lunes, 10 de junio de 2024

ELECCIONES PE-2024: LAS FIERAS EUROESCÉPTICAS SIGUEN INCREMENTANDO SU PODER.

Ayer se celebraron las primeras elecciones al Parlamento Europeo después de la pandemia provocada por el covid-19, y a pesar de toda la propaganda que se había hecho a favor de la gestión realizada por la UE, los ciudadanos europeos no la han valorado positivamente. La participación ha vuelto a caer, siendo en el conjunto de la UE de entorno a un 60%, bajando en España a menos del 50%. Y lo más preocupante, han crecido los denominados partidos euroescépticos, en concreto con ideologías definidas de extrema derecha, que buscan crecer, hacerse más fuertes, demoliendo el proyecto europeo y recuperando poder para los gobiernos de los Estados miembros. Otro dato preocupante es que la socialdemocracia, el histórico socialismo, se ha desmoronado en las dos grandes potencias impulsoras, desde su nacimiento, del proyecto europeo, Francia y Alemania, no llegando a superar el 15% de los votos. Además, los resultados de las elecciones europeas han provocado la convocatoria de elecciones en Francia y Bélgica, debido a la inestabilidad que provoca el crecimiento de partidos de extrema derecha, respectivamente, Agrupación Nacional, en Francia, con el 31,50% de los votos, y Vlaams Belang, con en torno a un 14%.



Hace tiempo que la incapacidad de la UE para resolver problemas internos y su irrelevancia para influir en política exterior dan a entender que, aunque nadie lo quiera certificar, el proyecto europeo ideológico que nació al terminar la Segunda Guerra Mundial está muerto. 

Es cierto que se mantiene el mismo reparto de poder político, y el PPE y los socialdemócratas, con ayuda de liberales y verdes, seguirán controlando las instituciones de la UE, pero, sin duda, la  UE que surge de las elecciones será todavía más irrelevante en política exterior debido al crecimiento de partidos de extrema derecha que de forma clara coquetean con Rusia y sus aliados, a pesar de que estos siguen liderando el conocido como comunismo internacional.  

Sin duda, lo más relevante y preocupante, es la caída de la socialdemocracia, histórico principal defensor del proyecto europeo desde sector de la izquierda politica. Ello se debe principalmente a dos factores. Primero, su acercamiento a la orbita rusa, que se traduce en defensa de políticas propias de partidos de ideología comunista. Y dos, su política migratoria; una política migratoria favorable a la entrada de inmigración procedente del sur del mediterráneo, que incrementa una islamización de la UE que los ciudadanos europeos mayoritariamente rechazan y  consideran que perjudica sus intereses . Dos posicionamientos que de forma clara la extrema derecha ha aprovechado para, oponiéndose, crecer en votos. Siendo llamativo que Agrupación Nacional se haya convertido en la principal fuerza política francesa con un discurso basado principalmente en el rechazo a la inmigración y focalizar la atención en los  problemas de inseguridad que está genera.

A pesar de que España no participo en la creación del actual proyecto europeo, por razones obvias, en España gobernaba una dictadura militar rechazada y aislada  por las principales democracias europeas, la sociedad española sigue siendo mayoritariamente europeísta, logrando los dos principales partidos de dimensión nacional, PP y PSOE, más del 60% de los votos. Es evidente, los ciudadanos españoles son conscientes de lo mucho que mejoran sus vidas gracias a los recursos que llegan de la UE. Lo que, unido a casi cuarenta años de dictadura militar, impide que la extrema derecha crezca al mismo rito que en otros estados de la UE, como Italia, Francia o Alemania, en los que la extrema derecha fue derrotada al acabar la Segunda Guerra Mundial.

Está claro, las fieras ideológicas que tanto daño causaron durante la primera mitad del pasado siglo, Nazismo alemán y Fascismo italiano, provocando la dramática Segunda Guerra Mundial, vuelven a resurgir en Europa con fuerza. Partidos, como Agrupación Nacional, Alternativa para Alemania, Vox, SALF, etc, etc, etc, que consideran la democracia el gobierno de los débiles y son partidarios de la violencia como principal instrumento para acceder el poder político, recuperan poder en Europa ante el silencio y la caída de los partidos que dieron vida al Tratado de Roma en 1957, creándose la Comunidad Económica Europea, origen de la actual UE, buscando erosionar la Europa política e ideológica que surgió al terminar la Segunda Guerra Mundial, desde dentro, desde la instituciones de la UE.


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