La dirigente de Unión, Progreso y Democracia, diputada nacional
durante la X Legislatura, y candidata a liderar dicho partido en las primarias
del 2015, primarias que gano Andrés Herzog, ha dejado su partido para integrar
la lista del PSOE a las próximas elecciones generales que tendrán lugar el 20
de Diciembre. Su jugada no ha gustado ni en su antiguo partido UPyD, ni en el
PSOE. Sus antiguos compañeros de partido la han calificado de trepa y
ambiciosa. Y muchos dirigentes del PSOE le reprochan los duros ataques que dirigió
a su partido durante toda la Legislatura, entre otras cosas calificándolo de
partido corrupto, y oponiéndose a pactos
entre UPyD y el PSOE.
Personalmente la decisión de Lozano no me sorprende. Por
dos razones. Primera, porque desde hace tiempo pienso que la fragmentación que
se ha producido en los últimos años en el mapa político español no obedece a
razones ideológicas sino a la defensa de intereses concretos de sectores de las
elites dirigentes españolas. En segundo lugar, porque vivimos en una sociedad
de débiles valores y desideologizada en
la que cosas como esta, algo que debería considerarse una traición y deslealtad
de Lozano no solo hacia sus compañeros de UPyD, sino también hacia sus
votantes, se disculpan, no dándole importancia a que en la anterior Legislatura
Lozano tuviera un discurso y a partir de ahora vaya a tener en muchos temas, uno
contrario.
UPyD obtuvo 5 diputados nacionales en las elecciones
generales del 2011. Ahora dicho partido se encuentra en una situación de enorme
debilidad, hasta el punto que las encuestas vaticinan que no obtendrá ningún diputado
en las próximas elecciones del 20 de Diciembre. Una de las principales
responsables de la debilidad de UPyD es sin lugar a dudas Lozano, la cual
contribuyo a generar división dentro del partido, de forma pública, cuestionando
el liderazgo de su presidenta, Rosa Díez,
y proponiendo que dicho partido se uniera a Ciudadanos, algo a lo que se oponía
Rosa Díez. La caída de UPyD no es de extrañar, pues UPyD era Rosa Díez, y a
medida que otros dirigentes comenzaron a cuestionar su liderazgo, el partido comenzó
a perder apoyos.
Irene Lozano, consciente de que es muy difícil que presentándose
por UPyD pueda obtener en las próximas elecciones generales los votos
necesarios para ser diputada, ha optado por ser la numero 4 de la lista del
PSOE por Madrid, una apuesta casi segura, pues es muy difícil, aunque no
imposible, que el PSOE no llegue a sacar cuatro diputados por Madrid. Irene
Lozano es una listilla, hipócrita, sin ideología,
que ha decidió asegurarse ser diputada en las próximas elecciones generales
entrando a formar parte de una lista del PSOE, pero eso no es lo importante, lo
importante, en mi opinión, es saber por qué el secretario general del PSOE,
Pedro Sánchez, la ha colocado de numero 4 por la lista de Madrid, desplazando e
ignorando a otros candidatos, antiguos militantes del PSOE.
Ni Irene Lozano, ni Zaida Cantera, ex comandante del Ejército
a la que le dieron la baja porque decía que sufría acoso sexual, han sobresalido hasta ahora en política, a
pesar de ello Pedro Sánchez las ha
colocado, respectivamente, de cuarta y
sexta en la lista por Madrid, dándoles la
opción de llegar a ser diputadas en la próxima legislatura ¿Por qué? ¿Qué cree
Pedro Sánchez que mueven? ¿El apoyo de que sectores sociales, que votos? o ¿Las ha elegido simplemente por simpatía? No lo sé, lo
que está claro es que el sistema electoral español, con listas cerradas y
bloqueadas, y circunscripción electoral provincial para las elecciones
generales, impide que los votantes
puedan elegir personas, pudiendo elegir únicamente entre diferentes opciones políticas.
Si a ello unimos el hecho de que los partidos políticos carecen de democracia
interna, es evidente que la democracia española es muy imperfecta, pues es una
pequeña elite de la sociedad, con poder sobre los partidos políticos, la que
decide que personas deben entrar a formar parte de la principal institución de
la democracia española, el Congreso de los Diputados, anulando así en gran
medida la voluntad popular, pues por ejemplo, si Irene Lozano o la ex la
comandante Zaida Cantera, se presentaran
de forma individual o juntas en un nuevo partido, seguramente no obtendrían los
votos necesarios para ser diputadas, pero en cambio gracias el dedo del
secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, seguramente si lo lleguen a ser. Surgiendo
así la pregunta de ¿En función a que confeccionan los partidos políticos españoles
sus listas? ¿En función a currículum, méritos, lealtad, simpatía? ¿En función al
apoyo social con el que cuentan, o incluso únicamente en función a un “Oye colócame
a esta o este que ya te lo agradeceré”?
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