El fraccionamiento del mapa político
representa el primer síntoma de que las elites dirigentes españolas no aceptan los principios democráticos. El
fraccionamiento del mapa político español no obedece a razones ideológicas sino
a intereses personales de dirigentes que debido a procesos democráticos internos
han sido desplazados a un segundo plano, y en consecuencia han decidido crear
un partido político propio, cayendo luego en el absurdo de buscar pactar con el partido del que se habían ido. En
contra de lo que pueda parecer, en España no se han radicalizado las ideologías
sino que los partidos políticos se han desideologizado. Gobernar se ha asemejado
a gestionar una empresa; los políticos buscan gobernar para obtener los máximos
beneficios económicos, para ellos y los suyos, a corto plazo, pues a largo
puede ser que les desplace un compañero de partido; sin tener en cuenta para
nada el interés general y cerrando para ello acuerdos incluso contradictorios. Las elites políticas han convertido a España
en una democracia indecente, en el sentido de que lo prioritario es la obtención
de beneficios económicos para aquellos que gobiernan y no la solución de los
problemas del país.
Vox, partido que representa en
España a los herederos ideológicos de aquellos que provocaron la Segunda Guerra
Mundial, Nazismo y Racismo, siempre ha
existido, la gran mayoría de sus dirigentes hacían política desde dentro del
Partido Popular o no podían dedicarse a la política por ser altos mandos de las
Fuerzas Armadas. Vox es una clara escisión del PP. Y su primera decisión política
importante ha sido pactar con el partido del que formaban parte para que así el
PP se hiciera con el Gobierno autonómico de Andalucía. Antes los dirigentes de Vox
negociaban sus reivindicaciones directamente en Génova, desde dentro del PP,
ahora las tiene que negociar también con Ciudadanos. Por el momento, los
dirigentes de Vox, lo único que han conseguido desde fuera del PP es recibir
financiación de grupos iraníes, algo que desde su antiguo partido no
hubieran podido hacer. Lo de Ciudadanos todavía es más absurdo. Ciudadanos es
el coche escoba de la política española, en torno al 70% de sus dirigentes
provienen del PP o del PSOE. Exdirigentes socialdemócratas y populares, algunos
de ellos durante años acérrimos adversarios políticos, han pasado a entenderse
en el seno de Ciudadanos únicamente motivados y unidos por sus ambiciones políticas.
¿Qué ideología puede tener realmente Ciudadanos? Ninguna, únicamente buscan los
beneficios económicos que se derivan del poder político.
Lo de Podemos, partido que
curiosamente también ha recibido financiación
iraní, todavía es más descarado.
Podemos, la representación del comunismo internacional en España, ha crecido
gracias al apoyo de sectores de la derecha española afines al PP. Entre ellos,
el más llamativo es el apoyo mediático que le ha dado y le sigue dando el Grupo
Planeta; un grupo de comunicación español que se autodefine como monárquico y
que tiene claros y fuertes vínculos con la Conferencia Episcopal Española. Tal
vez, por eso uno de sus principales dirigentes es el general Julio Rodríguez, ex
JEMAD. Poco originales los militares españoles, pues hasta para entrar en política
han recurrido a la táctica militar. Primero, buscaron su aceptación mediática
en la política mandando de vanguardia a un general del Ejercito del Aire con un
nuevo partido de ideología comunista, con los chicos de las mochilas, y ahora han entrado con el grueso de la
fuerza, creando para tal fin Vox. Podemos, los chicos de las mochilas, los
chicos del 15M, ha pasado de decir no nos representan a querer formar gobierno
con uno de esos partidos que no les representaban, el PSOE. Lógicamente, solo
les motiva obtener beneficios económicos para los suyos.
Hace dos días, los dirigentes
del PSOE, su representación en Cataluña, el PSC, decían que Ada Colau había sido
una de las peores alcaldesas de Barcelona, hoy dicen que están a favor de una coalición
de Podemos y PSOE para gobernar, haciendo así de nuevo alcaldesa a Colau. No
quieren a Ernest Maragall, exdirigente socialista y actual miembro de ERC, como
alcalde de Barcelona, dicen que por ser independentista, pero en el Congreso de
los Diputados el presidente Sánchez busca el apoyo de ERC para gobernar España.
Parafraseando al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, una política verdaderamente
indecente.
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