Las estadísticas
reflejan que si un ciudadano español necesitara contratar a un profesional, a
un cirujano, a un arquitecto, a un abogado o a un simple fontanero, no elegiría a alguien con el perfil que tienen muchos de los actuales diputados del
Congreso. A pesar de ello, muchos ciudadanos les han dado su voto y con ello
poder político. Les han elegido para que influyan sobre el futuro de España y
tomen decisiones sobre temas que afectaran de forma directa o indirecta a sus
vidas. Insólito, ¿La razón? Seguramente se deba a muchas y diversas causas,
entre las que creo que destacan:
desconocimiento de la composición de las listas, manipulación mediática de la
sociedad española, canalización interesada del voto de sectores sociales hacia determinadas
fuerzas políticas, etc.
Como resultado
de las últimas elecciones generales España ha entrado en una situación de crisis
política sin precedentes en lo que llevamos de democracia. Hoy por hoy, a no
ser que haya ya algún pacto que todavía no se ha hecho público, ningún partido
tiene capacidad para formar un Gobierno estable. Pedro Sánchez podría lograr
ser investido presidente pactando con Podemos y logrando el apoyo de otros
partidos políticos minoritarios, algunos de ellos nacionalistas, pero sin el
apoyo de los 40 diputados de Ciudadanos muy probablemente le sería imposible
gobernar, le sería imposible gobernar satisfaciendo muchas de las injustas,
ilegales y antidemocráticas reivindicaciones de grupos como Podemos.
La legislatura, además
de comenzar sin saberse quién va a gobernar, ha comenzado de forma vergonzosa por dos
razones. Primera, el deseo de algunos partidos de intentar formar grupos a los
que no tienen derecho por ley, buscando así poder tener una mayor visibilidad
parlamentaria y mediática, y lo que es lo peor, recibir una mayor cantidad de recursos
públicos por parte del Estado. De igual forma que soy de la opinión de que los
cargos públicos españoles están mal pagados, se les debería de subir el sueldo
a los miembros del Gobierno, diputados, etc., también soy de la opinión de que
se debería modificar el sistema de financiación de los partidos políticos. El
que quiera hacer política que se la pague,
en una democracia no tiene sentido que los partidos políticos reciban
subvenciones del Estado, se deben de financiar de forma privada, a través de
sus militantes, empresas afines, o incluso como Podemos, recibiendo dinero de
entes extranjeros, en este caso del comunismo internacional... Hoy los partidos
políticos españoles se financian de muchas y diferentes formas, algunas
ilegales, la pública es una más, algo que dan a conocer los numerosos casos de corrupción,
la financiación oculta y extranjera de Podemos, recibiendo dinero entre otros
de Irán, etc., y siempre de forma poco
transparente. Lo importante en la financiación
de los partidos políticos es que haya transparencia, que la sociedad conozca de
quien reciben dinero y en que cantidades. Segunda, presentado los partidos políticos iniciativas de ley antes de que se forme Gobierno, algo también sin
precedentes, en muchos casos una simple declaración de intenciones, pues hace
falta un nuevo Gobierno para modificar la Ley de Presupuestos Generales del Estado y según los
expertos de dudosa legalidad. Da la impresión de que PSOE y Podemos, ante la
dificultad de formar Gobierno han optado por el intento de que España sea
gobernada de forma asamblearia, a través de la gran asamblea política que es el
Congreso.
Aquellos que no
hace mucho decían y defendían que el fraccionamiento del mapa político español
no tendría porque ser algo malo para
España, entre los que se encontraban dirigentes políticos, personajes como
Pedro Sánchez y Alberto Garzón, todavía líderes respectivamente del PSOE y de IU, e importantes líderes de opinión, se
equivocaron. España ha entrado en una situación de difícil gobernabilidad, de
crisis política, en la que será muy difícil que se le den soluciones a los
problemas que más afectan a los ciudadanos. Dicen que necesitan más tiempo,
pero como todos sabemos el tiempo es oro. Retrasar la formación de Gobierno, más
tiempo, tendrá un coste para España. La actual situación de España, de
crecimiento del PIB a la vez que la sociedad se empobrece, y se incrementa el déficit
público y la deuda pública, no puede durar mucho. Más tiempo, que algunos político
españoles reivindican sin pensar en las consecuencias, provocara efectos negativos sobre el PIB, el mercado
laboral, y la economía y el país en general, lógicamente, en gran medida España
se parara, el Estado no hará planes de futuro y España perderá representatividad
y fuerza en la esfera internacional. Más tiempo tiene un coste, tal vez no para
las elites políticas, tal vez no para los Sres. diputados y sus fuerzas políticas,
cuyos ingresos garantiza el Estado, pero si para España y el conjunto de los
ciudadanos españoles. Más tiempo tiene un coste y no creo que ni Moscú, ni
Teherán, u otros actores similares, especiales amigos de Podemos, estén deseosos por pagar por España dicho
coste.
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