jueves, 21 de enero de 2016

CRISIS POLÍTICA: “MÁS TIEMPO” TIENE UN COSTE.

Las estadísticas reflejan que si un ciudadano español necesitara contratar a un profesional, a un cirujano, a un arquitecto, a un abogado o a un simple fontanero, no elegiría a alguien con el perfil que tienen muchos de los actuales diputados del Congreso. A pesar de ello, muchos ciudadanos les han dado su voto y con ello poder político. Les han elegido para que influyan sobre el futuro de España y tomen decisiones sobre temas que afectaran de forma directa o indirecta a sus vidas. Insólito, ¿La razón? Seguramente se deba a muchas y diversas causas, entre las que creo  que destacan: desconocimiento de la composición de las listas, manipulación mediática de la sociedad española, canalización interesada del voto de sectores sociales hacia determinadas fuerzas políticas, etc.

Como resultado de las últimas elecciones generales España ha entrado en una situación de crisis política sin precedentes en lo que llevamos de democracia. Hoy por hoy, a no ser que haya ya algún pacto que todavía no se ha hecho público, ningún partido tiene capacidad para formar un Gobierno estable. Pedro Sánchez podría lograr ser investido presidente pactando con Podemos y logrando el apoyo de otros partidos políticos minoritarios, algunos de ellos nacionalistas, pero sin el apoyo de los 40 diputados de Ciudadanos muy probablemente le sería imposible gobernar, le sería imposible gobernar satisfaciendo muchas de las injustas, ilegales y antidemocráticas reivindicaciones de grupos como Podemos.

La legislatura, además de comenzar sin saberse quién va a gobernar,  ha comenzado de forma vergonzosa por dos razones. Primera, el deseo de algunos partidos de intentar formar grupos a los que no tienen derecho por ley, buscando así poder tener una mayor visibilidad parlamentaria y mediática, y lo que es lo peor, recibir una mayor cantidad de recursos públicos por parte del Estado. De igual forma que soy de la opinión de que los cargos públicos españoles están mal pagados, se les debería de subir el sueldo a los miembros del Gobierno, diputados, etc., también soy de la opinión de que se debería modificar el sistema de financiación de los partidos políticos. El que quiera hacer política que se la pague,  en una democracia no tiene sentido que los partidos políticos reciban subvenciones del Estado, se deben de financiar de forma privada, a través de sus militantes, empresas afines, o incluso como Podemos, recibiendo dinero de entes extranjeros, en este caso del comunismo internacional... Hoy los partidos políticos españoles se financian de muchas y diferentes formas, algunas ilegales, la pública es una más, algo que  dan a conocer los numerosos casos de corrupción, la financiación oculta y extranjera de Podemos, recibiendo dinero entre otros de Irán, etc., y siempre de  forma poco transparente.  Lo importante en la financiación de los partidos políticos es que haya transparencia, que la sociedad conozca de quien reciben dinero y en que cantidades. Segunda, presentado los partidos políticos iniciativas de ley antes de que se forme Gobierno, algo también sin precedentes, en muchos casos una simple declaración de intenciones, pues hace falta un nuevo Gobierno para modificar la Ley de  Presupuestos Generales del Estado y según los expertos de dudosa legalidad. Da la impresión de que PSOE y Podemos, ante la dificultad de formar Gobierno han optado por el intento de que España sea gobernada de forma asamblearia, a través de la gran asamblea política que es el Congreso.

Aquellos que no hace mucho decían y defendían que el fraccionamiento del mapa político español no tendría porque ser algo malo para España, entre los que se encontraban dirigentes políticos, personajes como Pedro Sánchez y Alberto Garzón, todavía líderes respectivamente del PSOE y  de IU, e importantes líderes de opinión, se equivocaron. España ha entrado en una situación de difícil gobernabilidad, de crisis política, en la que será muy difícil que se le den soluciones a los problemas que más afectan a los ciudadanos. Dicen que necesitan más tiempo, pero como todos sabemos el tiempo es oro. Retrasar la formación de Gobierno, más tiempo, tendrá un coste para España. La actual situación de España, de crecimiento del PIB a la vez que la sociedad se empobrece, y se incrementa el déficit público y la deuda pública, no puede durar mucho. Más tiempo, que algunos político españoles reivindican sin pensar en las consecuencias, provocara  efectos negativos sobre el PIB, el mercado laboral, y la economía y el país en general, lógicamente, en gran medida España se parara, el Estado no hará planes de futuro y España perderá representatividad y fuerza en la esfera internacional. Más tiempo tiene un coste, tal vez no para las elites políticas, tal vez no para los Sres. diputados y sus fuerzas políticas, cuyos ingresos garantiza el Estado, pero si para España y el conjunto de los ciudadanos españoles. Más tiempo tiene un coste y no creo que ni Moscú, ni Teherán, u otros actores similares, especiales amigos de Podemos,  estén deseosos por pagar por España dicho coste.   

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