jueves, 26 de febrero de 2015

A RAJOY LE VA BIEN, Y A TI ¿CÓMO TE VA?

El último debate sobre el estado de la nación, celebrado los pasados días 24 y 25 en el Congreso de los Diputados,  el último  de la presente legislatura, ha sido como era de esperar. Ha habido pocas novedades. Tanto el  presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, como los representantes de los diferentes partidos con representación en el Congreso, han hecho discursos basados en datos, visiones de España y opiniones personales ya conocidos.
El presidente Rajoy ha interpretado la realidad de España y los resultados de su gestión de forma antagónica a como lo ha hecho el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez. Según el presidente Rajoy en los últimos años todo ha ido a mejor, se ha hecho lo que había que hacer, y España está saliendo de la crisis. Por el contrario, Pedro Sánchez tiene un visión más pesimista, cree que muchos cosas han ido a peor, proponiendo derogar reformas que ha hecho el actual gobierno, como la laboral, y considera que España está saliendo de la crisis pero pagando altos costes sociales. Es evidente que en el debate del estado de la nación se ha cumplido el viejo dicho de  “Cada uno habla de la feria como le va en ella”, y al presidente Rajoy según parece le va bien.

En cuanto al resto de partidos políticos, los nacionalistas como siempre, principalmente, han defendido sus intereses. Los partidos políticos más pequeños de dimensión nacional, también como siempre, se han considerado poseedores de la voz del pueblo, a pesar de que solo tienen el voto de una minoría de la sociedad española. El discurso que más me ha llamado la atención ha sido el del secretario general de IU, Alberto Garzón, el cual le dijo al presidente Rajoy: "Le vamos a echar". Desconozco que encuestas maneja Alberto Garzón, o si es conocedor de algún pacto secreto de la izquierda española,  y por tanto no se si dicha afirmación es  consistente o por el contrario una simple bravuconada. Tal vez es una afirmación únicamente basada en la esperanza de que el comunismo internacional con su nuevo partido en España, Podemos,  gane las próximas elecciones generales, si es así, es evidente que Garzón ignora que detrás de Podemos también está  la derecha española, es decir, por ilógico que pueda parecer, una parte representativa del apoyo a Podemos proviene de sectores de la derecha española afines al PP, algo todavía hoy fruto de los pactos que se hicieron durante la época del expresidente Aznar. Siendo muchos de dichos pactos la explicación del alto nivel de corrupción que hubo y hay en el PP, pues como se suele decir el dinero no crece en los árboles, ni se lo daban a líderes del PP, como Bárcenas para que repartiera sobres, por generosidad.

La situación de un país no se debe analizar únicamente desde la perspectiva de la situación  de las cuentas del Estado, sino también desde otras muchos perspectivas, cito algunas: La política, la social, la económica, la laboral, la de la seguridad,  interior y frente a actores exteriores, la de la defensa, la de la estabilidad política y territorial, la de la justicia, la de la situación de los derechos y libertades fundamentales,  la de la defensa de los derechos humanos, etc. El ex presidente Rodríguez Zapatero hizo una gestión tan nefasta, y dejo a España en una  situación política, social, económica, laboral, etc., tan negativa que era imposible que el siguiente, el presidente Rajoy, no obtuviera algún éxito con su gestión. España, desde la perspectiva de las cuentas del Estado, está hoy mucho mejor que en Diciembre del 2011, España ha logrado sin ser rescatada la economía hacer frente a los pagos de deuda que tenía con el exterior y seguir financiándose, pero en otros muchos aspectos España sigue igual de mal o incluso está peor que en el 2011.

El rescate a la banca es uno de esos éxitos. Éxito que puede quedar en nada si la banca española no está realmente saneada y vuelve a necesitar a corto plazo nuevas ayudas públicas. Es cierto que el Gobierno del presidente Rajoy ha aplicado medidas similares a las impuestas por la UE en los denominados países rescatados, pero aun así, que la economía española no haya necesitado un rescate completo también supone, en mi opinión, un éxito. También es cierto que hoy España crece, se está creando empleo neto, España se financia a intereses más bajos, se ha incrementado la competitividad, las exportaciones han aumentado, y la balanza comercial está más equilibrada, aunque muchos expertos dudan que dicho equilibrio pueda durar mucho.

El gobierno del presidente Rajoy ha tenido éxitos indiscutibles, otros cuestionables por sus consecuencias negativas, y algunas de sus políticas han sido totalmente perjudiciales para la economía española. Que el actual Gobierno haya indemnizado a la empresa ACS con 1350 millones de euros por el asunto Castor, algo debido únicamente a un error de la empresa, es uno de esos fracasos, una vergüenza, tras la cual no está claro que esconde, que paga el Gobierno y a quien. Desde una perspectiva global, en su conjunto, la economía española no ha mejorado desde el 2011, todos los buenos datos de la macroeconomía no se deben a razones objetivas, las reformas no han dado su fruto, o simplemente no se han hecho. La mejora de la economía es más coyuntural que debido a razones internas. Lo que los economistas denominan la prima ha bajado porque España ha cumplido con sus compromisos de pago de la deuda exterior, y el Gobierno  ha aceptado realizar reformas, como la de las pensiones. Reformas que llevan a pensar a los inversores que España no tendrá problemas para pagar a corto plazo. España sigue teniendo el mismo modelo productivo que en el 2008. El sector de la construcción ha vuelto a crecer, siendo España con diferencia el país de la UE  donde la construcción más vuelve crecer. Es cierto que España ha mejorado su competitividad, pero ha sido  únicamente a costa de rebajar los costes de personal, los salarios de los trabajadores. En España han crecido las inversiones, cierto, el país está de rebajas, es atractivo para los especuladores a corto plazo, lo que a largo plazo causara consecuencias negativas, o sea, destrucción de empleo. Además, muchas de las inversiones se logran a cambio de contratos comerciales, que suponen un volumen de importaciones que provocaran la destrucción del tejido productivo nacional. A Madrid, llegan trenes llenos de productos de China, pero se van principalmente llenos de euros españoles, y para compensar algo, millonarios de las  elites chinas hacen alguna inversión en España, como las recientemente efectuadas en Madrid. Madrid cuna de Podemos.

El Gobierno de Mariano Rajoy no ha logrado tampoco reducir el elevado endeudamiento, tanto público como privado, de España. El Gobierno ha logrado contener el déficit recortando servicios públicos y prestaciones sociales, pero aun así la deuda pública no ha cesado de crecer, suponiendo hoy en torno al 100% del PIB, entre otras cosas porque se han creado diferentes mecanismos que permiten enmascarar el gasto publico haciendo deuda publica directa. Muchas empresas del IBEX 35 se han expandido internacionalmente de forma excesiva, endeudándose, no siendo en la actual coyuntura capaces de reducir dicha deuda, teniendo que refinanciarla una y otra vez, un esfuerzo que lógicamente repercute de forma negativa en la economía española y es una de las causas de la falta de crédito para otro tipo de actividades Un ejemplo es Telefónica. Telefónica, telefónica tiene una deuda de aproximadamente 50.000 millones de euros, la cual ha tenido que refinanciar varias veces, para hacer frente a su endeudamiento ha tenido que hacer varias desinversiones, por citar dos ejemplos, tuvo que vender Telefónica Ireland, y ahora va a tener que vender O2, curiosamente a un grupo asiático.

El discurso del presidente Rajoy ha sido excesivamente triunfalista, con una visión de la situación de España burguesa, falsa y alejada de la realidad de España. Lógicamente, a la alta y media burguesía  les ha afectado menos la crisis, unos han seguido obteniendo cuantiosos beneficios, otros han aguantado el golpe gracias a los beneficios obtenidos en la época de auge económico. Una visión tan alejada y falsa, que el presidente Rajoy llego a decir que en España se estaba reduciendo la desigualdad entre ricos y pobres, y que estaba mejorando la calidad del empleo. Pero la verdad es que España en su conjunto se empobrece, el Estado de Bienestar se reduce, y una gran mayoría de los ciudadanos, trabajadores por cuenta ajena, funcionaros y pensionistas, de una u otra forma,  han perdido poder adquisitivo. Un discurso burgués con propuestas para beneficiar a la burguesía, como la de la segunda oportunidad, o la de reducir las cotizaciones a la seguridad social para los primeros 500 euros de sueldo, medida cuyo principal efecto no será otro que el de contribuir a acelerar la quiebra de lo que se conoce como la caja de la seguridad social. En mi opinión, España necesita menos pequeños emprendedores y más concentración empresarial encaminada a crear grandes empresas más competitivas, y que los empresarios reduzcan beneficios,  y no  reducir las cotizaciones a la maltrecha seguridad social, pues ello representara solucionar un problema pequeño para crear otro mayor.

Además, desde una perspectiva política y social,  España está hoy mucho peor que en el 2011. El actual Gobierno ha aprobado numerosas leyes que van dirigidas no a incrementar la seguridad ciudadana sino a limitar los derechos y libertades de los ciudadanos. En un país como España, una cleptocracia, un país en el que hay un alto nivel de corrupción, implantar la cadena perpetua revisable es abrir una puesta más a la injusticia, pues ¿Revisable por quién? ¿En función a que criterios? Revisable para sacar lo antes posible de la cárcel a gente relacionada con el poder, como Bárcenas, y privar de libertad a los que no tengan dicha suerte. Además, en España a lo contrario de lo que piensa el presidente Rajoy, no hay un democracia avanzada, ni un loco recluido en un centro psiquiátrico podría llegar a pensarlo,  todo lo contrario, la democracia tiene muchas imperfecciones, España es un país en el que hay violencia de Estado, se ejerce represión judicial y policial, se ordenan detenciones ilegales, y se cometen flagrantes e impunes violaciones a los derechos humanos.

Pero lo que más me llamo la atención del debate sobre el estado de la nación fue que el presidente Rajoy hiciera una alusión al eurodiputado Pablo Iglesias. En su réplica al secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, le dijo: “Vd. piensa más en el Sr Iglesias que en los problemas de España”. Es evidente, que el presidente Rajoy quería introducir al secretario general de Podemos en el debate, trapo, al que Pedro Sánchez, de forma inteligente, renuncio  entrar. El interés de Rajoy por hablar de Pablo Iglesias me lleva a preguntarme ¿Pero quién es Pablo Iglesias? Que yo sepa un profesor de los muchos que hay en España  de ciencias políticas, de la Universidad Complutense, sin oposición, que debe ser bastante mediocre, pues además de recibir becas del aznarismo, del Estado y de Caja Madrid, no ha tenido ningún trabajo no relacionado de alguna forma con su pertenencia política, el comunismo. Un mediocre profesor, que se dio a conocer en política con el 11M, según dicen al ser uno de los organizadores, entre otras cosas, de la manifestación que se convocó en la calle Génova, frente a la sede del PP. 

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