jueves, 19 de diciembre de 2019

LA UE METE UN GOL EN PROPIA META AL FALLAR EL TJUE A FAVOR DE LOS INDEPENDENTISTAS.

Desde hace ya tiempo, en la gran mayoría de los Estados Miembros de la Unión Europea (UE), las encuestas expresan que  hay una mayoría de ciudadanos que ven en sus instituciones no una solución a sus problemas sino la causa  de muchos de ellos. Ello es algo que queda constatado cada vez que se celebran unas elecciones al Parlamento Europeo. En las ultimas, del 26 de Mayo de 2019,  la participación ha sido del 50,6%, si a ello le restamos el porcentaje de votos  de los conocidos como partidos políticos euroescépticos, la conclusión que se puede extraer es que en un gran número de Estados miembros hay mayor rechazo que aceptación a la actual UE. Que la UE es causa de problemas para los ciudadanos de sus Estados miembros, se ha confirmado otra vez hoy, al dar a conocer el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) su posición acerca de la situación del Oriol Junqueras, eurodiputado electo que no ha podido tomar posesión de su cargo debido a encontrarse en prisión preventiva, hoy ya condenado a 13 años por los delitos de sedición y malversación.

En el momento de las últimas elecciones al Parlamento Europeo (Mayo-2019) Oriol Junqueras, exvicepresidente de la Generalitat de Catalunya, y presidente de Esquerra Republicana de Cataluña, se encontraba en prisión preventiva por hechos relacionado con la convocatoria del Referéndum ilegal de independencia del 1-O y la Declaración Unilateral de Independencia del 27 de Octubre de 2017, a pesar de ello, a pesar de estar en la cárcel por tomar decisiones contrarias a la legalidad contemplada por la Constitución vigente, inexplicablemente se le permitió presentarse a procesos electorales, entre ellos, a las elecciones europeas de Mayo de 2017. Una vez elegido,  la justicia española, como era lógico, no le permitió tomar posesión de su cargo. Según el TJUE, Oriol Junqueras adquirió la  inmunidad propia de un eurodiputado desde el momento en que fue considerado eurodiputado electo, y por tanto,  el Tribunal Supremo debió ponerle en libertad y haber permitido que tomara posesión de su cargo en el Parlamento Europeo.

Independientemente como  pueda afectar a Oriol Junqueras, en la actualidad condenado a 13 años de cárcel por sedición y malversación, el fallo es de enorme transcendencia, por dos razones. Primera, porque reconoce inmunidad parlamentaria a eurodiputados electos, y por tanto, ello puede suponer que la Unión Europea se la conceda al expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont y al exconsejero, Toni Comín, también eurodiputados electos, huidos de la justicia española y refugiados en Bélgica, lo que les permitiría  pasar el ritual de jura de la Constitución en España y tomar posesión de sus cargos de eurodiputados. Es decir, dentro de dos días puede haber en el Parlamento Europeo dos tipos fugados de la justicia española ejerciendo como eurodiputados españoles. Segunda, en  el Tribunal de Justicia de la UE cada estado miembro está representado por un juez que es nombrado por su gobierno, lo que quiere decir, que cuando el TJUE se pronuncia sobre un tema importante, se pronuncia también  la UE. Junqueras está condenado por ser uno de los líderes de un proceso independentista que,  basado en el principio de autodeterminación de los pueblos, decían que tenía como fin convertir a Cataluña en un nuevo estado de Europa. Por tanto, con este fallo, en gran media,  la UE, está aceptando el principio de autodeterminación en territorio de la UE. El mensaje de la UE es claro, anima a los dirigentes de otros  pueblos descontentos con su actual estatus político a que declaren de forma unilateral la independencia, porque  ello no tendrá consecuencias jurídicas ya que les protegerá recurriendo al TJUE. Con este fallo la UE está transmitiendo el mensaje de “Escoceses, irlandeses, vascos, flamencos, corsos, padanios, etc, etc, etc, declarar la independencia, la UE os protegerá”.

El fallo del TJUE, aunque las elites independentistas catalanas lo consideren como una victoria suya, no representa una victoria para nadie, la UE no va a mover un dedo en apoyo de los que reivindican la independencia,  sino una derrota de la Unión Europea debido a un gol que ha metido en propia meta, al defender el TJUE a unos dirigentes políticos que han liderado un proceso independentista en contra de la legalidad vigente de uno de los Estados miembros e incluso de la propia UE, pues en el Tratado de Lisboa no se contempla el derecho de autodeterminación de los pueblos que deseen cambiar de estatus político.  El fallo del Tribunal de Justicia de la UE, puede significar dos cosas. Uno, que realmente desde la UE se está animando a elites políticas de otros territorios europeos a que realicen declaraciones unilaterales de independencia sin temer a las consecuencias. O dos, que el TJUE se ha sumado a la pantomima que desde hace tiempo es el proceso independentista catalán, detrás del cual se percibe la injerencia de las elites monárquicas, y por tanto,  no tardará mucho en emitir otro fallo contrario al actual, negando el derecho de autodeterminación de los pueblos, y  deslegitimando y condenando procesos independentistas similares al puesto en marcha por las elites catalanas. 

Independientemente de cómo evolucione el posicionamiento de la UE respecto al derecho de autodeterminación, está claro que la ampliación de la UE fue un grave error; ahora una nueva generación de políticos y nuevos estados miembros, procedentes de lo conocido como Europa del Este, países en su momento de la órbita soviética,  están quemando el sistema político que surgió de la Segunda Guerra Mundial, con asuntos como este. Parece ser que se han cansado de décadas de paz.  En España, el fallo   ha sido únicamente bien recibido, además de por los partidos políticos independentistas catalanes, por sectores políticos de la izquierda de la órbita de Rusia, como Unidas Podemos. Lo cual lleva a la pregunta de ¿Por qué Rusia tiene tanto interés en este asunto? ¿Ve en ello una forma de desestabilizar España y la UE o hay algo más? El fallo del TJUE, por el momento solamente ha dejado clara una cosa, si ayer la gobernabilidad de España era difícil, hoy todavía lo es más, pues las posiciones del comunismo internacional, representado por Unidas Podemos y de los partidos independentistas, se han radicalizado, hoy se creen con más  poder que ayer para imponer sus reivindicaciones al PSOE.

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