miércoles, 14 de abril de 2021

TRISTE PRESENTE, DESOLADOR FUTURO.

España es hoy un país sumido en un proceso de total degradación, tanto política como económica. Mientras en el Congreso de los Diputados hoy hablan de libertades, de justicia, de principios democráticos,  España es una tiranía en la que se cometen flagrantes violaciones de los derechos humanos, especialmente, recurriendo a una sutil utilización del sistema sanitario. ¿Esperanza? La única esperanza que hay en España es ya la de aquellos afines al Gobierno central y gobiernos autonómicos que están esperando con sus cestas que lleguen los 140.000 millones de euros de la UE, que se tendrán que pagar, de una forma u otra en el futuro. Triste presente, desolador futuro.

Lo que hoy ha dado a conocer el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el denominado “Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia”, es totalmente decepcionante. Se percibe de forma clara que no estará enfocado a reformar el sistema productivo,  apostando por nuevas áreas productivas que se considere que tienen futuro,  sino a distribuir entre la actual económica para compensar las pérdidas causadas por las medidas represivas y de restricción de la actividad económica adoptadas por el Gobierno, enmascarado bajo el fin de una falsa modernización de la económica. Para entendernos, dicho de una forma coloquial, entienden por digitalización que el camarero del chiringuito de playa ya no vaya con el tradicional blog y lápiz, sino con un sofisticado equipo electrónico, y así con todo.

La crisis del covid-19 está sacando a relucir lo peor de las elites dirigentes españolas. No solo está  siendo utilizada como justificación para ejercer represión y encubrir violaciones de los derechos humanos, sino que ahora también quieren utilizar las vacunas para justificar enfermedades que tienen otras causas, principalmente, abusos realizados recurriendo al sistema sanitario. Necesitan levantar el Estado de Alarma, porque, lógicamente, este solo contribuye a hundir la economía, pero quieren poder seguir teniendo un elemento que permita dar cobertura legal a la represión que ejercen contra concretos sectores de la sociedad, por ejemplo, privándolos del derechos a la libre circulación, pudiendo imponerles centro hospitalarios, médico y tratamiento, mientras que su gente se mueve con total liberad. Quieren poder obligar a unos ciudadanos a no poder salir de los límites de su comunidad autónoma o incluso de su ciudad, mientras de los aeropuertos españoles entran y salen ciudadanos desde y hacia el extranjero; quieren tener privados a muchos ciudadanos del derecho a la libertad de circulación mientras las fronteras con Francia están abiertas, entre otras cosas para  que el virus pueda seguir circulando con facilidad; quieren privar a unos ciudadanos del derecho a la movilidad mientras su gente, que se siente segura, se mueve con total libertad. ¿Es esto democracia? No es despotismo, es tiranía, es más franquismo que durante la época de Franco.


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