Las elites dirigentes de la actual Unión Europa (UE) no
dejan de sorprender, con su sutil intención de privar a los ciudadanos de
derechos. Hace tiempo que muchos ciudadanos de Estados miembros ven pisoteados
sus derechos de forma sutil, por ejemplo, en España, donde muchos ciudadanos
son privados del derecho a la justicia, anulándose el Estado de Derecho,
perdiendo en sus actuaciones independencia e imparcialidad el Poder Judicial
español, haciendo que la UE sea todo menos un espacio de seguridad, libertad y
justicia. Ahora ha sido con la implantación del certificado covid. La UE no fue
capaz de aprobar una Constitución Europea, lo cual crearía una ciudadanía europea,
dotando a todos los ciudadanos de los Estados miembros de un documento de
identidad común, pero ahora intenta imponer un documento de identificación común
basado en el certificado covid y archivado en una base de datos que nace como
europea pero de clara tendencia a convertirse en una base de datos de acceso
universal.
La UE ha sido el único ente de naturaleza política que ha
puesto en marcha el certificado covid, por ejemplo, Estados Unidos no ha
impuesto un documento similar para regular la movilidad entre los 52 Estados
que lo forman. Cuando se elaboró el proyecto, los dirigentes de la UE
garantizaron que el certificado covid solo se utilizaría para facilitar la
movilidad entre Estados miembros, pero
era falso, está siendo utilizada para privar a los ciudadanos de derechos; no
solo a los no vacunados del derecho a la libertad de movilidad, sino de todos a
su privacidad. Además, todo apunta que intentan unir las bases de datos de
certificados covid para crear una base de datos de personas, en principio,
europea, en la que dicen que solo existirían datos relacionados con el covid,
pero en la cual sería muy fácil incluir de forma clara o encriptada otro tipo
de datos. Una base de datos europea,
pero con aspiraciones a convertirse en una base de datos de acceso universal, a
la que se podrán unir todos los países que tengan a nivel nacional implantado
el certificado covid. Un certificado covid, cuya principal característica es la
ambigüedad, dejando abierta la puerta de forma sutil a medidas represivas por
parte de las autoridades de los Estados miembros. Por ejemplo, dice “Los
titulares de un certificado COVID digital de la UE válido, en principio, no
deben someterse a pruebas o cuarentena al viajar dentro de la UE”. “En principio”,
cual es interpretado por las autoridades
sanitarias españolas como el derecho a someter a seguimiento a todo contacto
estrecho vacunado, sometiéndolo
a pruebas PCR, etc. No deja de ser curioso que en Reino Unido se haya
optado por algo tan de la UE como el certificado covid. Curiosamente, su primer
ministro, Boris Johnson, que ya ha pasado la enfermedad y ha recibido la pauta
completa de vacunación se ha sometido una cuarentena de diez días después de tener un
contacto estrecho con un contagiado, algo insólito, sin explicación científica,
pues si el no está inmunizado ¿Quién lo está y para qué sirven las vacunas?,
algo realizado para justificar medidas represivas de autoridades sanitarias de
su país.
Invasión del derecho a la privacidad, por ejemplo, en
muchos Estados miembros se quiere legalizar que para realizar determinado tipo
de actividades, como comer en un restaurante o tomar un copa en un pub, etc, uno tenga que identificarse
previamente ante el personal del local con su certificado covid, el cual recogerá
sus datos. Es cierto, que cuando una persona paga con tarjeta bancaria el
personal del local ya accede a su identidad, pero únicamente de la persona que
paga, no de sus acompañantes; y accede a un número muy pequeño de datos, y no a
una base en la que no sabemos qué datos realmente puede haber, teniendo siempre
la opción de elegir poder pagar en efectivo.
La autoridades de la UE dicen que la implantación del
certificado covid ha favorecido la movilidad entre Estados miembros en la
actual situación de epidemia covid, es posible, no sabemos qué hubiera ocurrido
de no existir, seguramente la movilidad, en concreto el turismo, se hubiera
incrementado de igual forma. Lo que sí está claro es que las medidas adoptadas
por la UE han favorecido la propagación de nuevas variantes del virus,
identificado sus orígenes en terceros países, principalmente, Sudáfrica, India
y Brasil. Es decir, el certificado covid sirve para controlar a los ciudadanos
europeos creando un falso clima de seguridad frente al covid, permitiendo que
el virus, constatadas nuevas variantes,
se muevan con total libertad de terceros países hacia Estados miembros
de la UE y entre estos. Es evidente, la epidemia covid está siendo utilizada a
nivel europeo para justificar represión y encubrir violaciones de los derechos
humanos, la única duda, es cuanto más aguantaran los ciudadanos de forma
resignada y pacífica la privación de seguridad, libertad y justicia.
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