martes, 12 de julio de 2022

DEBATE DEL ESTADO DE LA NACIÓN, SÁNCHEZ PARTIDARIO DE “A POR TODAS HASTA QUE EL ESTADO QUIEBRE”

En su discurso sobre el estado de la nación el presidente Sánchez  ha manifestado estar contento con su gestión, ha considerado equivocado el diagnostico que hace el principal partido de la oposición, el PP, sobre la situación de la economía, considerándolo  propio de un curandero, calificando  las soluciones que propone equivocadas y ha anunciado continuidad en sus políticas, pues según él están basadas en la opinión de especialistas, de expertos. El presidente Sánchez ha comenzado su discurso con una inyección de optimismo, recordando cómo después de la crisis inflacionista de los 70 vino una época de progreso, desarrollo y transformación de España. Luego, ha calificado la inflación como el principal reto de España. Ha echado valores fuera, sosteniendo  que la situación de España es debida a factores externos, imprevisibles e inevitables. Primero la pandemia provocada por el virus de origen chino, covid-19, luego por la situación creada por la invasión militar rusa de Ucrania. Ha recordado los buenos datos del paro, pero no ha hecho mención que ellos se debe a un elevado gasto público de Gobierno que está provocando un elevado déficit público y, por tanto, un elevadísimo  incremento de la deuda pública.  Sánchez ha repetido en varias ocasiones un nuevo eslogan, "Vamos a ir a por todas", que no está claro que significa ¿Va a ir a por todas él, el Gobierno de España, el PSOE? ¿Quién?



Es cierto que a la crisis de los 70, a la que el Gobierno de Suarez dio como respuesta los conocidos Pactos de la Moncloa, aceptados por la gran mayoría de los partidos políticos y por los sindicatos mayoritarios, Comisiones Obreras y la Unión General de Trabajadores, siguió una época sin precedentes de positiva transformación de España y gran progreso. En gran medida gracias a la entrada de España en la esfera internacional occidental, con su integración en organizaciones como la OTAN y la Comunidad Económica Europea. Es posible que pase lo mismo y a la negativa actual situación continúe otra de elevada prosperidad, pero no parece ser que los expertos consideren que va a ser a corto plazo. El IBEX 35 ha perdido hoy los 8.000 puntos, y sin ser experto  en economía, ello es un indicador de que los expertos no ven el futuro con confianza, sino con desesperanza. En su discurso hoy el presente Sánchez ha reprochado que durante la Segunda Guerra Mundial los aliados no entraran en España  poniendo fin a la dictadura militar del general Franco. Ello me ha parecido una crítica muy desafortunada e injustificada, pues es bien conocido que no solo durante la Segunda Guerra Mundial, sino hasta 1982, la izquierda española estuvo mayoritariamente alineada con la Unión Soviética. Es decir, la alineación de la izquierda española con la Unión Soviética llevo a las democracias occidentales a alinearse con el régimen de Franco. Recordemos como en los primeros años de la transición incluso el PSOE defendió una posición anti OTAN, cambiando a partir de 1982 al ser Felipe González presidente del Gobierno.

Sánchez ha dicho  “la inflación es el gran reto de España”, pero luego no ha propuesto ninguna medida para intentar frenarla y hacerla bajar a su valor idóneo, según el Banco Central Europeo (BCE), del 2%. Todas sus medidas van en la línea de únicamente buscar aliviar el esfuerzo que supone para los ciudadanos el coste de la inflación. Sánchez sigue con su política de “El Estado pagara todo”. Durante la pandemia la aplico para generar en los ciudadanos conformismo, resignación y aceptación frente a sus medidas represivas. Medidas tan injustas como la de impedir a algunos sectores realizar su actividad económica o reducir el derecho a la libertad de circulación de los ciudadanos. Medidas luego todas ellas consideras inconstitucionales y, por tanto,  ilegales por el Tribunal Constitucional. Y el Estado corrió con los gastos que deberían y podían afrontar diferentes actores privados de la economía, empresarios, por ejemplo, que  habían tenido los 5 años anteriores a la pandemia grandes beneficios y ahora los vuelven a tener. Y Ahora la aplica de nuevo para intentar comprar votos. Que la inflación sube, no os preocupéis ciudadanos, no pasa nada, el Estado subvencionara  el transporte, os subvenciono los carburantes, e incluso para que los estudiantes no pierdan poder adquisitivo y puedan seguir tomándose las mismas litronas que antes, a cuenta del Estado el presidente Sánchez les dará una beca extraordinaria de 100 euros. La inflación es algo ya muy estudiado y la puede provocar la escasez, un exceso de demanda o incluso únicamente una elevada avaricia de las elites empresariales, o las tres cosas. Lo que está claro es que si baja el consumo, los precios acaban bajando. Insisto, según la gran mayoría de los expertos en economía, para frenar la inflación hay que reducir el consumo. Subvencionar los carburantes no contribuye a bajar su consumo; darle cheques a los ciudadanos y los becarios para que puedan seguir consumiendo lo mismo que antes, tampoco. Para frenar el consumo el Gobierno debería subir los impuestos y pedir al BCE que incremente los intereses, pero hace todo lo contrario, sigue inyectando dinero público a la economía subvencionando a empresas y particulares, lo que contribuirá a que la inflación siga alta. Y lo más grave es que lo hace a costa de una elevado déficit público, incrementando así la deuda pública, que algún día tocara techo, y a base de fondos europeos, que algún día también se terminaran y parte de ellos habrá que devolver. El presidente Sánchez ha dicho que va a subir los impuestos a las empresas eléctricas y a la banca, pero ¿Alguien se cree que estas grandes empresas no repercutirán luego en los consumidores el incremento de impuestos? .Sánchez va camino de convertir a España en la Argentina europea, dependiente de ayudas exteriores, teniendo que refinanciar una y otra vez su deuda pública, con una economía muy subvencionada y una altísima inflación crónica.

El presidente Sánchez ha reiterado su apoyo a Ucrania, aunque ya no ha concretado en que se materializara. Considera que las sanciones impuestas a Rusia son la mejor forma de hacer que Rusia ponga fin a la invasión de Ucrania sin provocar una escalada bélica. Pero ello entra en clara  contradicción con dos cosas. Primero, durante el mes de junio España ha incrementado la importación de gas ruso, pasando a ser Rusia su segundo proveedor. En su discurso, Sánchez ha dicho no a las térmicas, no a la energía nuclear, apostando únicamente por las renovables como principal fuente de producción de  energía eléctrica, pero ello es una ilusión, pues a medio plazo las renovables ni suministran suficiente energía eléctrica ni lo hacen de una forma continua, dándose periodos en los que la energía eléctrica procedente de las renovables no es suficiente para satisfacer la demanda de electricidad. En segundo lugar, el presidente ha dicho que la industria española seguirá dependiendo de importaciones, repuestos, componentes varios, etc, procedentes de Asia, lo que quiere decir, principalmente de China, como bien es conocido el principal aliado internacional de Rusia. El presidente Sánchez ha dicho que el orden internacional fraccionado en dos bloques,  en comunistas y capitalistas, es cosa del pasado. Que ahora el mundo se divide entre los que no respectan el orden internacional y los que sí. El problema es que quien no respecta el orden internacional es el país  que en el pasado fue el principal miembro de la Unión Soviética, Rusia, y curiosamente, según Sánchez sin ser el Gobierno ruso comunista, este cuenta con el apoyo de todos los partidos comunistas del mundo, incluido con el apoyo de Unidas Podemos, como dejaron patente sus dirigentes en la última cumbre de la OTAN celebrada en Madrid. Sánchez es como es marido que está muy enamorado de su mujer, y aunque hay claras evidencias de que está tiene un amante, él se niega a reconocerlo, se niega a admitir que le es infiel. Sánchez se niega a reconocer que el comunismo, representado por Unidas Podemos, con quien gobierna en colación, apoya al Gobierno ruso, en la invasión de Ucrania o en cualquier decisión futura que este pueda adoptar.

Según Sánchez los ciudadanos españoles debemos estar tranquilos, pues sus decisiones están basadas en los criterios de especialistas. Claro que, esperemos que no sean los especialistas que le recomendaron un confinamiento que luego ha sido declarado inconstitucional y, por tanto, ilegal por el Tribunal Constitucional. Claro que, esperemos que no sean esos especialistas que han recibido recursos públicos para obtener una vacuna contra el covid, de la que Sánchez ya no habla, lo que quiere decir, que la ciencia española por el momento ha fracasado en su  intento de encontrar una solución para el covid. El presidente Sánchez va a por todas, y lógicamente ello es muy preocupante, pues ¿Qué coste supondrá ello para la sociedad española?  Tal vez, en torno a otro 20% de incremento de la deuda pública, que es lo que ha subido desde que gobierna España.


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