viernes, 14 de junio de 2019

ESPAÑA: UNA DEMOCRACIA GOBERNADA POR LA INDECENCIA.


El fraccionamiento del mapa político representa el primer síntoma de que las elites dirigentes españolas no aceptan  los principios democráticos. El fraccionamiento del mapa político español no obedece a razones ideológicas sino a intereses personales de dirigentes que debido a procesos democráticos internos han sido desplazados a un segundo plano, y en consecuencia han decidido crear un partido político propio, cayendo luego en el absurdo de buscar pactar  con el partido del que se habían ido. En contra de lo que pueda parecer, en España no se han radicalizado las ideologías sino que los partidos políticos se han desideologizado. Gobernar se ha asemejado a gestionar una empresa; los políticos buscan gobernar para obtener los máximos beneficios económicos, para ellos y los suyos, a corto plazo, pues a largo puede ser que les desplace un compañero de partido; sin tener en cuenta para nada el interés general y cerrando para ello acuerdos incluso contradictorios.  Las elites políticas han convertido a España en una democracia indecente, en el sentido de que lo prioritario es la obtención de beneficios económicos para aquellos que gobiernan y no la solución de los problemas del país.

Vox, partido que representa en España a los herederos ideológicos de aquellos que provocaron la Segunda Guerra Mundial, Nazismo y Racismo,  siempre ha existido, la gran mayoría de sus dirigentes hacían política desde dentro del Partido Popular o no podían dedicarse a la política por ser altos mandos de las Fuerzas Armadas. Vox es una clara escisión del PP. Y su primera decisión política importante ha sido pactar con el partido del que formaban parte para que así el PP se hiciera con el Gobierno autonómico de Andalucía. Antes los dirigentes de Vox negociaban sus reivindicaciones directamente en Génova, desde dentro del PP, ahora las tiene que negociar también con Ciudadanos. Por el momento, los dirigentes de Vox, lo único que han conseguido desde fuera del PP es recibir financiación de grupos iraníes, algo que desde su antiguo partido no hubieran podido hacer. Lo de Ciudadanos todavía es más absurdo. Ciudadanos es el coche escoba de la política española, en torno al 70% de sus dirigentes provienen del PP o del PSOE. Exdirigentes socialdemócratas y populares, algunos de ellos durante años acérrimos adversarios políticos, han pasado a entenderse en el seno de Ciudadanos únicamente motivados y unidos por sus ambiciones políticas. ¿Qué ideología puede tener realmente Ciudadanos? Ninguna, únicamente buscan los beneficios económicos que se derivan del poder político.    

Lo de Podemos, partido que curiosamente también ha recibido financiación iraní,  todavía es más descarado. Podemos, la representación del comunismo internacional en España, ha crecido gracias al apoyo de sectores de la derecha española afines al PP. Entre ellos, el más llamativo es el apoyo mediático que le ha dado y le sigue dando el Grupo Planeta; un grupo de comunicación español que se autodefine como monárquico y que tiene claros y fuertes vínculos con la Conferencia Episcopal Española. Tal vez, por eso uno de sus principales dirigentes es el general Julio Rodríguez, ex JEMAD. Poco originales los militares españoles, pues hasta para entrar en política han recurrido a la táctica militar. Primero, buscaron su aceptación mediática en la política mandando de vanguardia a un general del Ejercito del Aire con un nuevo partido de ideología comunista, con los chicos de las mochilas,  y ahora han entrado con el grueso de la fuerza, creando para tal fin Vox. Podemos, los chicos de las mochilas, los chicos del 15M, ha pasado de decir no nos representan a querer formar gobierno con uno de esos partidos que no les representaban, el PSOE. Lógicamente, solo les motiva obtener beneficios económicos para los suyos.

Hace dos días, los dirigentes del PSOE, su representación en Cataluña, el PSC, decían que Ada Colau había sido una de las peores alcaldesas de Barcelona, hoy dicen que están a favor de una coalición de Podemos y PSOE para gobernar, haciendo así de nuevo alcaldesa a Colau. No quieren a Ernest Maragall, exdirigente socialista y actual miembro de ERC, como alcalde de Barcelona, dicen que por ser independentista, pero en el Congreso de los Diputados el presidente Sánchez busca  el apoyo de ERC para gobernar España. Parafraseando al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, una política verdaderamente indecente.  

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