A pesar de que cuando murió el general Franco era todavía un
niño, recuerdo, gracias a los medios de comunicación de la época, entonces también
existían, que en el 74 la gran mayoría de las elites
dirigentes españolas eran afines al régimen. Las diferentes familias que las componían,
de una u otra forma, con mayor o menor discreción,
participaban del juego de lo que denominaban democracia orgánica. Cuando la dictadura
militar organizaba un acto, el apoyo social siempre era masivo. De repente en el 78 ya eran muy pocos los que
declaraban públicamente haber tenido relación con la dictadura, y en el 82 casi
no quedaba nadie. Lo recuerdo, no con sentido crítico, todo lo contrario, me pareció
un proceso lógico. Las elites económicas, intelectuales, etc., españolas se habían
adatado a la dictadura y con la transición evolucionaron para adaptarse a los
nuevos tiempos democráticos, sin cuya adaptación ahora tampoco podrían participar
en el juego político. Todo esto viene a colación, lo recuerdo, porque en este momento en la sociedad española
se está produciendo un proceso de olvido y adaptación muy parecido.
Estamos conociendo que numerosos e importantes dirigentes políticos
se apoyaron en sus partidos para enriquecerse, cobrando comisiones, blanqueando
dinero de diferentes procedencias, incluso proveniente del crimen organizado
internacional. Estos dirigentes políticos, hoy demostrado que eran unos
corruptos, recibían todo tipo de elogios y apoyos sociales, incluso de los
medios de comunicación que hoy denuncian su comportamiento y les critican. Según
información policial, el clan Pujol en Cataluña, el clan González en la
comunidad de Madrid, y el clan de los socialistas en Andalucía, por citar tres
casos, se enriquecieron y delinquieron durante años, sus miembros vivían gastando, comprando bienes, muy por encima de sus posibilidades, pero
nadie se preguntaba ¿De dónde saca pa tanto? A pesar de que queda claro que era
imposible que sus operaciones criminales
se pudieran producir sin contar con una alta complicidad en los entornos en los
que se movían, de todo tipo, desde la puramente policial, de compañeros de
partido, pasando por la periodística,
hasta llegar a funcionarios de más bajo rango de la Administración. Extraño,
muy extraño.
Algo que también me parece extraño, hasta el punto de
preocuparme y mucho, es que los medios
de comunicación estén teniendo acceso de forma continua a información sobre
casos de corrupción. Y me preocupa por dos
razones. Primera, me pregunto ¿Debido a que y con qué intencionalidad se están permitiendo
filtraciones desde organismos policiales y judiciales? Cualquiera que conozca mínimamente
como funciona la Administración española sabe que: Uno, no es fácil que se
produzcan este tipo de filtraciones y dos, un funcionario, por muy alto que sea su nivel,
no arriesga su
carrera por nada, no incumple la legalidad a la que está sometido únicamente para
facilitar el trabajo periodístico a un determinado medio. Segunda, las personas
de las que estamos hablando no son aficionados que un día deciden robar un
banco, sino individuos que han
delinquido de forma reiterada a lo largo de mucho tiempo y que por su rol
social, altos dirigentes políticos, cuentan con excelentes asesores y expertos
en todo tipo de temas, también en contraespionaje policial. Una persona así,
acostumbrada a delinquir, toma todo tipo de precauciones. Lo primero que
siempre tiene en mente es la sospecha de
que le puedan estar pinchándole el teléfono, o de que le puedan estar grabando en su despacho o
domicilio, o incluso de que le pueda querer grabar alguien con quien está
hablando. Todo indica, que los
implicados en los casos de corrupción política que estamos conociendo no
tomaban dichas precauciones, ¿Por qué? ¿Exceso de confianza, habilidad
policial, o hay algo más? Y si hay algo más, como, en mi opinión, todo apunta a ello ¿Qué? ¿Se está queriendo
quemar los antiguos partidos para que suban los emergentes, por ejemplo, los
comunistas de Podemos a nivel nacional, por ejemplo, los comunistas del nuevo
partido de Ada Colau, Comuns, a nivel autonómico? O incluso algo peor ¿Se está
intentando desestabilizar políticamente España con algún tipo de fin? Por ejemplo,
para intentar fortalecer y legitimar un determinado rol de la Casa Real en la
sociedad española. No hay datos objetivos para afirmar una cosa u otra, pero es
innegable que tanta incompetencia de personas a las que se les suponía un
cierto nivel de preparación, tanta confianza, tanta habilidad policial, tantos
errores continuos, es algo muy poco probable.
También me parece
extraño, que de repente en el país se haya incrementado de forma vertiginosa la actuación judicial y policial. Es cierto
que las nuevas tecnologías han aportado a la Policía nuevos y eficaces instrumentos
para obtener pruebas, también es cierto que cuando caen los propios hay
tendencia a atacar a los enemigos o simples adversarios, también ,da la impresión,
de que se está utilizando al táctica del calamar para justificar el
comportamiento de dirigentes políticos bajo el paraguas de que lo que hacían era
algo generalizado, que hacían todos, y por tanto no han faltado a su honor ni a
su palabra. Aun así, a mi parecer, están saliendo a la luz y a la vez demasiados
casos de corrupción, y se observa una cierta coordinación de las actuaciones
judiciales y policiales, en función de un determinado oportunismo, buscando
crear una determinada música ambiental, cuyo fin no está claro. Un ejemplo
reciente. La familia Pujol, todos sus miembros, esta investigada por la justicia española, de
memoria, como mínimo desde el 2014. Pero hasta hace unos días no se había mandado
detener a ninguno de sus miembros, ni se había procedido a registros
importantes de sus viviendas, en concreto del expresidente de la Generalitat,
Jordi Pujol. Pero en los últimos días, el juez de la Mata de la Audiencia
Nacional, ha ordenado el ingreso en prisión preventiva Jordi Pujol hijo, el
primogenito, y el registro del despacho y la vivienda del expresidente. ¿Por
qué todo ello ahora? ¿Por qué como están difundiendo los medios de comunicación
se permitió que Jordi Pujol hijo siguiera moviendo dinero supuesta y muy probablemente
de procedencia ilegal, durante años, estando imputado? Es muy ingenuo e
infantil pensar que una persona que está imputada puede seguir guardando en su
domicilio y despacho pruebas incriminatorias, entonces ¿Por qué el juez ordena
ahora registros que no ordeno antes? En ocasiones, no digo que aquí, las respuestas están en las relaciones que
existen entre las cosas. La nueva forma de actuar de la Audiencia Nacional,
curiosamente, coincide con el final del juicio por el caso Nóos. Juicio, en el
que también curiosamente, el abogado defensor de la Cristina de Borbón era el
despacho de Miguel Roca, exdirigente político
de Convergencia Democrática de Cataluña, el partido del expresidente Pujol. Extraño
¿No?