El terrorismo islamista ha vuelto a golpear Occidente. Esta
vez ha sido en Manchester, y lo ha hecho como siempre, atentando contra un objetivo indiscriminado, atacando a indefensos
y desarmados ciudadanos civiles, entre los que había niños, que habían acudido
a divertirse a un concierto. El ataque ha causado, que se conozcan, 22 muertos
y más de 59 heridos. El ataque ha sido ya reivindicado por lo que se denomina
el Estado Islámico. El atentado de Manchester evidencia que la lucha contra el terrorismo
islamista está fracasando. El terrorismo islamista está ganando la guerra, logrando
crear en muchas ciudades de la desarrollada Unión Europea un ambiente de
inseguridad similar al que hay en países del mundo islámico en los que existen
desde hace décadas conflictos armados de carácter étnico-religioso.
El modelo político, social, de defensa y seguridad, que surgió
después de la IIGM, y que ha permitido años de paz y desarrollo, sin
precedentes en Europa, aunque ningún líder representativo de la OTAN se atreva
a certificarlo, ha muerto. El proceso de globalización, unido a un insaciable e
irresponsable deseo de enriquecimiento de las elites dirigentes, ha favorecido el crecimiento de sociedades muy mezcladas ideológica,
cultural, religiosa y étnicamente. Dicho de una forma coloquial y simple, han mezclado
los buenos con los malos. Han mezclado los que desean vivir en paz y en un
ambiente en el que se respecten y defiendan los Derechos Humanos de todos los ciudadanos,
con los que desean generar terror y chantajear utilizando la violencia,
asesinando a indefensos civiles, asesinando a no combatientes. Equivocadamente,
motivadas por concretos intereses particulares, las elites dirigentes europeas han
mezclado lo que no se debía haber mezclado, haciendo desaparecer la confianza y la seguridad de las sociedades
europeas, y anulando su capacidad para dar una solución a un problema como el
que representa la amenaza del terrorismo islamista.
El terrorismo islamista ataca Manchester, y en Madrid se
discute sobre si es necesario o no incrementar el nivel de alerta antiterrorista.
Una completa irracionalidad, con la que no se sabe muy bien que pretenden,
cuando es conocido que la principal amenaza terrorista que hay en España, es el
terrorismo de Estado, es decir, que se pueda producir una acción similar a la
del 11-M, incidente que está todavía sin
aclarar. Siempre que se produce un ataque del terrorismo islamista se habla a
nivel europeo de lo mismo, de la necesidad de adoptar medidas para combatirlo,
pero al final todo queda en nada. Cada vez se gasta más en seguridad, y se
adoptan medidas que tienen como fin únicamente complicarle la vida a honrados y
pacíficos ciudadanos, mientras que se permite que el terrorismo islamista
golpee allí donde desee, asesinando a civiles. No debemos confundirnos, el
problema no es el islamismo, que son muy pocos, carentes de estructura para
representar un problema para la seguridad, el problema es el pro islamismo,
grupos de poder occidentales que apoyan al terrorismo islamista para lograr
reivindicaciones concretas. Insisto, el problema es el pro islamismo. Por
ejemplo, que la lucha antiterrorista esté en manos de expertos en los que se
identifica una clara ideología pro islamista. Por ejemplo, que haya sectores políticos
que impiden que se ponga fin a la islamización de Europa, que se ponga fin a
que sigan creciendo las diásporas islamistas que hay en diferentes ciudades
europeas, cerrando las fronteras, pues
como es lógico, cuando más grandes sean estas, más fuertes se sentirán y más
agresivos serán sus ataques y mayores sus reivindicaciones.
El terrorismo islamista ha atacado en Manchester, la acción
ha sido reivindicada por el Estado Islámico. ¿Pero que es el Estado Islámico?
El Estado Islámico no es otra cosa que el precio que ofrecen pagar los pro
islamistas y el Mundo islámico por los abusos que comenten en Occidente. Lo que
no sabemos por ahora es si dicho precio será aceptado o se exigirá uno
superior. El terrorismo islamista ha asesinado a desarmados e indefensos civiles
en Manchester ¿Cómo se come eso con el hecho de que el alcalde de Londres, Sadg
Khan, sea de religión musulmana y de origen paquistaní? Difícil de tragar, muy difícil
de entender. Que no haya duda alguna, pensar, como parece que piensan amplios
sectores de las elites dirigentes europeas, de que la amenaza del terrorismo
islamista en un problema menor, es un grave error, que más temprano o más
tarde, acabara pasando un importante precio al conjunto de la Unión Europea.
No hay comentarios:
Publicar un comentario