jueves, 4 de noviembre de 2021

EL GOBIERNO DEFIENDE LOS PRESUPUESTOS DESDE LA TRIBUNA DE LA MENTIRA.

Hace tiempo que esta constatado, no voy a poner ejemplos, pues son de todos conocidos, como es el caso del 23-F,  que la tribuna del Congreso de los Diputados se ha convertido en la tribuna de la mentira. Desde ella, los oradores emiten, principalmente y mayoritariamente, mentiras. En el Congreso de los Diputados se oyen principalmente mentiras, y las pocas verdades que se emiten es a través de mensajes sutiles, gestos, etc, destinados a escenificar demostraciones de poder y amenazar a los ciudadanos. Por ejemplo, uno se pregunta ¿Qué tendrá que ver con la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado que la ministra de Hacienda, Montero Cuadrado, este obsesionada con apretar el pulgar derecho? Seguramente, ello para algunos ciudadanos signifique mucho, una nueva razón para odiar y no votar a este Gobierno, para otros nada.

El debate sobre los Presupuestos Generales del Estado para el 2021 no podía ser una excepción, los oradores de los diferentes grupos parlamentarios han emitido sobre todo mentiras. Mentiras interesadas,  destinadas a defender propuestas políticas que tienen por fin  defender sus intereses personales. Pues si algo caracteriza la actual política española, es que los partidos políticos han dejado a un lado la ideología para hacer política desde lo personal, para defender sus intereses personales, y así observamos que se dan pactos claros o encubiertos entre actores políticos de ideologías totalmente opuestas. La portavoz del Gobierno, la  ministra Montero, ha mantenido la postura triunfalista que caracteriza al Gobierno de Sánchez desde que llego al poder, y que no rectifico ni siquiera durante el periodo que declaro el Estado de Alarma, paralizando la economía y limitando el derecho a la libertad de movimiento de muchos ciudadanos. Lógicamente, una evidente y constante mentira, la sociedad española nunca ha estado peor desde que se restauró la democracia en el 78. Bueno, excepto para las grandes fortunas españolas que han seguido incrementando su riqueza incluso durante el tiempo de pandemia.  No es que el presidente Sánchez conduzca, con su a aliados comunistas, a España a una situación apocalíptica, como mantiene el principal partido de la oposición, el PP, sino que España ya ha entrado en un contexto postapocalíptico. En un año el Gobierno ha subido la deuda pública de España en un 120%. España necesito un rescate para hacer frente a la quiebra  de las cajas de ahorros y ahora necesita un nuevo rescate, disimulado bajo el concepto NextGenerationEU o Fondos de Recuperación para hacer frente a la pandemia covid-19. Un nuevo rescate de la UE, con el que desde Bruselas, de forma sutil, se quieren generar nuevos compromisos que garanticen  la permanencia en el club de posibles Estados descontentos. Rescate del que todavía  no se conoce la letra pequeña pero ya se sabe que existe, y si no se da a conocer es porque se supone que no va a gustar a amplios sectores de la sociedad española, y seguramente, como suele ocurrir con estas cosas perjudicara sobre todo a los sectores menos favorecidos de la sociedad. España es hoy la Argentina europea, con una economía que sobrevive gracias a rescates exteriores, en el caso de España de la UE.

¿Triunfalismo? Y es que el Gobierno de España ve éxito incluso en su gestión de la política energética. “Recuperación justa”, es el eslogan más utilizado por el Gobierno socialcomunista de Sánchez, pero nadie sabe a qué se refieren ¿Qué tipo de cuentas quieren ajustar? ¿Tal vez, se refieren a ajustar las cuentas de los dirigentes y afines de los partidos  que hoy gobiernan España? Seguramente, entiendan por recuperación justa, lo que se suele llamar repartir los recursos públicos, el dinero  de los Presupuestos y fondo de rescate europeo entre los suyos. Pero volviendo a las mentiras, en el debate han destacado dos. Según muchos expertos en economía los Presupuestos para el 2022 se basan en previsiones erróneas, que no se cumplirán, lo que se traducirá en déficit, y por tanto,  en incremento de la deuda pública. Otra mentira es la obsesión que todos los partidos políticos en considerar las pensiones política social. Y no es así. La pensión es un derecho que adquiere un ciudadano; por ejemplo, un derecho que  un trabajador adquiere al cumplir determinadas condiciones que suelen estar contempladas en su contrato laboral, y que por ejemplo, significa pagar una cantidad al Estado durante su vida laboral, para luego cobrar la pensión. Derecho que otros trabajadores, por ejemplo, los funcionarios adquieren al aprobar una oposición. Ni siquiera las pensiones por viudedad  o enfermedad son caridad de las elites políticas, sino derechos, insisto, que se adquieren al cumplir determinadas condiciones. Si las pensiones no existieran muchos  ciudadanos, como ocurrió en el pasado, se plantearían otro proyecto de vida, por ejemplo, muchos no se harían funcionarios del Estado. Pero los políticos españoles, y en especial la dirigentes de la izquierda, siempre han enfocado las pensiones desde la arrogancia, considerándolas ayudas sociales, caridad, que les dan a los ciudadanos como se las podrían quitar. El ejemplo más claro de ello, lo tenemos en como el Gobierno socialcomunista de Sánchez saco la Seguridad Social del Ministerio de Trabajo, para crear el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, uniendo a pensionistas e inmigrantes, buscando así igualar el derecho a una pensión con las ayudas sociales que reciben inmigrantes recién llegados a España.


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