El caso de amaños de partidos
en el futbol italiano, descubiertos durante los años 2011y 2012; el caso de corrupción
en la Federación Internacional de Futbol Asociada (FIFA), destapado por el FBI
en el 2015; la detención del expresidente de la Federación Española de Futbol, Ángel
María Villa y su hijo Gorka, en la operación Soul; la detención del
expresidente del Barcelona, Sandro Rosell, en prisión a espera de juicio, por el
cobro de comisiones y blanqueo de capitales, para el que el Fiscal pide 11 años
de cárcel; numerosos jugadores millonarios que defraudan a Hacienda, como ha
sido el caso de dos de las estrellas mundiales, Messi
y Ronaldo,
son algunos de los casos que evidencian que el futbol hace mucho que dejó de ser únicamente deporte para
convertirse en un espectáculo de masas, en un negocio tan lucrativo como
podrido. El futbol es una actividad empresarial en el que tienen lugar
numerosas actividades corruptas, cuando no también criminales. No solo eso,
sino que gracias a las estrechas relaciones que existen en todos los países y a nivel internacional, entre el Futbol y la política, dichas actividades
corruptas son realizadas en numerosas ocasiones contando durante años con
el beneplácito de las autoridades y por tanto sin ser investigadas.
La Liga de Futbol Profesional,
cuyo presidente es Javier
Tebas, ha cerrado un acuerdo con una
multinacional de Miami, Revelent, para que encuentros de la liga nacional de
futbol se jueguen en los Estados Unidos. Concretamente, El
Barcelona, el Girona y LaLiga han solicitado a la Real Federación Española de Fútbol (RFEF)
la autorización para disputar en Estados Unidos su duelo de la jornada 21,
quieren jugar en Miami el próximo 17 de Enero.
En la Federación Española de
Futbol, de la que depende la Liga de Futbol Profesional, ha habido relevo. Luis Rubiales ha sustituido a Villar, pero las
actividades oscuras siguen revoloteando en el ambiente, sin que nadie las
investigue, sin que las autoridades españolas, en concreto el Gobierno de España,
se pregunte por qué este interés porque partidos de la liga nacional de Futbol
se vayan a jugar en un país extranjero, en concreto en Miami. Revelent es una
multinacional propiedad del magnate, de origen judío, Stephen Ross. Stephen
Ross es un millonario empresario de origen judío, resalto lo de judío, porque futbol y política están
muy relacionados, y por tanto es imposible analizar este asunto sin tener en
cuenta que el expresidente Aznar puso al frente de Caja Madrid al ya fallecido
Miguel Blesa, y este siendo presidente de dicha entidad, que luego quebraría, compro
el banco City National Bank of Florida en el 2008, operación que muchos
expertos, aunque no la justicia española, consideraron que había sido
sobrevalorada, pagando Caja Madrid en torno al doble de su valor de mercado. Para
Revelent organizar en Estados Unidos un encuentro de la liga de futbol
española, a pesar de la baja afición de los americanos al futbol, puede ser un negocio, pero el
asunto es extraño, como extraño e ilógica es la obsesión de las elites del futbol
español porque dicho encuentro se realice en Miami. Para conocer realmente que
motiva a Revelent habría que conocer en profundidad las relaciones entre las
elites de Miami, y así saber si Ross tiene vínculos con los antiguos
propietarios del City National Bank of Florida. Si en unas elecciones generales los candidatos
de los diferentes partidos decidieran realizar un debate en una ciudad
americana en vez de en Madrid, porque así los organizadores podrían obtener
mayores beneficios publicitarios, se consideraría un absurdo, como absurdo es
que dos equipos españoles vayan a jugar un encuentro de la liga nacional a una
ciudad americana. Sin conocer que realmente motiva a Ross, todo da a entender, que detrás del acuerdo
entre la Liga de Futbol Profesional y
Revelent, se esconden no solo espurios intereses sino también ocultas
intenciones, intereses e intenciones, lógicamente, no ajenos a la política española.
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