En menos de 6 años, en la política
española se han producido dos negativos puntos de inflexión, fraccionándose y radicalizándose
de forma preocupante el mapa político. Pasando España a ser un país de difícil gobernabilidad
democrática. Los actores que provocaron dichos puntos de inflexión no son otros
que Podemos y Vox, con su entrada en la vida política española, respectivamente,
en el 2014 y el 2018. Ciudadanos, el partido de Albert Rivera, moviéndose ideológicamente
entre el PP y el PSOE, definiéndose como un partido constitucionalista,
aceptando las reglas de juego y las formas
que se instauraron con la restauración de
la democracia, aunque surgió en la misma época, ha tenido un impacto mucho menor sobre la vida
política española.
Podemos entro en la vida política
española con las elecciones al Parlamento Europeo del 2014, dándose a conocer
como el partido que representaba el
Movimiento del 15-M, que había surgido en mayo de 2011. El 15-M constituyo una operación
de manipulación política destinada a lanzar un partido de ideología comunista,
un satélite del comunismo internacional en España, aprovechándose de la situación
de crisis económica que entonces vivía el país. No fue espontaneo, como se difundió
a través de los medios de comunicación, sino que estuvo liderado por los que hoy
son los dirigentes de Podemos. Personas que no tenían razón para estar
indignados, disgustados, con lo que denominaban
y denominan el régimen del 78. El régimen del 78 había sido muy generoso con la
gran mayoría de los que participaron en las manifestaciones del 15-M, y sobre
todo con sus líderes. Gracias al régimen del 78 habían recibido becas para estudiar,
habían cursado estudios universitarios y
sus familias disfrutaron de viviendas de protección oficial. Muchos de ellos
incluso pertenecían a familias de las elites políticas del momento, como fue el
caso del dirigente de Podemos y actual senador Ramón Espinar, que pertenecía a una
familia de la elite política madrileña. Pero,
Podemos ha sido sobre todo el partido que devolvió a las calles españolas la
violencia como forma de reivindicación y presión política. Escraches, y
manifestaciones muy violentas, como las Marchas por la Dignidad tuvieron su
premio, hoy los dirigentes de Podemos se sientan en las instituciones del
Estado, desde
las que se enriquecen y ejercen poder. Desde que Podemos se ha sentado en
las instituciones curiosamente la violencia reivindicativa de sectores de
extrema izquierda ha disminuido, aunque nada importante ha cambiado a nivel social, político y laboral en España, es lo que tiene el dinero.
El nacimiento y crecimiento de
Vox, ha sido muy distinto. Vox es una clara escisión del PP, del que provienen
la gran mayoría de sus dirigentes. La crisis catalana y la entrada en la política
española de un satélite del comunismo internacional, Podemos, que ha recurrido
a la violencia como instrumento político, ha servido de justificación y
argumento para que sectores de la sociedad española se atrevan a crear y
defender un partido, de extrema derecha,
que es heredero ideológico de las ideologías,
Nacismo y Fascismo, que provocaron la IIGM. Podemos, logro crecer gracias a una
campaña mediática de propaganda basada en la ocultación. Ocultación de su ideología, de su financiación, del perfil
de sus dirigentes, y sobre todo, de que era la representación del comunismo
internacional en España. En poco tiempo, Podemos se hizo con el total control
de Izquierda Unida, donde estaba integrado hasta entonces el comunismo español.
Curiosamente, campaña mediática apoyada por medios de comunicación con
importantes vínculos con sectores monárquicos españoles, afines al PP, y con la Conferencia Episcopal, como son los
que controla el Grupo Planeta. Con Vox ha sido muy distinto, su apoyo mediático
ha estado destinado a blanquear su ideología. Situado en la extrema derecha
heredera ideológica de aquellos que provocaron la IIGM, como lo son partidos
europeos como Alternativa para Alemania, la Liga Norte, Agrupación Nacional,
etc, se le busca vincular con el presidente Trump, el presidente de la
principal democracia del mundo. Yo no sé si Trump, es fascista o algo similar,
es decir, partidario de la utilización de
la violencia como instrumento para acceder al poder político, pero estoy seguro
de que si lo es su imperio familiar caerá y él, muy probablemente, acabe en la cárcel.
También es muy curioso, que Vox este recibiendo apoyo mediático de los mismos
que en su momento apoyaron a Podemos, y sobre todo de medios afines al PP.
Entre Podemos y Vox, entre la
voz de los herederos de las ideológicas que provocaron la IIGM, Nacismo y
Fascismo, y la representación en España del comunismo internacional, hay
importantes similitudes. Como bien es sabido, tanto los comunistas como la
extrema derecha, consideran la democracia el gobierno de los débiles, siendo
ambos partidarios de la violencia como instrumento para acceder al poder político.
Unos, para logar el sueño de Marx, otros para logar que su elevado estatus
social tenga similar nivel en la política. Y ambos, también han tenido extrañas
fuentes de financiación, principalmente, a través de actores extranjeros. Entre
otros, esta constatado que tanto Podemos como Vox han recibido dinero de grupos
iraníes. El gran sueño de los radicalismos políticos, de los pensamientos políticos
que en el pasado siglo crearon regímenes
totalitarios, ha sido históricamente unirse para oprimir a la gran masa
moderada, recordemos el conocido pacto Molotov-Ribbentrop, y
crear gobiernos sustentados en la violencia política. En Italia, ya lo han
logrado con un Gobierno de coalición entre la Liga Norte y el Movimiento 5
Estrellas, y todo indica, que en España se evoluciona por similar camino.
El mundo sigue avanzando
gracias al desarrollo tecnológico, pero las dinámicas políticas siguen siendo
las de siempre. Podemos, el comunismo, se sigue alimentando del hambre, de lo
que la provoca: la pobreza, la desigualdad, la injusticia social. La extrema
derecha, cuya voz en España es hoy Vox, se vuelve alimentar de lo mismo que lo
hizo en el pasado, del conflicto y la inseguridad. Vox ha surgido como la solución
frente a la crisis catalana, los
escraches dirigidos desde Podemos, y la inseguridad y conflictividad social
provocada por una entrada masiva y descontrolada de inmigración. Claro que Vox todavía
no ha dicho cuáles son sus propuestas para los sectores de inmigración que su
partido apoya, tal vez, crear un ente similar al Ejército de África.
No hay comentarios:
Publicar un comentario