martes, 23 de mayo de 2017

EL TERRORISMO ISLAMISTA ASESINA A 22 CIVILES EN MANCHESTER.

El terrorismo islamista ha vuelto a golpear Occidente. Esta vez ha sido en Manchester, y lo ha hecho como siempre, atentando  contra un objetivo indiscriminado, atacando a indefensos y desarmados ciudadanos civiles, entre los que había niños, que habían acudido a divertirse a un concierto. El ataque ha causado, que se conozcan, 22 muertos y más de 59 heridos. El ataque ha sido ya reivindicado por lo que se denomina el Estado Islámico. El atentado de Manchester  evidencia que la lucha contra el terrorismo islamista está fracasando. El terrorismo islamista está ganando la guerra, logrando crear en muchas ciudades de la desarrollada Unión Europea un ambiente de inseguridad similar al que hay en países del mundo islámico en los que existen desde hace décadas conflictos armados de carácter étnico-religioso.

El modelo político, social, de defensa y seguridad, que surgió después de la IIGM, y que ha permitido años de paz y desarrollo, sin precedentes en Europa, aunque ningún líder representativo de la OTAN se atreva a certificarlo, ha muerto. El proceso de globalización, unido a un insaciable e irresponsable deseo de enriquecimiento de las elites dirigentes,  ha favorecido  el crecimiento de sociedades muy mezcladas ideológica, cultural, religiosa y étnicamente. Dicho de una forma coloquial y simple, han mezclado los buenos con los malos. Han mezclado los que desean vivir en paz y en un ambiente en el que se respecten y defiendan los Derechos Humanos de todos los ciudadanos, con los que desean generar terror y chantajear utilizando la violencia, asesinando a indefensos civiles, asesinando a no combatientes. Equivocadamente, motivadas por concretos intereses particulares, las elites dirigentes europeas han mezclado lo que no se debía haber mezclado, haciendo   desaparecer  la confianza y la seguridad de las sociedades europeas, y anulando su capacidad para dar una solución a un problema como el que representa la amenaza del terrorismo islamista.  

El terrorismo islamista ataca Manchester, y en Madrid se discute sobre si es necesario o no incrementar el nivel de alerta antiterrorista. Una completa irracionalidad, con la que no se sabe muy bien que pretenden, cuando es conocido que la principal amenaza terrorista que hay en España, es el terrorismo de Estado, es decir, que se pueda producir una acción similar a la del 11-M, incidente que  está todavía sin aclarar. Siempre que se produce un ataque del terrorismo islamista se habla a nivel europeo de lo mismo, de la necesidad de adoptar medidas para combatirlo, pero al final todo queda en nada. Cada vez se gasta más en seguridad, y se adoptan medidas que tienen como fin únicamente complicarle la vida a honrados y pacíficos ciudadanos, mientras que se permite que el terrorismo islamista golpee allí donde desee, asesinando a civiles. No debemos confundirnos, el problema no es el islamismo, que son muy pocos, carentes de estructura para representar un problema para la seguridad, el problema es el pro islamismo, grupos de poder occidentales que apoyan al terrorismo islamista para lograr reivindicaciones concretas. Insisto, el problema es el pro islamismo. Por ejemplo, que la lucha antiterrorista esté en manos de expertos en los que se identifica una clara ideología pro islamista. Por ejemplo, que haya sectores políticos que impiden que se ponga fin a la islamización de Europa, que se ponga fin a que sigan creciendo las diásporas islamistas que hay en diferentes ciudades europeas, cerrando las fronteras, pues como es lógico, cuando más grandes sean estas, más fuertes se sentirán y más agresivos serán sus ataques y mayores  sus reivindicaciones.  

El terrorismo islamista ha atacado en Manchester, la acción ha sido reivindicada por el Estado Islámico. ¿Pero que es el Estado Islámico? El Estado Islámico no es otra cosa que el precio que ofrecen pagar los pro islamistas y el Mundo islámico por los abusos que comenten en Occidente. Lo que no sabemos por ahora es si dicho precio será aceptado o se exigirá uno superior. El terrorismo islamista ha asesinado a desarmados e indefensos civiles en Manchester ¿Cómo se come eso con el hecho de que el alcalde de Londres, Sadg Khan, sea de religión musulmana y de origen paquistaní? Difícil de tragar, muy difícil de entender. Que no haya duda alguna, pensar, como parece que piensan amplios sectores de las elites dirigentes europeas, de que la amenaza del terrorismo islamista en un problema menor, es un grave error, que más temprano o más tarde, acabara pasando un importante precio al conjunto de la Unión Europea.

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