lunes, 28 de julio de 2025

SÁNCHEZ CUMPLIENDO, CON CORRUPTOS, CON ACOSADORES SEXUALES Y CON ENEMIGOS.

 

Como suele ser frecuente, al realizar hoy  el balance del curso político del Gobierno, el presidente Sánchez ha fijado la atención en lo positivo, atribuyéndose éxitos de la economía española, pero, a pesar de que ya gobierna desde hace más de siete años, no se considera  el responsable de los principales problemas de la sociedad española.  Al escuchar el enorme número de datos positivos que ha enumerado, seguramente, muchos españoles han pensado, que mala suerte, a mi no me ha beneficiado ninguno de esos datos. A pesar de su  exagerado optimismo, que se resume en un todo está mejorando, Sánchez es consciente de  que muchos españoles le responsabilizan de sus problemas, de ser el principal causante de ellos o de no haber aprobado medidas para solucionarlos, y ha dicho que pase lo que pase no va a adelantar las elecciones, que va a agotar los cuatro años que le permite la ley.  

 

Sánchez considera que gracias a la gestión de su Gobierno progresista, de coalición del PSOE y los comunistas, Sumar, la economía española está teniendo un notable crecimiento y el paro disminuye, creciendo los contratos indefinidos. Pero son muchos los expertos en economía, que consideran que esos dos buenos datos no son debidos a las políticas del Gobierno de España, sino a dos claros factores. Uno, a España  está llegando un enorme volumen de turismo, principalmente, porque su poder adquisitivo les permite hacer en España más cosas que en sus países de origen, debido a un coste de la vida más bajo. Dos, España es el segundo Estado miembro de la UE que recibe más fondos NextGen. ¿Balance positivo? Cada uno habla de la feria como le va en ella, muchos datos positivos tienen también su cara negativa. Por ejemplo, han subido salarios y pensiones, pero el incremento del coste de la vida ha sido  mucho mayor. Sánchez considera el elevado coste de la vivienda, tanto de compra como de alquiler, uno de los principales problemas de muchos ciudadanos españoles, pero no se considera responsable de ello, a pesar de que es evidente de que el Gobierno no solo no ha fomentado la construcción de vivienda nueva sino que ha legislado para dificultarlo.

 

El presidente Sánchez es un mentiroso patológico, y, por lo tanto, en sus discursos siempre existe alguna mentira que sobresale con diferencia de las demás. En este caso ha sido la de afirmar que la cohesión  territorial está mejorando, cuando es conocido que va a intentar dar a las elites dirigentes catalanas un nuevo sistema de financiación autonomía, permitiéndoles gestionar todos los impuestos y entregar al Estado lo que consideren justo, que si algo va a hacer es contribuir a romper la cohesión territorial. Hoy también se ha dado a conocer el Sánchez manipulador. Sánchez dice que la solución al pacto cerrado por la UE con Estados Unidos, de unos aranceles a al exportaciones a ese país de un 15%, está en un tratado de libre comercio con los países que integran el Mercosur, a pesar de que sabe que  su mercado no puede  absorber los caros productos que se venden en el mercado americano. Sánchez considera que hay una enorme incertidumbre de cómo va a evolucionar  la economía internacional, algo evidente, pero vaticina que el próximo semestre la economía va a avanzar más ¿A qué se referirá el presidente de la Internacional Socialista, Pedro Sánchez? Tal vez, a que el próximo semestre la economía española va a seguir recibiendo   fondos NextGen o  a que su entorno va a seguir enriqueciéndose gracias a que la justicia todavía no ha desactivado por completo la trama organizada por los dos últimos secretarios de organización del PSOE o, acaso, a que los prostíbulos de los que según el líder de la oposición, Núñez Feijóo, se benefició van bien.

 

¿Cumpliendo? El problema, según parece, es que Sánchez cumple con quien  no debe, favoreciendo casos de corrupción política en las instituciones, Cerdán, Koldo, Ábalos y lo que seguramente vendrá, tolerando casos de acoso sexual en el partido, como los recientemente conocidos de Francisco Salazar,  y favoreciendo el espionaje de países  que se consideran una amenaza a la seguridad y estabilidad de los socios de la OTAN. La peor situación que puede sufrir una democracia es la falta de alternancia, es decir, por ejemplo, cuando los ciudadanos perciben que frente a un Gobierno malo, de forma clara, la única opción es uno peor. Es lo que pasa en España. Frente a un presidente Sánchez que desea situar a España en la orbita de Rusia, China y sus aliados, con varios exmiembros de su Gobierno acusados de corrupción política, la alternativa que se ofrece es un Gobierno de coalición del PP, no ajeno a casos de corrupción, con Vox, un partido que es el heredero ideológico en España de aquellos que provocaron la Segunda Guerra Mundial, nazismo alemán y fascismo italiano. La alternativa es mala, lo da a conocer de forma clara que un ex ministro de Hacienda con el  PP, Cristóbal Montoro, comerciara con el contenido del BOE, con la aprobación de leyes, pero que se vaya cuando antes Sánchez es imprescindible para que se produzca el necesario y adecuado relevo generacional en la política española y, en concreto, al frente del PSOE.  

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