lunes, 11 de noviembre de 2019

ELECCIONES 10-N: HOY PEOR QUE AYER.


Los resultados electorales del 10-N confirman dos cosas. Primera, que el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) se equivocó en sus previsiones sobre intención de voto, acercándose mucho más entes privados que se dedican a hacer similares estudios con muchos menos medios. Segunda, que España vuelve a estar desunida como no lo estaba desde Abril de 1931, cuando se proclamó la Segunda República. La dividida España actual difícilmente va ser capaz de construir nada y mucho menos de dar soluciones a los problemas de los ciudadanos. El PSOE, aunque ha perdido en torno a 700.000 votos respecto al 20-A, ha vuelto a ganar las elecciones pero lo tendrá todavía más difícil para poder investir a su candidato, Pedro Sánchez, como presidente.  Importante resaltar que la abstención ha sido del 30%. Es cierto que los que votaron en elecciones anteriores pueden haberse abstenido el 10-N, habría que comprobarlo, pero ello da a entender que el aumento del número de partidos no contribuye a disminuir la abstención, siendo esta siempre de aproximadamente el  25%.

Las variaciones en los resultados respecto a elecciones anteriores y especialmente respeto a las del 28-A, son totalmente ilógicas y por tanto es muy difícil saber por qué los ciudadanos han cambiado el voto. Los dos partidos emergentes que surgieron en el 2015, y que se decía que iban a acabar con el bipartidismo han caído en votos. Ciudadanos ha pasado de 57 diputados a 10, convirtiéndose así en el principal perdedor; Unidas Podemos, ha pasado de 42 a 35. Curiosamente la caída de estos dos partidos, de centro e izquierda, no ha beneficiado al socialismo, lógicamente algunos votos habrán ido a la abstención, pero los grandes beneficiados han sido el PP, que ha pasado de 66 diputados a 87 y Vox, que ha sido el ganador de las elecciones al haber logrado, la segunda vez que se presenta a unas elecciones generales, obtener 52 diputados.

Ciudadanos ha sido el gran perdedor de estas elecciones. De haber podido formar gobierno con el PSOE ha pasado a la insignificancia de tener 10 diputados. Parece ser que los ciudadanos no han valorado positivamente los mítines de Rivera en Alsasua (Municipio de 7000 habitantes), ni su pacto con el PP en la Comunidad de Madrid, donde ha perdido 5 diputados, ni tampoco sus posicionamientos en la crisis catalana, donde ha pasado de 5 a 2 diputados; y sobre todo, que no apoyara la investidura de Sánchez, lo que provoco que muchos de sus dirigentes que venían del socialismo abandonaran el partido. Por el contrario el gran ganador ha sido Vox. El heredero ideológico en España de aquellos que provocaron la Segunda Guerra Mundial, Nazismo y Fascismo, la voz de los militares, un partido que solo conoce el lenguaje de las hostias,  un partido que considera la democracia el gobierno de los débiles y que es partidario de la violencia como principal instrumento de acceso al poder político, ha logrado en la España democrática actual, 52 diputados, 3.639.113 votos (15,09% del escrutinio). Lo que estaba ocurriendo en Francia con el Frente Nacional permitía prever  que el rechazo mayoritario a que continúe creciendo la islamización de Europa y a la entrada descontrolada de inmigración ilegal del sur del Mediterráneo, inmigración que  no desean acoger  las poblaciones de los territorios de destino, iba a favorecer el crecimiento de la extrema derecha, el crecimiento de partidos con ideologías similares a los regímenes totalitarios que provocaron la IIGM, Nazismo y Fascismo,  y así ha sido. En el 2018, la Liga Norte gano las elecciones en Italia, logrando gobernar con los comunistas del Movimiento 5 Estrellas durante aproximadamente un año; ahora crece la extrema derecha en España, ya solo falta Alemania.

Otro dato a resaltar, es que los partidos denominados independentistas, aquellos que le dieron una publica patada a la baraja del juego democrático, haciendo una declaración unilateral de independencia,  y dicen no respetar las decisiones de entes como el Tribunal Constitucional, máximo valedor de la democracia española, también se han presentado a las elecciones generales. ERC,  JxCAT y CUP tendrán 23 escaños  en el próximo fraccionado Congreso de los Diputados, un completo absurdo político. Un absurdo con el que los partidos independentistas catalanes van a dificultar la gobernabilidad de España e intentaran chantajear al partido que gobierne, como siempre con la falsa reivindicación de independencia y en beneficio de intereses personales y partidistas que nada tienen que ver con que Cataluña se convierta en un nuevo estado de Europa.

En lo que llevamos de siglo, en la política española  ha habido tres claros  puntos de inflexión. El primero, en las elecciones de Marzo de 2011, en las que el PSOE perdió más de 3 millones de votos. El segundo, en las elecciones de  Diciembre de 2015, con la entrada en política nacional de Ciudadanos y Podemos y sus confluencias,  obteniendo 40 y 69 escaños, respectivamente. Y el tercero, en las últimas elecciones,  convirtiéndose Vox en la tercera fuerza política del Congreso. Pedro Sánchez gano las elecciones, pero está claro que el PSOE de Felipe González, o incluso el de la época Zapatero, no logra levantar cabeza, no logra recuperar los 3 millones de votos que perdió en las elecciones de 2011, incluso antes de surgieran los nuevos partidos, Ciudadanos, Podemos, Max País y Vox. Lamentablemente, la gobernabilidad de España se ha complicado todavía más. Lo que el PSOE no quiso darles a los comunistas, a Unidas Podemos, con 42 diputados es difícil que se lo quiera dar ahora con 35. Además, la cosa se ha agravado con el vertiginoso crecimiento de Vox, pues sus 52 diputados le permiten intentar entrar a formar parte de algún tipo de gobierno de coalición, llevando España a épocas del pasado. Todo está abierto, todo es posible, incluso el pacto que proponía el expresidente Rodríguez Zapatero, PSOE, Unidas Podemos y Mas País, pero con tal nivel de desunión política difícilmente será para que España vaya a mejor.   

No hay comentarios: