo público de alto nivel, pues surge la duda de donde  ha obtenido ese dinero y a cambio de que. En la gran mayoría de los casos, por no decir en todos, suele ser dinero que proviene de actividades relacionadas con la corrupción política. En el Estado español solo hay dos cargos con mayor poder que el de vicepresidente, el de presidente del Gobierno y el de Jefe del Estado, o sea, el Rey de España, por tanto lo ocurrido con el ex vicepresidente es motivo de alarma social, pues como es que un persona del nivel profesional de Rato, entre otras cosas, es director gerente del FMI, no tiene forma de declarar unos ingresos,  ¿Quién le ha pagado ese dinero a Rato en negro y a cambio de que, a cambio de que tomara que decisiones durante la época en la que fue vicepresidente del Gobierno de España?

Lo que se ha denominado el milagro de la economía española (1996-2004), en contra de lo que opinan algunos políticos y analistas económicos, no se debió a la gestión del Gobierno del expresidente Aznar, sino a factores favorables de la coyuntura económica internacional, cito dos: Primero, llegada a España de abundantes recursos económicos de la UE, fondos estructurales y de cohesión. Segundo, abundancia de crédito exterior que permitió crear la burbuja de la construcción, asumiendo España un enorme endeudamiento exterior. El expresidente Felipe González con cosas como el GAL, el caso Filesa, el caso Rubio, etc., se lo dejo difícil a su sucesor, pero el presidente Aznar lo logro superar, desacreditando y hundiendo todavía más  la democracia española. Con la detención de Rato la era Aznar se desmorona, pasando a la historia por cosas como: Impunes violaciones de los derechos humanos, elevada  corrupción política, y un dramático caso de terrorismo de Estado, el 11-M. “Váyase Sr González” le decía Aznar desde la tribuna del Congreso de los Diputados en mayo del 1994 al entonces presidente del Gobierno Felipe González, para presionarle y obligarle a dimitir. Hoy el pueblo español le debería decir al expresidente Aznar “No se vaya Sr. Aznar”, vuelva, acuda al Congreso, y si  procede también al Tribunal correspondiente, a dar explicaciones sobre cómo es que un vicepresidente de su Gobierno se dedica a blanquear dinero.  

La Moncloa, intentando manipular a la opinión pública, ha calificado lo ocurrido con Rato como algo encuadrado en el funcionamiento normal del Estado de derecho, igualdad de las leyes para todos los españoles, e imposibilidad de intentar presionar, tapar o edulcorar acciones judiciales en marcha, nada más lejos de la realidad, todo lo ocurrido es propio de un Estado fallido. La detención de Rato se produce 10 años después de que dejara el cargo de vicepresidente del Gobierno de España, y  evidencia tres cosas: Primera, en la democracia española falla el sistema de elección de cargos públicos. Segunda, fallan los instrumentos de control de la gestión que realizan cargos públicos de alto nivel, pues seguramente el dinero que estaba blanqueado Rato lo había obtenido gracias a su corrupta gestión como vicepresidente. Tercera, fallan los instrumentos de vigilancia de personas que ocuparon cargos públicos de alto nivel y que entre otras cosas accedieron a información clasificada del Estado, pues de otra forma las instituciones del Estado estarían informadas desde hace tiempo de que Rato tenía por ahí una enorme fortuna de origen injustificable. Además, la detención del ex vicepresidente  Rato ha sido un completo espectáculo judicial no propio de un país desarrollado, televisándola, con numerosos mensajes subliminales, incluso poniendo en escena aun tipo que se tapaba con un pasamontañas y que no sabemos si estaba allí para detener a Rato o para protegerle.

El ambiente político en España pasa por el peor momento desde la instauración de la democracia en el 78, está totalmente descompuesto y putrefacto. Las encuestas sobre intención de voto indican que el mapa político español se ha fraccionado por motivos ajenos a los ideológicos surgiendo dos nuevos partidos políticos, Ciudadanos y Podemos, lo cual dificultara la gobernabilidad de España, algo que  ya está ocurriendo en la Comunidad de Andalucía, donde el partido más votado, el PSOE,  tiene dificultades para poder formar Gobierno. En este ambiente, la detención del ex vicepresidente Rato en pleno año electoral abre dos importantes incógnitas ¿Por qué ahora? ¿Y por qué de esa forma, tan degradante no solo para Rato sino también para el partido del Gobierno, el Partido Popular? ¿No controla el Gobierno de España la Fiscalía o sectores del Partido Popular buscan con el espectáculo oportunista de la detención de Rato favorecer y  justificar el crecimiento de Podemos, cediéndole sus votos?


Considerando que la solución a los problemas que padece la sociedad española, como el de la corrupción política, no va a venir de la mano de partidos como Ciudadanos o Podemos,  para que podamos todos salir de esta en un ambiente de normalidad democrática, en mi opinión, España necesita un gran pacto de las dos principales y tradicionales fuerzas políticas, PSOE y PP. Primero, para fortalecer la actuación del Poder Judicial para que de forma oportuna y rápida pueda depurar la vida política española. Segundo, previendo futuros resultados de las próximas elecciones generales, para formar un Gobierno de concentración, formado por personas del PSOE y el PP.  

No hay comentarios: